Post date: Mar 3, 2011 8:30:35 PM
Génesis 23
Genesis 23 es un capitulo importante
Este sepulcro tiene mucha importancia, pues vemos que no sólo Sara fue sepultada allí, sino también Abraham, Isaac, Rebeca, Jacob y Lea
Si el Señor demora Su regreso, quisiera ser sepultado en un lugar queTodos debemos contestar que vivimos en Beerseba, en la iglesia, cerca del pozo de agua viva y del árbol tamarisco. se encuentre en el camino a la Nueva Jerusalén. ¿Dónde vive usted ahora?
Hebrón no es solamente un lugar de comunión con Dios, sino también el camino a Jerusalén.
Abraham y Sara constituían la mejor pareja de todo el universo. Se amaban verdaderamente, y nunca consideraron ni el divorcio ni la separación como posibilidades.
Si usted lee la historia de Abraham, verá que Dios siempre lo privó de algo.
Nosotros los llamados de Dios no deberíamos esperar una vida feliz aquí en la tierra. Debemos seguir los pasos de Abraham, quien buscaba una patria mejor, una ciudad con fundamentos (He. 11:10, 16).
Nuestra vida pasajera en la tierra es la vida de un peregrino. Por esta razón, Abraham prestó poca atención a su morada y simplemente erigió una tienda. El era un viajero, un forastero, que buscaba una morada permanente.
En la Biblia el número treinta y ocho es el número de sufrimientos y pruebas.
En la Biblia el número cuarenta también denota pruebas y tentaciones
Pero observe en el versículo 2 las expresiones “hacer duelo” y “llorar”.
Abraham expresó a Dios como un príncipe Suyo y era respetable como un poderoso príncipe. A sus propios ojos, él era un extranjero, pero a los ojos de la gente, era un príncipe poderoso y un príncipe de Dios. El era verdaderamente un hombre de peso.
Todos debemos ser personas de peso y poseer la misma clase de testimonio que Abraham. En nuestro barrio, en nuestro trabajo y en nuestra escuela, no debemos ser descuidados ni debemos permitir que otros nos menosprecien. Debemos ser personas de peso, y los demás deben valorarnos. Nosotros mismos no debemos considerarnos personas importantes, pero los demás deben tenernos en alta estima.
Hermanos jóvenes, no oren solamente con denuedo en las reuniones. También deben ser personas de peso en el colegio.
El simple hecho de tener un buen comportamiento no significa gran cosa. Debemos ser personas de peso.
Somos personas de peso porque Dios está en nosotros. Los que son llamados deben invocar el nombre de Jehová, El Olam.Dios es oro.
Si lo invocamos, llegaremos a ser de oro. Cuanto más invocamos al Dios de oro, más de Su elemento, de Su oro, es infundido en nuestro ser.
Todos nacimos ligeros, pero nacimos de nuevo para tener peso. Aparte de nuestro nuevo nacimiento, tenemos el proceso de transformación. La madera llega a petrificarse por el fluir continuo del agua. La corriente de agua arrastra el elemento de la madera y deposita en su lugar varios minerales, transformando así la madera en una piedra pesada y preciosa.
era honesto y no se aprovechaba de nadie (vs. 14-16). Su intención era comprar el sepulcro. Cuando se lo ofrecieron cortésmente como obsequio, después de enterarse de que su valor era de cuatrocientos ciclos de plata, prefirió pagar la suma total. El no aprovechó la oportunidad para sacar ventaja de los demás, ni regateó el precio. El dio a Efrón la suma completa que éste pedía. Del mismo modo, no debemos impresionar a la gente con nuestra escasez; debemos mostrar nuestras riquezas.
Debemos expresar a Dios, mostrando que los hijos de Dios somos personas de peso, somos respetables y dignos de fiar. Debemos estar dispuestos a sufrir pérdida y a no aprovecharnos de los demás.
¡Cuán honestos y respetables debemos ser, y expresar a Dios con dignidad!
Cuando el Señor Jesús estaba en la tierra, no tenía una buena casa. Pero después de morir, fue puesto en un buen sepulcro (Mt. 27:57-60).
En la Biblia eso es un principio. No debemos vivir en una buena casa, pero debemos preparar la mejor tumba.
Abraham prestó más atención al sepulcro que a la tienda. Esto tambien tine que ver con ofrendar
Al examinar el relato de Hebreos, vemos que Abraham no se desalentó ni perdió la fe. Por el contrario, tuvo mucha fe en el Dios de resurrección, y creyó que su amada esposa estaría en esa ciudad y en esa mejor patria. Esta fe implica resurrección.
En la Biblia un campo representa el crecimiento de vida, es decir, la resurrección.
La muerte de Sara no desanimó a Abraham en su búsqueda de una patria mejor y de una ciudad con fundamentos. Por el contrario, eso despertó su esperanza del día venidero. Por consiguiente, dedicó mucha atención al sepulcro e invirtió mucho dinero en la compra de este sepulcro para Sara, para sí mismo y sus descendientes.