II. Una cuestión resuelta

Aquí tienes un ejemplo de lo que pretendo.

Fíjate cómo todo comienza con la observación minuciosa de los detalles de la imagen.

A continuación surgen las preguntas.

De éstas se derivan una serie de hipótesis basadas en fundamentos científicos básicos.

Hasta aquí debería estar al alcance de cualquiera el proceso. Las afirmaciones finales sólo podrían hacerse a partir del trabajo experimental o de referencias bibliográficas que aborden el problema o un problema semejante. La búsqueda de información también forma parte del trabajo científico.

En los casos que te plantearé te iré guiando con una serie de pistas y preguntas. Pero en cualquier caso me gustaría que dejes volar la imaginación y te formules preguntas novedosas y originales. Seguro que me ayudarás a descubrir detalles que se me pasaron por alto...

Mil palabras para una imagen

Si alguna vez caminas por los alrededores de Tres Cantos, en primavera, fíjate a los lados de los caminos en una hierba que se enreda en las matas y hierbas circundantes, gracias a unos zarcillos que tiene en el extremo de sus hojas. Sus flores destacan mucho por su color blanco crema, aunque son de pequeño tamaño. Se trata de Vicia lutea, una especie de la familia de las leguminosas, con la típica flor de las plantas de esta familia (flor en forma de "mariposa", con un pétalo levantado, a modo de estandarte, dos pétalos soldados asemejando la quilla de un barco y otros dos, como pequeñas alas, a los lados de la quilla).

En las cunetas y descampados encontrarás varias especies de la familia, todas con flores de diseño similar, aunque los colores y tamaños varíen. Pero en este caso, si te acercas a la planta, descubrirás algo novedoso: ¡está habitualmente llena de hormigas, que van y vienen por sus ramas!

Hasta aquí no hay nada extraordinario, pensarás, tendrá pulgón y las hormigas están cuidándolo... Pero por más que revisas no hay nada más que hormigas, que se entretienen sobre todo en una hojitas oscuras que hay al arranque del pecíolo (la ramilla que une la hoja al tallo). El la foto de la izquierda (o las primera foto) un par de flechas rojas señalan estas estructuras (conocidas entre los botánicos como estípulas).

Y aquí ya tienes las preguntas que surgirían en un observador adiestrado, ¿tienen algo que ver las hormigas y las estípulas de esta Vicia?

Si las estípulas justifican la presencia de las hormigas, ¿para qué quiere la planta tener hormigas recorriendo sus hojas y ramas?

Bien, ya tenemos dos preguntas...

La respuesta está en la descripción botánica de Vicia lutea, que al tratar las estípulas de las hojas de la planta dice: "con un nectario purpúreo en la cara abaxial". Es decir, esta planta tiene nectarios ¡fuera de la flor!, y son esas manchas morado oscuro que hay en las hojitas de la base de los pecíolos.

Los nectarios extraflorales atraen a las hormigas, que recogen el néctar que segregan y, a cambio, protegen la planta de plagas como el pulgón, chinches, orugas, etc. Estamos ante un claro ejemplo de MUTUALISMO.

Las flores, por su parte, dispondrán de nectarios propios para atraer a los insectos polinizadores que garantizarán la reproducción de la planta.