Pasos para ser Hermano de La Salle

PROCESOS DE DISCERNIMIENTO

Quien desea ser Hermano es invitado a seguir un programa de iniciación, durante el cual adquiere gradualmente un conocimiento de los valores y actitudes que definen al Hermano. La duración de este programa depende normalmente del nivel de preparación del candidato, de las disposiciones de la legislación eclesiástica y de las exigencias del Instituto. En general, las etapas del programa están esbozadas en el manual de formación del Instituto, Guía de Formación, utilizado por los Hermanos especialmente encargados de las diferentes etapas del programa de formación. Dado que los Hermanos desarrollan programas de formación en muchos países diferentes, los principios esbozados en la Guía han de adaptarse a las condiciones locales que pueden estar influidas por circunstancias tales como el bagaje académico de los candidatos, las oportunidades educativas, el número de candidatos, la posibilidad de formación personal, etc.

CONTACTO INICIAL

Cuando una persona empieza a estudiar los diferentes aspectos de la vocación, su contacto inicial con los Hermanos se realiza normalmente a través del Director Vocacional. El papel de éste es proporcionar información sobre la naturaleza de la vocación del Hermano en la Iglesia y ayudar a la persona interesada a establecer una apreciación preliminar entre el emparejamiento de sus cualidades y talentos, y cómo quiere usarlos en el servicio de la Iglesia, y la vocación de Hermano. Esto se realiza normalmente a través de una

serie de reuniones, con visitas a la comunidad de los Hermanos de la localidad y una introducción a sus apostolados educativos.

PROGRAMA DE CONTACTO

Si la persona decide continuar el estudio de la vocación de Hermano después de

esta experiencia preliminar, normalmente se incorpora a un programa de Contacto. Tales programas, organizados por el D

irector local de Vocaciones, persiguen ayudar a la persona a profundizar en el conocimiento y comprensión de la vocación de Hermano para poder realizar una elección consciente entre continuar analizando la vida del Hermano o seguir otras opciones de vida. Los pr

ogramas de Contacto revisten formas diferentes, pero tienen en cuenta las necesidades del individuo. Por ejemplo, programas diseñados para estudiantes de facultad perm

iten a una persona continuar estudios universitarios mientras sigue estudiando la vocación de Hermano. Esto se realiza a través de un programa de dirección o acompañamiento, organizado por el Promotor Vocacional, en el que se da a la persona la posibilidad de contacto regular con un Hermano, en tiempos y lugares convenientes a amb

os, para poder estudiar los caminos por los que Dios actúa en su vida y determinar si su interés inicial por la vocación de Hermano debe continuar. La mayor parte de los programas de Contacto basados en un a

mbiente universitario inclu

yen una dimensión de servicio durante la época de vacaciones y a través del cual la persona -junto con otros Contactos- es introducida a una experiencia directa del apostolado del Hermano. Esto adopta normalmente la forma de trabajo educativo con niños desfavorecidos. Durante el año también se proporciona la oportunidad de reuniones de fin de semana con otros implicados en el progra

ma de Contacto. En algunos países, donde la promoción de vocaciones se dirige a estudiantes más jóvenes, el programa de Contacto puede adoptar la forma de una experiencia residencial ofrecida

a los candidatos de los últimos años de su educación secundaria. A este tipo particular del programa de Contacto se le deno

mina a veces Programa del Aspirantado.

La etapa siguiente de la preparación del Hermano se denomina Formación Inicial.

FORMACIÓN INICIAL

Una vez completado satisfactoriamente el programa de Contacto, el candidato que desea continuar estudiando su vocación es invitado a una etapa residencial llamada Postulantado o Prenoviciado y que dura normalmente de uno a tres años. La finalidad del Postulantado es acompañar al candidato mientras madura y desarrolla los diferentes aspectos de su personalidad. Proporciona un ambiente en el que su fe puede seguir creciendo a través del cultivo de una relación personal con Jesús. Al mismo tiempo, permite al candidato profundizar en su conocimiento de la vocación lasaliana mediante el estudio de la vida y de algunos escritos de San Juan Bautista de La Salle en el contexto de una comunidad religiosa. En ciertos programas de Postulantado los candidatos siguen estudios universitarios y el programa incluye normalmente alguna forma de servicio educativo a niños desfavorecidos. El Postulantado es un tiempo en el que el candidato -o Postulante- continúa analizando la sintonía entre sus cualidades y deseos, por una parte, y la misión del Instituto y el estilo de vida de los Hermanos, por otra.

NOVICIADO

La decisión de entrar en el Noviciado indica un deseo de penetrar más profundamente en la vida religiosa del Hermano. La Iglesia describe el Noviciado como una iniciación a la vida religiosa y, en un noviciado lasaliano, este proceso implica una identificación progresiva con Jesús y un conocimiento y compromiso con el legado espiritual que San Juan Bautista de La Salle dejó a la Iglesia. El Noviciado dura normalmente de uno a dos años. Durante este tiempo se presenta al novicio la Regla de los Hermanos. Aquel sigue también otros estudios antropológicos, teológicos, catequéticos y lasalianos. Es un tiempo de profunda reflexión que culmina con la solicitud del novicio para pronunciar su primer compromiso votal con los Hermanos por el periodo de un año. Es la llamada Primera Profesión. El novicio, como el postulante en la etapa anterior, puede optar por retirarse del programa en cualquier momento durante el Noviciado. Esto se hace normalmente en consulta con el Hermano Director.

VOTOS TEMPORALES

Una vez pronunciados sus primeros votos, el novicio está preparado para pasar a la siguiente etapa de su formación. Si ha completado los estudios pertinentes, se le asignará uno de los apostolados educativos de los Hermanos, donde se le darán responsabilidades apropiadas y será ayudado en el proceso de integrar las diferentes dimensiones de su vida. Por otra parte, si tiene que completar esos estudios, se le proporcionará ahora tiempo y oportunidad para seguirlos. En algunas partes del Instituto hay una comunidad especial de formación para quienes acaban de completar el Noviciado, mientras que en otras partes estos Hermanos se integran en una comunidad normal. Dadas las inevitables dificultades de adaptación a esta nueva etapa, hay que poner todo el empeño en asegurar que el Hermano sea dirigido o acompañado adecuadamente durante este periodo. La finalidad de esta etapa es permitir que el Hermano mantenga un crecimiento firme en el compromiso con su vocación, continuar la formación iniciada en el Noviciado, dar al Hermano su primera experiencia de formación permanente y prepararle para su compromiso definitivo en la Profesión Perpetua. El Instituto quiere asegurarse de que quien solicita la Profesión Perpetua haya tenido tiempo suficiente y experiencia para comprometerse con madurez. Por tanto, requiere que la profesión perpetua vaya precedida por cinco años, al menos, de profesión temporal. En otras palabras, durante esta etapa el Hermano renovará su compromiso anual, manifestado por primera vez al final del Noviciado, por lo menos durante cinco años antes de ser admitido a la Profesión Perpetua. Antes de la Profesión Perpetua, al expirar estos votos anuales, el Hermano es libre para retirarse del Instituto si siente que la vida de Hermano no es para él. Una vez más, llega normalmente a tal decisión en consulta con el Hermano que está acompañándole o dirigiéndole.

VOTOS PERPETUOS

La solicitud de admisión a la Profesión Perpetua indica el deseo del Hermano de comprometerse definitivamente con la vocación de Hermano. Como se indicó anteriormente, este paso se alcanza solamente después de varios años de reflexión y de experiencia de esa vida. La solicitud indica que el Hermano ha adquirido un grado de madurez espiritual y que tiene capacidad de asumir la responsabilidad personal de su futuro crecimiento y desarrollo como Hermano Religioso en la tradición lasaliana. Para ser admitido a la Profesión Perpetua, un Hermano ha de tener, al menos, 25 años de edad y, al menos asimismo, cinco años de votos temporales en el Instituto. Tiene también que haber vivido durante tres años en una comunidad en la que haya estado comprometido activamente en un trabajo educativo del Instituto.

(Si deseas más información contacta con nosotros en pastoralcordoba@gmail.com)