Queridos amigos y tripulantes:
Gracias por vuestra atención y sobre todo a los que habéis contestado tan rápidamente.
Una cuestión previa: No es necesario ingresar ningún dinero hasta que sepamos que el viaje es muy posible que se pueda realizar. Será entonces cuando paguemos lo que sea necesario y deliberemos otras cuestiones relativas al alquiler, del mismo modo habrá que gestionar los billetes a donde definitivamente salgamos, lleguemos y se realicen los relevos.
Tampoco es necesario comprometerse con las fases, ya que todo puede cambiar, sobre todo si es necesario retrasarlo. De todos modos me viene bien saberlo para ir haciendo una aproximación. De momento habéis respondido 17, afortunadamente hay varios que no necesitan precisar fase, eso es una ventaja para los que forzosamente solo podrían venir en fechas concretas.
Os deseo un buen domingo, aunque está desapacible, aprovechar para iros documentando sobre Grecia. Este es el borrador que tengo preparado, en su día os lo mandaré completo
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PRÓLOGO
Cuando emprendas tu viaje hacia Ítaca
debes rogar que el viaje sea largo,
lleno de peripecias, lleno de experiencias.
No has de temer ni a los lestrigones ni a los cíclopes,
ni la cólera del airado Poseidón.
Nunca tales monstruos hallarás en tu ruta
si tu pensamiento es elevado, si una exquisita
emoción penetra en tu alma y en tu cuerpo.
Los lestrigones y los cíclopes
y el feroz Poseidón no podrán encontrarte
si tú no los llevas ya dentro, en tu alma,
si tu alma no los conjura ante ti.
Debes rogar que el viaje sea largo,
que sean muchos los días de verano;
que te vean arribar con gozo, alegremente,
a puertos que tú antes ignorabas.
Que puedas detenerte en los mercados de Fenicia,
y comprar unas bellas mercancías.
Acude a muchas ciudades de Egipto
para aprender, y aprender de quienes saben
Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he aquí tu destino.
Más no hagas prisas con tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te ha engañado.
Y siendo ya tan viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás lo que significa.
KONSTANTINOS KAVAFIS (1863-1933)
Este año no navegaremos en el RAW PRAWN, pero su espíritu nos acompañará y gran parte de la tripulación lo ha sido anteriormente en él.
Ya sé que estos versos ya figuran en LO QUE VEREMOS del año anterior y al otro y al otro, pero… ¡Qué mejor introducción para nuestro viaje, que estos versos. Este año no arrumbaremos a la mítica isla, ¡pero todo el viaje él se desarrollará en GRECIA! Nuestra manera de viajar se ve reflejada de tal manera en estos versos que hago míos, que quiero compartirlos con mis tripulantes cada año y que estos los adopten como suyos.
¡Cómo poder expresar con más belleza y precisión lo que el viajero debe esperar de un viaje en general, de éste en particular; por no decir de la propia vida!
Los viajes, como los artistas, nacen, no se hacen. Contribuyen a ellos un millar de circunstancias distintas, muy pocas de las cuales han sido deseadas o determinadas a voluntad… a pesar de lo que podamos pensar al respecto. Surgen en forma espontánea de las exigencias de nuestra naturaleza y los mejores nos conducen, no solo hacia afuera en el espacio, sino también hacia adentro. Los viajes pueden ser una de las formas más satisfactorias de introspección.
LAWRENCE DURRELL (Limones Amargos)
A lo escrito por este escritor viajero y fino observador, añadiría yo que: NO HAY DOS VIAJES IGUALES, aunque se vaya a los mismos sitios, con las mismas personas y en la misma fecha. En este caso para casi todos, habrá lugares conocidos, pero en alguna parte será novedoso. Es verdad que aunque alguno haya estado previamente y encuentre muchas huellas sobre las cuales ya ha andado se dará cuenta que: Todo está por descubrir.
Esta aventura no es la devaluada, guiada y pasiva que se puede hacer en cualquier agencia de viajes, la disfrutaremos y sufriremos nosotros mismos; al ritmo lento de un velero para que nos dé tiempo a observar paisaje y conectar con el paisanaje.
ITACA
Cuando se piensa en Grecia, el nombre de esta diminuta isla asalta nuestro pensamiento y simboliza la esencia helénica. Homero es el responsable de haber encumbrado a un reyezuelo al papel de héroe intemporal.
Ulises luchó diez años en la guerra de Troya que finalmente fue conquistada gracias a su invento: el famoso caballo. A su fin, tardó otros tantos en volver a su reino en los cuales hubo de hacer frente a innumerables peripecias en su recorrido por el mundo entonces conocido. Me pongo a recordar y como no consigo centrarme, cojo la ODISEA y repaso lo escrito por Homero en la Rapsodia XIII, sobre la vuelta de Ulises a Ítaca. Relata como en un sueño imagina su llegada:
“Cuando salía la más rutilante estrella, la que de modo especial anuncia la luz de la Aurora, hija de la mañana, entonces la nave, surcadora del Ponto, llegó a la isla.
Está en el país de Ítaca el puerto de Forcis (no lo encontraremos, debe haber cambiado el nombre por el de Polis) el anciano del mar, formado por dos orillas prominentes y escarpadas que converge hacia las puntas y protegen exteriormente las grandes olas contra los vientos de funesto soplo y en el interior las corvas naves, de muchos bancos permanecen sin amarras así que llegan al fondeadero. Al cabo del puerto está un olivo de largas hojas y muy cerca una gruta agradable, sombría consagrada a las ninfas que náyades se llaman. Hállanse allí cráteras y ánforas de piedra donde las abejas fabrican los panales.
A este sitio que ya con anterioridad conocían fueron a llegar y la embarcación andaba tan velozmente y varó en la playa, saliendo del agua hasta la mitad. ¡Tales eran los remeros por cuyas manos era conducida!”
Pero se da cuenta que es una imaginación, entonces la dice a Atenea:
“Pues no creo haber arribado a Ítaca, que se ve de lejos, sino que estoy en otra tierra y que hablas de burlas para engañarme-: dime si en verdad he llegado a mi querida tierra.
ATENEA.- Siempre guardas en tu pecho la misma cordura…
Pero,¡ea!, voy a mostrarte el suelo de Ítaca para que te convenzas . Éste es el puerto de Forcis, el anciano del mar; aquél, el olivo de largas hojas que existe al cabo del puerto; cerca del mismo se halla la gruta deliciosa, sombría, consagrada a las ninfas que náyades se llaman: aquí tienes la abovedada cueva donde sacrificabas a las ninfas gran número de perfectas hecatombes, y allá puedes ver el Nérito (ese monte si figura con tal nombre) el frondoso monte.”
Pero como “del dicho al hecho hay mucho trecho” el soñarla o siquiera ver su tierra no quería decir que ya se estuviera en ella, pero ese pequeño problema, no lo era tal para quien todo lo podía; así que con el fin de que pudiera sorprender a los pretendientes de su mujer Penélope que en su ausencia le estaban comiendo los bienes y le esperaban para matarle si volviera, le transforma en un anciano y lo transporta mágicamente al puerto donde encontrará al porquerizo Eumeo:
“Dicho esto, tocóle Atenea con una varita. La diosa le arrugó el hermoso cutis en los ágiles miembros; le rayó de la cabeza los blondos cabellos; púsole la piel de todo el cuerpo que parecía un anciano; hízole sarnosos los ojos, antes tan bellos; vistióle unos andrajos y una túnica, que estaban rotos, sucios y manchados feamente de humo; le echó encima el cuero grande, sin pelambre ya, de una veloz cierva y le entregó un palo y un astroso zurrón lleno de agujeros, con su correa retorcida”
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Como cada año os adjunto una síntesis de lo que veremos. El que quiera profundizar más, sobre todo en la fase de su elección, puede acudir a las referencias como a las direcciones que en cada lugar añado.
Si alguien tiene alguna sugerencia que hacer a cualquier aspecto, estaré encantado de analizarla. Agradezco las aportaciones de aquellos tripulantes a los que ya he pedido su opinión previa y han hecho aportaciones valiosas.
Esto es un proyecto, que se llevara a cabo en todo, en parte o ampliado; dependiendo de la evolución del COVID, de la situación política de la zona, de la meteorología, del interés de la tripulación de cada momento y del calendario.
Aunque la mayoría de los tripulantes participarán en una o máximo en dos fases, el viaje hay que entenderlo como una UNIDAD, tanto el prólogo, como el epílogo; son comunes a todas las fases. Lo descrito para los lugares de relevo, o en la primera y última fase, puede ser para las dos fases implicadas.
Cada vez que hay cambio de tripulantes me entra una cierta nostalgia, son amigos y compañeros de una manera de viajar en la que todos estamos implicados con los otros, cuesta dejarlos, se habrá creado un vínculo especial. Solamente quedará el consuelo que algún día nos volveremos a encontrar en iguales circunstancias, aunque la composición de la tripulación no será la misma y que los que se incorporan cubrirán su hueco y así el fenómeno se volverá a repetir en el futuro. No hay más remedio que acostumbrarse a esta carrera de relevos.
GRECIA
Mis queridos amigos y compañeros de navegación, tenemos ante nosotros la posibilidad de realizar un sueño, y lo que es mejor, realizarlo soñando. Soñando con los muchos acontecimientos que a lo largo de la historia se han ido desarrollando en las tierras y en los mares que recorreremos. Soñando con las hazañas que realizaron sus habitantes. Soñando con los mitos eternos que allí se forjaron. Soñando con la filosofía, las artes, el pensamiento en definitiva que alcanzó cimas nunca igualadas. Soñando por fin con el propio sueño y en su materialización.
Grecia es un país que uno se imagina, una historia con la cual se sueña, una civilización que se reconstruye a si misma. Es preciso un gran esfuerzo de imaginación y en recompensa otorga a quien se acerca a ella con ansias de saber datos sin fin. Por fin, Grecia termina conquistando a todos los que llegan a ella, marcándolos con su impronta. Otros países pueden ofrecer descubrimientos en costumbres o historia o paisaje o gastronomía; Grecia ofrece algo más difícil: el descubrimiento de sí mismo.
Bien es verdad que los griegos de hoy y los de Pericles no tienen nada que ver, pero no es menos cierto que viven sobre los mismos lugares, que todavía muestran los restos portentosos de su cultura, son sus herederos. Grecia no es la nación de las playas, sino la de los puertos; se podría pensar que es un sitio turístico, pero es falso, es como un decorado que se superpone a la realidad. Grecia está en las montañas, sus rocas, sus monasterios, hay que buscar y descubrir entre las muchas capas que se superponen, lo que pertenece a cada civilización, aislar el yacimiento arqueológico de su entorno, o... ¿no será mejor degustarla mezclada como una combinación indivisible en si misma? Que cada uno lo haga como le parezca, que despierte todos sus sentidos para gozarla en plenitud, con más o menos conocimientos históricos, literarios, artísticos, filosóficos, siempre nos quedarán los ojos, los oídos, el gusto, el olfato para quedarnos con esas impresiones básicas que unidas a cada instante concreto formarán ese recuerdo que fijarán una imagen y otra y otra, hasta conformar la película completa del viaje.
Ir a Grecia es como volver al hogar. No en vano, el legado de su antigua civilización domina la conciencia de todas las naciones occidentales, el primer encuentro con el Partenón es como encontrarse en persona con esa estrella de cine de quien se conoce su cara desde todos los ángulos posibles. En sus tierras se han librado batallas que han configurado nuestra historia: Maratón, Salamina, Las Guerras Médicas y por último Lepanto, que de haber perdido, tal vez hoy seríamos todos turcos.
Lo importante no es desplazarse, ni llegar, ni siquiera el saber cuándo o a dónde se parte; el verdadero sentido del viaje no es llegar, sino viajar y averiguar qué es lo que ocurre dentro de nosotros durante ese tiempo. El verdadero viajero debe acercarse al territorio visitado con humildad, no con prepotencia, con ganas de aprender, de integrarse, no de comparar; abierto a lo que el terreno le ofrezca, no displicente y ¡son tan pocos los que pueden aceptar esta propuesta…! que ahí está el verdadero mérito de los que podemos hacerla propia. Seremos turistas, pero de esa especie que quiere integrarse -al menos temporalmente- con la vida y la civilización del país visitado. En definitiva nos proponemos aprovechar de la alfa a la omega todas las posibilidades que se nos ofrezcan en el tiempo que disponemos, seguro que nos quedarán muchas cosas por ver, pero también es verdad que eso pasa siempre y será un motivo para pensar en volver algún día para servir de guía a otros y aprovechar para visitar algo nuevo y recordar lo ya visto a la luz otra situación personal y estacional.
Comeremos musaka y queso feta, beberemos ouzo y vino resinoso, bailaremos sirtaki y espero que en algún atardecer frente al mar un bouzoúki deje oír sus vibrantes notas como contrapunto a una melancolía que sin duda nos invadirá al desear no movernos de allí.
Europa en General y Grecia en particular han aportado al mundo el humanismo que es la constatación que el ser humano es la medida de todas las cosas, de ahí sus famosos cánones que establecían las proporciones ideales de la figura humana que luego trasladaban a los edificios. La constatación de que el ser humano es el sentido último de la evolución, del desarrollo y el progreso. Una actitud humana que no espera ninguna respuesta mágica o milagrosa al problema de la muerte ni pretende la solución a los problemas terrenales mediante fuerzas sobrenaturales. Todo se encuentra dentro de nosotros mismos.
Pero ¿quedan humanistas en Europa? ¿hay todavía gente apasionada por saber, por descubrir? ¿por la belleza? ¿por la verdad? O simplemente por conocerse a sí mismos?
Somos los únicos seres vivos capaces de orientarnos por nosotros mismos, con independencia de nuestros instintos. Poseemos conocimientos adquiridos y transmitidos por otros, a los que añadimos nuestra propia experiencia. Pero ese conocimiento, está siendo sustituido por una tecnología que acabará por destruir nuestras formas de convivencia humana, al menos tal cual se han desarrollado hasta ahora en el devenir de la humanidad.
El ser humano es un animal dotado de palabra, por ella nos intercambiamos opiniones con los otros. Ese animal se hace hombre en la medida que es capaz de expresar sus pensamientos. Pero ¿qué nos impulsa a expresarlos por escrito? En concreto ¿qué empeño tengo en plasmar esta historia? La respuesta es bien sencilla, poner en orden los días y las experiencias, para en unión de las fotos conformar un archivo al que poder acudir para rememorar cada etapa. No hay ninguna pretensión más allá.
“Cuando emprendas tu camino a Ítaca…” dice el poeta Constantino Kavafis. Que cada uno busque y encuentre su Ítaca particular.
Lawrence Durrell en 1977 escribió una especie de guía de viajeros con requerimientos especiales y en la que no puede faltar su agudo sentido de observación, su humor británico y por su puesto su buena pluma. Un párrafo significativo con el cual estoy completamente de acuerdo:
”Todavía falta mucho para que Grecia se convierta en un país sofisticado en el mal sentido de la palabra; en los lugares más apartados están al orden del día las costumbres a la antigua usanza y un sentido férreo de la hospitalidad, tan profundo y sagrado como cualquiera de los sentimientos de la tragedia griega clásica. Inevitablemente desde que el turismo está al alcance de todos, reciben la influencia de turistas que dicen muy poco a favor de su país y cuyas maneras escandalizan a los hombres de campo”
Los casi 40 años transcurridos desde entonces no han hecho mas que agravar la situación, sin embargo todavía quedan reductos en los que se puede apreciar la auténtica existencia de los pobladores en un entorno que permanece fiel a sus orígenes, sin mezclas modernas que tan poco tienen que ver con el entorno, del estilo de restaurantes chinos o hamburgueserías pseudo-americanas, por no citar la destrucción sistemática y concienzuda de toda la costa con construcciones horrorosas. Hay que confiar que detectado el error, al menos en lo no dañado irreparablemente, se pueda aplicar una política de conservación y en lo posible de recuperación.
¿Qué más decir de Grecia? ¿Qué representa ese pequeño país para la historia de la humanidad? En concreto para los europeos mediterráneos que tantos lazos tuvimos con ellos, es parte de nuestra propia esencia, somos sus herederos en lo bueno y en lo malo. ¿Cuántas palabras que pronunciamos cada día no tienen en el griego clásico su raíz? Entre otras las dos con las que se comienza y termina este escrito: PRÓLOGO Y EPÍLOGO ¿Cuántos mitos que todavía siguen vigentes nos tuvieron su origen en esa cosmogonía que con tanta imaginación fueron creando? ¿Cuántos griegos ilustres no nos vienen a la memoria? En definitiva ¿cuándo de lo que cada día pensamos, decimos, creemos, practicamos, no nació en esas pequeñas “polis” dispersas por la esquina oriental de ese minúsculo charco llamado Mediterráneo. Igual que Kennedy se declaró berlinés cuando visitó esa ciudad entonces dividida, ¿Qué nos impide a nosotros declararnos griegos?
Grecia es un país del que todos tenemos una idea soñada, una historia siempre pendiente de profundizar, una civilización que se reconstruye a si misma a través de los pueblos que la han ido adoptando. También es cierto que la Grecia clásica comprendía gran parte de la actual Turquía, así Troya, Asos, Pérgamo, Éfeso entre otras se encuentran allí, pero Grecia que nace de las islas, especialmente Creta, no podemos hablar de un solo pueblo original, era un mosaico de ciudades y pueblos a menudo enfrentados entre si (sorprendentemente el mas griego de todos los griegos que fue Alejandro Magno, ellos no lo consideraban griego, sino “macedonio”. Pero fueron capaces de proyectarse hacia el exterior en forma comercial, siendo expertos navegantes, también fueron capaces de dejarse conquistar por los romanos a los que helenizaron de tal manera que fueron ellos sus mayores propagandistas, que incluso copiaron sus dioses limitándose a cambiarles el nombre. Todos los patricios, tenían como maestro de sus hijos un griego, lo chic era todo lo griego, de esa manera tan original los conquistados pasaron a ser conquistadores. Ellos llevaron el germen de la destrucción de un imperio que en cuanto se relajó y abandonó sus rígidos principios, se desplomó en occidente frente a una bandas desorganizadas de “bárbaros” (la traducción es extranjeros) venidos de Alemania.
Pero Grecia también es Bizancio, cuya existencia hasta mil años después de la caída del imperio romano de occidente de idea de su fortaleza y de la influencia que ejerció a lo largo de ese tiempo.
En definitiva, Grecia ofrece de todo para todos, desde el sol y la playa, hasta el recogimiento de los Monasterios más espirituales, desde la gastronomía elemental y pura basada en productos auténticos, hasta la complejidad de sus construcciones filosóficas, la música popular y el teatro clásico, esculturas y templos, sin olvidar la gente, ese elemento esencial del decorado, sin el cual no existe vida. El paisaje debe completarse con el “paisanaje”
Como factor común a todo el conjunto está el mar: thalasá, siempre presente en sus recortadas costas y en las más de mil islas. Llegar en barco a Grecia supone un plus adicional, si además eres miembro de la tripulación de ese barco, no hay palabras que expresen lo que se siente, es algo que comprenderán quienes participen de ese punto de vista y dejará indiferentes a los que sean de otra opinión.
Yo le pido al padre Zeus “el que acumula las nubes” nos sea propicio y ordene a:
Poseidón y Tritón.- Que nos otorguen buenas navegaciones
Bóreas, Céfiro y Eolo.- Que nos proporcionen vientos propicios
Asclepio.- Nos cure de las enfermedades que nos pudieran aquejar.
En mi caso, -igual que a todos los que participen en la redacción de nuestro diario- rogamos a Clío, que es la musa de las historias, nos asista para poder plasmar de modo fiel y entretenido lo que vayamos viendo y haciendo.
Y terminadas todas nuestras aventuras, podamos volver a casa como Ulises y empezar a maquinar nuevos viajes. Prometo formalmente hacer a la vuelta un sacrificio propiciatorio, con abundantes libaciones y quemando grasa de animales para luego ser comida en comunión con aquellos que se alegran de nuestro regreso y que sin llegar a ser una hecatombe, plazca a los dioses en agradecimiento, por lo que sin duda, nos concederán los que desde siempre, gustaron de juntarse con los humanos.
Todo eso suponiendo que de aquí a entonces el virus nos deje en paz y que la situación político económica del país no evolucione a peor, que todo pudiera ser…