Revisión técnica mensual: Se realiza una inspección completa de la caldera, incluyendo pruebas de seguridad, análisis de gases, limpieza de componentes y ajustes necesarios para garantizar su eficiencia y seguridad.
Mantenimiento preventivo: Evaluación regular del estado general de la caldera para identificar problemas potenciales antes de que se conviertan en fallos graves. Esto incluye limpieza de componentes y revisión de sistemas de control.
Reparaciones y asistencia técnica: Cobertura para la reparación de averías, mano de obra profesional, desplazamientos incluidos y garantía en las reparaciones realizadas.
Pruebas de seguridad: Comprobación de elementos críticos como sistemas de control, válvulas y sensores para asegurar el cumplimiento normativo y la operación segura del equipo.
Servicio urgente: En caso de emergencia, algunos contratos ofrecen asistencia técnica en menos de 3 horas, disponible las 24 horas los 365 días del año.
Prolongación de la vida útil: Al reducir el desgaste y prevenir averías, el contrato ayuda a alargar el tiempo de vida útil del equipo mientras optimiza su rendimiento energético.