Las preguntas

Benito Pérez Galdós, Cánovas (1912)

Los dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos...

El hundimiento del acorazado norteamericano USS Maine, 1898 (crédito de la imagen)

La España que aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes de que este Régimen, atacado de tuberculosis étnica, sea sustituido por otro que traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental.

Tendremos que esperar como mínimo 100 años más para que en este tiempo, si hay mucha suerte, nazcan personas más sabias y menos chorizos de los que tenemos actualmente.

Estas palabras fueron escritas por Galdós (1843-1920) refiriéndose a la Restauración borbonica y su sistema político, el turnismo entre los partidos liberal y conservador. Sin embargo, en nuestros días no es difícil escuchar afirmaciones de la misma rotundidad referidas a la situación actual. Han pasado esos cien años que pedía Galdós en su novela, pero ¿no ha cambiado nada realmente? ¿Qué semejanzas y diferencias encontramos entre la España del pasado y la actual? Por ceñirnos a unas fechas: ¿en qué se parecen las crisis de 1898 y la de 2008?

Un grupo de intelectuales de entonces (los llamados "regeneracionistas" y los miembros de la Generación del 98), preocupados por la situación española tras el Desastre de 1898, propusieron una batería de medidas que debían transformar la realidad económica, política y social de su tiempo e incorporar el país a la modernidad europea.

También ahora hay grupos ciudadanos y personas independientes que proponen diversas formas de superar la situación agónica a la que parece haber llegado la España de la Transición. ¿Qué proponen? ¿Cuáles son los aspectos de la España actual que necesitan ser reformados, incluso drásticamente?

Supongamos que Costa, Unamuno o Machado llegaran a comprender la crisis en que estamos sumergidos y quisieran darnos sus puntos de vista y ofrecernos sus soluciones. 

¿Qué dirían los autores del 98 sobre la situación actual de España?

¿Podríamos aplicar recetas de principios del siglo XX a principios del siglo XXI? 

¿Nos embarcamos en esta aventura?