«“¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador”.
Os digo que este bajó a su casa justificado, y aquel, no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».
"es necesario orar siempre sin desfallecer".
«cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará esta fe en la tierra?».
«Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros».
"viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias".
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
«No temas, pequeño rebaño, (...) donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón».
«Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; sólo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».
«Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva »
«El que practicó la misericordia con él».
«¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. (...)
"Paz a esta casa". Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz».
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará».
«¿Quién de vosotros que tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto y va tras la descarriada, hasta que la encuentra?»
Y, cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros,
«Dadles vosotros de comer».
"tomando él los cinco panes y los dos peces y alzando la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los iba dando a los discípulos para que se los sirvieran a la gente".
«¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? (...) De lo que rebosa el corazón habla la boca»
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios. (...) ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!».
«Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador».
«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido (...) ; a proclamar el año de gracia del Señor»
«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».