Abrí los ojos en lo que creí una pesadilla,
me descubrí en un Mundo
que da más valor a un objeto
que a un sentimiento.
En él se habla sin palabras
y se ríe sin sonido.
Un Mundo juzgado sin conocer
dicho con voces tan fuertes
englobado de hondos y completos
sentimientos sin pensar.
Lo que podía ser una disculpa sincera
o una promesa de amor transparente,
se convierte en sordas e indiferentes palabras.
Me dolió la traición que ahora resulta ser normal,
me dolió la dulzura con la que se dicen mentiras,
me dolió la indiferencia de los que dicen ser buenos,
me dolió la crueldad con la que han sido tratados
los que dicen ser malos.
María José
Alumna del Colegio Albert Camus de Guadalajara (Jalisco), en México, quien lo presentó durante la videoconferencia internacional Ágora de Paz.