cuando todo el pueblo era bautizado, Jesús fue bautizado; y, mientras oraba, se abrieron los cielos, (...)
vino una voz del cielo:
«Tú eres mi Hijo, el amado, en ti me complazco».
"vieron al niño con María, su madre, y, cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos:
oro, incienso y mirra"
«María conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón».
«Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados».
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en las cosas de mi Padre?»
Su madre conservaba todo esto en su corazón.
«Yo os bautizo con agua; pero viene el que (...) os bautizará con Espíritu Santo y fuego»
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo».