Construcciones públicas civiles


Web de José Ramón Francia Silva

PUENTE DE LA PEÑA

Está construido sobre el río Santos (Albercos lo llaman en Ortigosa). Consta de un “ojo” grande y otro pequeño. Es de estilo medieval, pero no se sabe el año de construcción.

EL PUENTE DE VILLANUEVA: N-111

Estamos tan acostumbrados a ver obras hechas con cemento, que quizás no se nos ha pasado por la mente el pensar en que época lo empezaron a utilizar en nuestra tierra y cuales fueron las primeras obras en las que se utilizó. Sin duda el puente de hormigón de la Villa de Villanueva, fue uno de los primeros.

Al parecer fueron los puentes de Villanueva (1862), Lumbreras (1865) y Lavaler (1865, éste entre San Andrés de Cameros y La Venta), los que fueron hechos con cemento hidraulico por el ingeniero D. Ricardo Bellsolá.

Hemos pasado muchas veces por encima, más de 150 años lleva resistiendo al río y soportando el peso el de Villanueva, y los otros dos, ya “apartados” por inservibles a ambos lados de la carretera nos recuerdan mucha historia pero también la necesidad de los cambios. ¿Cuánto tiempo durará todavía el de Villanueva? La verdad es que es el último obstáculo que hay que sortear en el viaje ”acelerado” por la N 111, con dirección a Soria; no obstante, el bar, la gasolinera (cuando está abierta), .. nos permiten salir de la monotonía en el viaje.

Como anécdota me han contado que en la primavera del año 2009 un camión grande articulado que venía de Madrid, antes de salir examinó el trayecto y vio que ni los túneles (Piqueras, Viguera) ni otras dificultades le impedirían llegar a Logroño, sin embargo al llegar a Villanueva tuvo que dar marcha atrás hasta el empalme de La Aldea, para retroceder hasta Soria y buscar otro camino.

LAS ESCUELAS Y LA EDUCACIÓN

Destaca el pórtico de sillería, al que hay que acceder por una escalinata. En 1859 el edificio escolar antiguo se encontraba muy deteriorado que se construyó un edificio en un solar perteneciente a los herederos de D. Pedro Pérez San Miguel que cedieron “voluntaria y gratuitamente”. Por tanto su realización data del año 1859.

Si nos remontamos al principio he de constatar que el arquitecto D. Adolfo Ibarreta, en 1860, proyectó las obras que faltaban por hacer para completar la carretera que ya había sido explanada para 1861 con unos puentes de ladrillo que en principio iban a ser la pieza fundamental para realizar su construcción, ya que era la solución más económica para hacer las bóvedas sobre las que iba a descansar el firme. No obstante, al estar construyéndose por entonces, el ferrocarril Tudela-Bilbao, se encontraron con problemas para conseguir el ladrillo a un precio “razonable”.

Además las lluvias frecuentes por esta zona, el tener que construir la administración los hornos para el cocido del ladrillo, la provisión de leña para el horno, el agua para los ladrillos… hicieron cambiar este material por el hormigón hidraulico, que así lo llamaban.

Se utiliza en la actualidad como “el hogar del jubilado”; hasta hace pocos años estaba el teleclub. Portales en piedra de sillería.

La educación en los siglos XVIII y XIX.

D. Eliseo Sáinz Ripa, canónigo, archivero e historiador, uno de los mayores investigadores riojanos, nos dejó tres artículos relacionados con la instrucción primaria en esta Villa y que están guardados en el Archivo Parroquial (Berceo nº 105, 1983, 111-130): Testamento de Juan Rubio Ruiz de Aguirre. Abogado de los Reales Consejos (33 folios).

Instrucción Pública. Fundación para la dotación del maestro de esta villa de Villanueva de Cameros por D. Juan José Martínez de Robledo. Año 1777 (21 folios).

Escritura de la Fundación de un Patronato para el régimen de la Escuela Elemental completa, instalada en Villanueva de Cameros y creación de un capital para dotarla otorgada por D. Juan Ramón Martínez y Martínez (20 Hojas).

Del estudio se encargó al ingeniero de obras públicas D. Ricardo Bellsolá, que realizó el proyecto, lo llevó a cabo en los tres puentes y solucionó los problemas que aparecieron con las alcantarillas necesarias y los pontones (de madera) apropiados.

Para moler el cemento se modificó una fábrica harinera que existía entre Torrecilla y Nestares, ya que traerlo de San Sebastián aumentaba demasiado el presupuesto. Por ello, para hacer los análisis y conseguir el cemento idóneo se buscó al licenciado en farmacia D. Celestino Apellaniz, que fue el que se encargó de este cometido.

En la Revista de Obras Públicas (Tomo XV nº 2, 3, 4 en 1867) se explica con detalle todo lo relativo a su construcción: fórmulas utilizadas, resistencia, función de los moldes a la hora de encofrar, colocación, empleo del hormigón, descimbramiento, etc..

En la primera de ellas, D. Juan Rubio nos habla de que ya en 1766 había “un maestro de primeras letras” ejerciendo la docencia en Villanueva y que el otorgante remuneraba, al menos adicionalmente, con cierta cantidad.

Aunque predominaba en él la vertiente religiosa a Ntra. Sra. de las Nieves de El Hoyo, como hemos visto en el relato de su vida, después de pagar para que se dijeran las 52 misas anuales a esta Virgen dice: “..y si no hubiere quien las diga (las misas) se de su limosna al maestro de escuela que hubiere en dicha villa de Villanueva para la enseñanza de leer y escribir..). Pero a partir de 1858 y siguientes se puso como sustituto al párroco de Peñaloscintos, y los habitantes del Hoyo prefirieron esta solución.

Más eficiente que el anterior fue el proyecto de D. Juan José Martínez de Robledo Díez de Morales, de padre natural de Torrecilla y de madre de Villanueva. Dotó a su pueblo de dos fundaciones con residencia obligatoria en el pueblo: Un sacerdote y un maestro de primeras letras.En cuanto al sacerdote, lo concreta en una capellanía “en la iglesia parroquial de Villanueva de Cameros, donde estoy bautizado”, y exige una buena preparación para él, ya que una vez por semana debería “observar y averiguar si el maestro cumple con las obligaciones de enseñar a los niños, si éstos van a la escuela…".

Inscripción en la fachada principal

Si ampliamos al máximo, lo podremos ver en detalle.

Es interesante leer las 15 observaciones que el ingeniero Bellsolá relata en 1866, sobre los arcos de hormigón.

De las tres obras, la más notable fue la del puente de Villanueva, de 22 metros de luz. Los que nacimos a mediados del siglo XX aún recordamos el puente de madera que había debajo de la Fuente de los Eros, para poden cruzar el Iregua.

En Villanueva, al principio se pensó cambiar el antiguo trazado de la carretera por la otra parte de la ladera ( en ésta había “enormes hayas”, por lo que parecía que la tierra era firme), pero se desestimó por la inestabilidad del terreno, que se comprobó era muy movedizo y daba lugar a grandes desprendimientos cuando se intentó cambiar la trayectoria de la carretera. Una dificultad importante a la hora de hacer el puente era la mucha pendiente de los lados y los “infinitos manantiales” que salían por los alrededores (idem, 1862, 294). Además se construyó un muro de mamposteria de 90 m. de longitud y 9 de altura, apoyado sobre roca con hormigón hidraulico, para habilitar un espacio para la carretera.

El puente se empezó a construir el 16 de mayo de 1860, con la colocación de la primera piedra y con una buena base apoyada en sendos bancos de roca a ambos lados del rio. Costó 508.000 reales aproximadamente y la piedra se trajo de una cantera existente a unos 2,5 km.

EL LAVADERO Y LA FUENTE

Se ha restaurado el tejado del lavadero que estaba hundido. Aunque no se utiliza es un legado de los antepasados digno de que se haya rehabilitado, y junto con la fuente forman un conjunto que se ha de conservar.

Por lo que respecta al maestro en su mente figuraba como primario la escolarización de sus paisanos. Para ello concedía al maestro ochocientos reales de vellón anuales y otros cuarenta “para que compre cartillas, catones, catecismos, muestras y pautas..” También testó que en caso de que con los años la renta no llegara se dejaría de pagar a la capellanía y se conservaría la dotación para el Maestro.

No obstante, las previsiones de D. Juan José pronto se quedaron cortas por diferentes motivos.. Sin embargo en 1865 la dotación del maestro era tan insuficiente que tuvieron que reunirse en la sala capitular de la villa el Alcalde, el cura párroco, el cura de Aldeanueva y otros hasta el número de 28 y acordar con una escritura de fundación, su creación. D. Eliseo, insigne profesor mio, nos lo ofrece:

Año 1866. Escritura de fundación de un patronato para el régimen de la escuela elemental completa instalada en Villanueva de Cameros y creación de un capital para dotarla, otorgada por D. Juan Ramón Martínez y Martínez por si y en nombre de varios suscriptores ante D. Francisco Castells, notario público y vecino de Torrecilla el 24 de Junio de 1866.

Fundación del Patronato para la escuela

De piedra de sillería es la parte principal de la fuente, con un arco de medio punto muy logrado. El lavadero externamente restaurado por completo con un tejado al estilo moderno y con vigas de madera.

D. Juan José Martínez de Robledo dejó su inscripción JMR en la fuente en 1773, por su contribución en la edificación. Un siglo después, en 1873, se llevó a cabo la restauración por la contribución de D. Santos Arenzana.

Lavadero de dimensiones considerables.