Ante todo, una foto para que se entienda a las claras que aquí no se habla de cocina moderna,
... sino de cocina de sabios y eruditos, ¿y qué mejor símbolo que una fabada atómica?
Camargo Rain, autor de este y otros trabajos (algunos larguísimos), a los dieciocho años comía piedras, y a los veinticinco hacía arroz como si fuera para el perro: lo echaba en una cazuela y revolvía. Luego, con el paso del tiempo, un día se dijo, ¿y si hago un cocido?, y fue de esta forma que descubrió que cocidos hay muchos: olla de trigo, cocido de cura, puchero sarraceno, potaje marciano, fabada monumental...
Este libro ha sido escrito para quienes comen con los ojos, que es una manera muy sana de hacerlo, y para quienes lo hacen con los pies (deseando que dejen de hacerlo), que son abundantes; para quienes tienen hambre ―que también puede ser de lectura―, y para quienes de improviso necesitan un dato olvidado. En este libro, por supuesto, no vienen todos los datos, y mucho menos los modernos, pero sí algunos: los que a quien lo escribió (entre sesión y sesión) le parecieron más importantes.
Este libro es una colección de recetas, y en él, a modo de proemio, se dice lo siguiente:
1 / En general, aunque no nos demos cuenta ni pensemos en ello, no comemos más que preparados industriales, porquerías sintéticas e hibridaciones contra natura.
2 / No es tan importante saber cocinar como conocer cuáles son las mejores materias primas, y la forma de conseguirlas, que no es fácil.
3 / Hasta los treinta años tenemos la cara que Dios nos ha dado, y a partir de ese momento, la que nos merecemos.
Si alguien esta interesado, he aquí el enlace:
(Lo hay en papel y en eléctrico.)