La participación de la mujer en el proyecto de la llegada a la luna

Durante los años 50 y 60, las mujeres tuvieron que dejar la actividad laboral que estaban realizando mientras los hombres estaban en el frente. Hubo que convencerlas para que volvieran a ser amas de casa, extendiéndose así la imagen de mujer ideal americana que apoyaba la carrera de su marido, cuidaba de su casa y de sus hijos. 

La sociedad americana aún se resistía a valorar a la mujer, inteligente o no y, menos aún, si esa mujer era afroamericana. A éstas se las miraba como seres inferiores y se les ponía trabas para lograr sus sueños de estudiar y destacar por sus capacidades y conocimientos. 

Algunas de estas mujeres trabajaron en el departamento de “computadoras humanas”, donde se resolvían los problemas numéricos que necesitaban los ingenieros como por ejemplo poner en órbita las naves. Sin embargo, su trabajo siempre permaneció a la sombra del de sus colegas masculinos.  

A pesar de la situación, el papel que desempeñó la mujer en el desarrollo del proyecto de llevar un hombre a la Luna fue muy importante y decisivo, más si se tiene en cuenta que, por ejemplo, en 1960 las mujeres representaban el 3% de los trabajadores de la NASA. 

Destacaron en este proyecto algunas de ellas como Katherine Johnson, que se encargó de calcular el instante en el que módulo lunar Eagle, del que descenderían los astronautas, debía abandonar la Luna para que su trayectoria coincidiese con la órbita que describía el módulo de mando Columbia, y pudiera así acoplarse a él y regresar a la Tierra. Dorothy Vaughan fue la primera supervisora de color de la NASA y  más tarde se especializó en computación y en la nueva programación en lenguaje FORTAN. Otro ejemplo es el de Mary Jackson, la primera mujer de color ingeniera aeroespacial de la NASA. Estas tres mujeres, además, tuvieron que superar muchos obstáculos y años hasta llegar a conseguir el reconocimiento a su trabajo. Y por último y no menos importante Margaret Hamilton encargada, junto con su equipo, de diseñar el software de control que hizo funcionar el módulo de mando y el módulo lunar. Fue la primera ingeniera de software de la NASA.

Mary Jackson trabajando en el Centro de Investigación de Langley

Hamilton trabajando como principal diseñadora de software de vuelo para el Apolo.