LA CIRUGÍA ES CON LÁSER?
Hay varias razones para que mucha gente confunda el uso de los láseres en oftalmología y crea que la mejor o única manera de operar una catarata es con láser. La realidad es que el laser solo hace una parte de la cirugía y no es en absoluto critico.
Muchos de mis pacientes me han enviado recomendados indicandoles que yo hago la cirugía con láser, cuando en realidad yo nunca les mencioné la palabra. Lo que sucede es que la cirugía es ambulatoria, con anestesia local, la recuperación es muy rápida y la mayoría de los operados no sienten ningún dolor. De hecho muchos describen la experiencia como agradable. De allí han concluido que debió ser con láser pues la mayoría de los procedimientos oftalmológicos con láser son muy cortos e indoloros.
La otra fuente de confusión es la facoemulsificación. Este es un equipo de ultrasonido que se usa para fragmentar o disolver el núcleo del cristalino para así facilitar su extracción.
La ventaja de usar este equipo es que se puede hacer una incisión más pequeña. La facoemulsificación existe desde hace 35 años y personalmente la utilizo desde hace 25 años, de rutina en la mayoría de mis cirugías.
La Facoemulsificación, especialmente con los equipos de última generación, ha permitido simplificar aún más el proceso operatorio para el paciente, ya que la recuperación es muy rápida. En los últimos años se ha diseñado un láser (el Femto) que permite hacer la incisión tanto en la córnea como en la cápsula anterior. Este equipo le agrega precisión a la cirugía pero no representa mayor ventaja si se compara con manos experimentadas. Por otro lado hace que la cirugía sea mucho más costosa y demorada y eso ha hecho que su uso no se haya diseminado.