Juego de la Tanguilla
Se trata de un juego tradicional castellano que se práctica de manera habitual o como tradición en diversas poblaciones. Se juega al menos desde el siglo XII, aunque puede que tenga origen romano. Además de en Castilla, sus diversas variantes se juegan en Galicia y Aragón.
Es un juego de puntería o de "lanzamiento de precisión" y según la localidad recibe diversas denominaciones: tanga, tarusa, tuta, mojón, tangana, canutillo, etc. La denominación tanguilla es la comúnmente empleada en la Villa de Palazuelos y, en general, en las serranías del norte de la provincia de Guadalajara y zonas próximas de Segovia y Soria.
El juego tiene diversas variantes, según la zona o localidad, por aproximación, derribando la tanguilla, a perras chicas, etc.
Entre los juegos populares, el de la tanguilla resultaba ser el de más aceptación en la Villa de Palazuelos a principios del siglo XX.
Debido a la emigración hacia las grandes ciudades, el juego decayó hasta el punto de caer en el olvido. En el año 1996, los vecinos de la calle Puerta de la Villa restauraron el juego, y al crearse la Asociación Cultural La Quema del Boto, quedó integrado a las actividades de la misma.. Se organizan tres torneos (masculino, femenino y juvenil) anexos a las fiestas de la "Quema del boto" en honor a San Roque.
El juego requiere de tres elementos: los jugadores, los tejos y la tanguilla propiamente dicha.
La tanguilla es un cilindro de madera de unos 18 o 20 centímetros de longitud y de unos 3 ó 4 centímetros de diámetro, estando las bases perfectamente lisas.
Los tejos son discos de metal de entre 8 ó 10 centímetros de diámetro y unos 4 ó 6 milímetros de grosor. Las dimensiones y la composición determinan su peso, factor importante en el juego. En ciertas localidades a los tejos se los denominan también "tangones" o "chocones".
Para jugar se elige una superficie alargada y llana, lo más dura posible (aunque conserve una pequeña capa superior de arena). En un extremo se coloca la tanguilla en posición vertical y alrededor de ella se delimita un círculo. A unos 20 metros se sitúa el límite mínimo para que se posicionen los jugadores para el lanzamiento.
El orden de lanzamiento se sortea entre los jugadores y por cada turno disponen de tres tejos para alcanzar y derribar la tanguilla. Existen dos estilos principales: el denominado "arrastrado" en el que el tejo patina la parte final sobre el terreno hasta alcanzar la tanguilla y el "a dar" en el que el tejo impacta sobre la tanguilla sin tocar previamente el suelo. La postura del jugador en el momento de lanzar es un factor muy importante a la hora de cobrarse un tanto.
Se establece un orden entre los jugadores y el número de tiradas que se harán.
Se designa una persona para que controle el orden y los puntos conseguidos por cada jugador.
El jugador dispone de tres tejos para lanzar cada vez que le toca el turno.
Cada vez que derriba la tanguilla obtiene un punto, y la tanguilla se coloca de nuevo para sucesivos lanzamientos.
Al finalizar el número de tiradas establecido, el jugador que haya conseguido más puntos, resulta ganador.