Saludos y plegaria desde PARIS -fr - 15 de agosto, 12 de la noche de 2022
Estimados y tan recordados paisanos palazueleños todos, desde los más pequeños hasta los menos jóvenes.
Un año más -a pesar de todos los eventos contrarios- nos encontramos ante nuestro patrón San Roque para renovar la promesa o voto hecho por nuestros ancestros para que el Santo los librara de la peste. La Quema del Boto recuerda la renovación de tal promesa.
Este año 2022 no ha sido demasiado favorable para los palazueleños. En efecto, un número importante de muertes ha tenido lugar, de personas tan recoprdadas: desde Paula, Mari, Paquita, Claudia o Sole hasta D. Luis Monje Ciruelo (que tanto ha hecho para hacer conocer nuestro pueblo) y finalmente Leandro tan amante del Santo. Y mil perdones si he olvidado a alguien.
Roguemos, pues, a S. Roque, en esta ceremonia tan entrañable para todos nosotros, que interceda ante Dios y Nuestra Virgen de la Soledad, para que nos preserven a todos en el año que viene.
Y mil gracias en particular a Anselmo, Espe y familia por la organización, año tras año, de estas fiestas de San Roque,
Adrián BLAZQUEZ.
Certamen de Poesías y Relato Corto
Poesía más votada PALAZUELOS Y SAN ROQUE
San Roque nació en una familia acomodada
tuvo sus estudios y buena educación
quiso conocer el mundo,
sus gentes, costumbres y dolor
En Palazuelos la peste no entró
gracias a San Roque que la evitó
El pueblo agradecido
le nombró Santo protector
En la Puerta de la Villa tiene su trono
desde donde nos mira con amor
Aquí, le queremos, le adoramos
celebramos con entusiasmo su fiesta
le pedimos con mucho amor
que nos libre de la peste, la envidia y el rencor
Que el humo purificador del boto
se lo lleve todo lejos, muy lejos del pueblo
y de este bello rincón
San Roque te pedimos tú bendición.
Palazuelos, Agosto de 2012 Espe Monge
Relato más votado LUCES
- Buenos días Damián
- Buenos días abuelo, te veo muy contento
- ¡Estoy especialmente contento porque esta noche quemamos el boto de San Roque!
Cuando Damián era pequeño, le llamaba al atención ver arder el boto en la Puerta de la Villa, pero
ahora, a sus dieciséis años, le parecía que ya lo sabía todo acerca del boto y del voto a San Roque;
que si la peste, que si el perro y las heridas y todo lo que se contaba de la historia, tradición y
leyenda del acontecimiento. Se dirigió a su abuelo.
- Jo, vaya rollo, todo los años lo mismo con la quema del boto. Yo no voy a ir. Esta noche tengo
una partida con amigos de Madrid y de Cáceres.
- ¿Vienen hoy tus amigos?, preguntó con interés el abuelo.
- ¡Abuelo, no te enteras de nada!. Jugamos con el ordenador a través de Internet, y no es
necesario que vengan ni que yo vaya.
- Es verdad Damián. Se me olvida que ya me has explicado más veces cómo os divertís ahora. No
tenéis que salir de casa para compartir con vuestros amigos experiencias, aunque no sean reales.
Qué distinto a mi juventud. Entonces no había manera de estar con alguien si no se estaba con él.
Al terminar la frase vio que su nieto ya se había puesto los cascos y no le había oído. “Qué chicos
estos. Que distintos de nosotros a su edad”, pensó. No quería echar la vista atrás, cogió su libro y lo
abrió por la página en la que se había quedado el día anterior, no tardó mucho en dormirse.
Al atardecer una tormenta dejó al pueblo sin luz eléctrica. A Damián se le puso muy mal humor. De
repente no tenía tele, no tenía música y lo peor de todo, no tenía ordenador.
- ¿Por qué no hay luz? No se podía hablar con él.
Alrededor de las once y media el abuelo pidió por favor a Damián que le acompañara a la Puerta de la
Villa, no se atrevía a ir sólo porque tampoco había luz en las calles.
- Abuelo, no me apetece nada ir.
Al minuto lo pensó mejor y remoloneando, decidió acompañar a su abuelo.
- Vale, te acompaño. Espera un momento.
Nada más llegar el boto empezaba a arder, sonaban la dulzaina y el tambor de los músicos. Algunas
parejas se animaban a bailar. Abuelo y nieto se miraron e intercambiaron una sonrisa. Damián se
sintió bien viendo a su abuelo alegre, tal vez recordando su juventud, como solía hacer. El abuelo no
recordó, mientras veía el boto arder, agradeció a San Roque por la tormenta y pensó si no había en el
mundo actual nuevas pestes. Pidió al Santo que hiciera ver a los jóvenes como su nieto, que hay
otras luces además de la eléctrica.
Palazuelos, agosto de 2012
Rosario Juberías
Publicado en la prensa de la provincia,
Guadalajara 02 de septiempre, 14:47 hs
Periódico Henares al día
Sábado, 01 de Septiembre de 2012 21:09
Palazuelos también vivió con intensidad las fiestas de San Roque. Como cada año, lo hace rememorando su singularísima tradición de la Quema del Boto en honor a San Roque que tiene lugar, en la medianoche que separa los días 15 y 16 de agosto.
El boto es un recipiente ligero y flexible, construido artesanalmente con piel de cabra, impregnado interiormente con resina de pino (pez), y que se utilizaba en tiempos pasados para almacenar y transportar líquidos, fundamentalmente vino. Estos odres resultan muy resistentes y pueden contener hasta 120 litros.
Los pellejos ardieron hace unos días, como es normal, en combustión lenta y sin humareda. Al acto asistieron, además de los palazuelenses, vecinos de pueblos colindantes como Riosalido, Pozancos, Carabias o Ures, de la ciudad de Sigüenza y también un buen número de curiosos, madrileños en su mayoría, venidos exclusivamente para presenciar un acto tan especial.
En representación del Ayuntamiento estuvieron presentes los concejales Julián Barrero y José Luis Alguacil. Los Dulzaineros de Sigüenza se encargaron de ambientar musicalmente la solemnidad. Después de la quema hubo chocolate con bizcochos para los asistentes.
La Quema del Boto tiene su origen en el siglo XVI cuando las epidemias de peste asolaban Europa. Es un acto simbólico con el que Palazuelos recuerda y honra el voto o promesa que los habitantes de la Villa de Palazuelos hicieron a San Roque por librar a la población de la enfermedad y la muerte. El acto acontece en la llamada Puerta de la Villa ante la imagen del Santo que se encuentra insertada en una saetera de la muralla.
A principios del siglo XX, la tradición de la Quema del Boto en honor a San Soque, dejó de realizarse debido al éxodo rural. En 1984, un grupo de entusiastas vecinos decidió restaurar la tradición. En el año 2009, se celebró el 25 aniversario de la restauración de la secular tradición. En el año 1996, los palazuelenses recuperaron el tradicional juego de La Tanguilla, y en años sucesivos incorporaron otros actos como representaciones teatrales, sainetes, mariachis y certamen de poesías, todo ello organizado por la Asociación Cultural La Quema del Boto.
Cada año desde el citado 96 se organizan tres torneos de Tanguila (masculino, femenino y juvenil) anexos a las fiestas de la Quema del Boto en honor a San Roque. Los de este año resultaron concurridos, sobre todo el Juvenil que llegó areunir diecinueve chavales, entre los 4 y 12 años. Veintidós fueron los inscritos en el campeonato masculino y catorce enel femenino.
En el Certamen de poesía, los participantes leyeron los trabajos presentados ó fueron leídos en su nombre, y aún se repasaron algunos más fuera de concurso. La poesía más votada resultó ser la presentada por Esperanza Monge seguida de Pilar de la Fuente, y el relato más votado el presentado por Rosario Juberías.
Tras la Misa de San Roque que tuvo lugar el día 16 de agosto, se entregaron los trofeos y diplomas de los Campeonatos de Tanguilla a los ganadores, y en el de los jóvenes, diploma a todos los participantes. También hubo diplomas a todos los participantes del Certamen de Poesía y Relato Corto. En el mismo acto se entregó una placa homenaje a la familia de Crescencio Garbajosa, recientemente fallecido, colaborador habitual de las fiestas de San Roque. Hubo limonada y refrescos a todos los asistentes al acto.
La Tanguilla es un juego tradicional castellano que se práctica de manera habitual, o como tradición, en diversas poblaciones. Se juega al menos desde el siglo XII, aunque puede que tenga origen romano. Además de en Castilla, sus diversas variantes se juegan en Galicia y Aragón. Es un juego de puntería o de "lanzamiento de precisión" y según la localidad recibe diversas denominaciones: tanga, tarusa, tuta, mojón, tangana, canutillo, etc. La denominación tanguilla es la comúnmente empleada en la Villa de Palazuelos y, en general, en las serranías del norte de la provincia de Guadalajara y zonas próximas de Segovia y Soria. El juego requiere de tres elementos: los jugadores, los tejos y la tanguilla propiamente dicha. La tanguilla es un cilindro de madera de unos 18 o 20 centímetros de longitud y de unos 3 ó 4 centímetros de diámetro, estando las bases perfectamente lisas. Los tejos son discos de metal de entre 8 ó 10 centímetros de diámetro y unos 4 ó 6 milímetros de grosor. Las dimensiones y la composición determinan su peso, factor importante en el juego.
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Con la “Quema del Boto”, un acto tradicional y solemne que se lleva a cabo desde el siglo XVI en la medianoche del 15 de agosto.
Palazuelos volvió a darle las gracias a San Roque por haber librado a la villa de la Peste