Marco Polo (Venecia, c. 15 de septiembre de 1254 - ibídem, 8/9 de enero de 1324) fue un mercader y viajero veneciano, célebre por los relatos que se le atribuyen de viaje al Asia Oriental, manuscritos por Rustichello da Pisa con el título original de Il Milione, y conocido en español como Los viajes de Marco Polo, relato que dio a conocer en la Europa medieval las tierras y civilizaciones del Asia central y China.
Existen discrepancias entre los historiadores sobre el hecho de que Marco Polo haya realizado efectivamente los viajes que se le atribuyen, en particular aquellos que lo ubican en Mongolia y China, de los que proviene su celebridad.
Según los relatos Marco Polo nació y aprendió a comerciar en Venecia mientras su padre Niccolò y su tío Maffeo, viajaban por Asia donde habrían conocido al Kublai Kan. En 1269 ambos regresaron a Venecia y vieron por primera vez a Marco, llevándolo con ellos -según los relatos- en un nuevo viaje comercial a Asia, en el que habrían visitado Armenia, Persia y Afganistán, recorriendo toda la Ruta de la Seda, hasta llegar a Mongolia y China. Las narraciones afirman que Marco Polo permaneció más de 20 años al servicio del Kublai Kan, emperador de Mongolia y China, llegando a ser gobernador durante tres años de la ciudad china de Yangzhou y volviendo a Venecia en 1295.
En 1295 Venecia estaba en guerra con su rival, la República de Génova. En el transcurso del conflicto Marco fue capturado y encarcelado por los genoveses. Fue en esa situación que en 1298, durante su período en la cárcel, conoció al escritor Rustichello de Pisa, a quien relató sus fabulosos viajes, que fueron el tema del libro conocido en principio como Le divisament du monde, Livre des merveilles du monde, o Il Milione. Fue liberado en 1299, Marco Polo se convirtió en un rico mercader y miembro del Gran Consejo de la República de Venecia. Murió en 1324 y lo enterraron en la iglesia de San Lorenzo de su ciudad. El relato de sus viajes, inspiró, entre otros, a Cristóbal Colón que poseía un ejemplar del libro cuidadosamente anotado.
Información personal
Retrato de Marco Polo
Marco Polo
El mundo conocido por los europeos no iba mucho más allá del actual Oriente Medio. Las pocas noticias que se tenían de lo que estaba más allá eran generalmente confusas y muy mitificadas. Es de destacar la leyenda del Preste Juan, un mítico rey cristiano que se suponía existía rodeado de infieles en Asia Central. Los intercambios comerciales se encontraban casi siempre mediatizados por persas y árabes.
La expansión del Imperio mongol les llevó a las mismas puertas de Europa tras atravesar las estepas rusas y amenazar Polonia, aunque pronto se retiraron. Más al sur, sin embargo, los mongoles saquearon Bagdad (Irak) y sometieron a reinos musulmanes que se habían enfrentado en las cruzadas con los cristianos.
Es así como se despierta el interés por los mongoles en Europa. A la curiosidad por esos bárbaros, tenidos hasta entonces como seres casi mitológicos, se le suma en lo político la posibilidad de obtener un aliado contra el enemigo islámico, una forma más ventajosa de negociar con Oriente en lo económico, y un deseo evangelizador, dada la gran tolerancia religiosa de los mongoles. Antes de Marco Polo, varios misioneros, como Giovanni da Pian del Carpine, viajaron como embajadores a Oriente, aunque sin conseguir resultados concretos. Se hace referencia a los contactos entre romanos y el Imperio chino, pero este también estableció contacto con los romanos con anterioridad a la Ruta de la Seda. Uno de los primeros contactos que tuvo China con Roma fue cuando el emperador Ban Chao hizo una campaña contra los nómadas de Asia Central y envió a uno de sus colaboradores, Ga Yin, que viajó hacia occidente visitando los establecimientos comerciales romanos de la costa oriental del Mar Negro. Por tanto, el contacto entre Roma y China era recíproco, pese a que Roma tenía más información sobre China gracias a la multitud de viajes que se habían hecho hacia aquella zona.
Existe muy escasa información sobre Marco Polo y su familia aparte de la contenida en el libro que relata su viaje. Constan unos pocos documentos venecianos, pero están completamente ausentes en las fuentes chinas. Se encuentra información adicional, que hay que tratar con precaución por tratarse en su mayor parte de rumores y leyendas populares, en el prefacio de la edición italiana de Il milione publicada en 1559 por Giovanni Battista Ramusio.
Marco Polo nació en 1254 en una familia de mercaderes. Su padre, Niccolò, había formado una asociación comercial, ofraterna compagnia, con sus hermanos Marco y Maffeo, cuya residencia familiar se encontraba en la parroquia de San Severo, al norte de la Basílica de San Marcos. Después de la toma de Constantinopla de 1204 Venecia poseía su propio barrio en la ciudad, además de controlar el puerto, y muchos venecianos se instalaron allí, entre ellos los Polo. Una de las rutas comerciales que de allí partían era la del Mar Negro y en ella se especializaron, hasta el punto de que disponían de una casa en el puerto de Soldaia, el principal emporio comercial italiano de Crimea.
La familia Polo entró al patriciado veneciano en el siglo XIV, bastante después de la Serrata del Consejo Mayor. Esto se consiguió en gran parte a los matrimonios convenidos con varias de las familias de la más alta nobleza de Venecia, entre las que se encontraron los Querini, Bragadín, Trevisán, Delfín, Gradénigo, Contarini y Vendramín. El mismo aventurero, Marco, se casó con Donata Badoer, también perteneciente a una familia noble, aunque perdiendo su posición al casarse con el célebre veneciano.
En una fecha cercana a 1260 Niccolò y Maffeo decidieron emprender viaje con la intención inicial de comerciar con joyas en el kanato mongol de la Horda de Oro. En principio tuvieron éxito ya que en Sarai, cerca del curso inferior del Volga, conocieron al kan Berke, a quien «regalaron» joyas por las que obtuvieron a cambio «presentes» por el doble de su valor, pero en julio de 1261 Miguel Paleólogo reconquistó Constantinopla poniendo fin al Imperio latino. El nuevo emperador se vengó de todos los mercaderes venecianos que pudo capturar y estas circunstancias complicaron el viaje de regreso de los Polo a Venecia. La situación empeoró cuando en invierno estalló la guerra entre la Horda de Oro y el Ilkanato persa de Hulegu, lo que les impedía utilizar la ruta que llevaba a Tabriz atravesando el Cáucaso, por lo que, después de permanecer en Sarai un año, partieron hacia el norte en dirección a Ukek, desde donde siguieron viaje hacia el este y cruzaron el kanato de Chagatai hasta llegar a Bujará, en Transoxiana.
Cuando llevaban tres años en Bujará los hermanos se unieron a una embajada de Hulegu que se dirigía a visitar al Gran Kan y, tras un año de viaje, llegaron a la corte de Kublai Kan, aunque no consta en el libro el lugar dónde se encontraba en ese momento. Kublai les concedió audiencia y, tras informarse de la situación europea, les pidió que acompañaran a uno de sus diplomáticos en una embajada al Papa. En sus cartas el Kan solicitaba al Papa cien hombres instruidos en las siete artes liberales, quizá como misioneros o tal vez como administradores de sus nuevas posesiones en China, y aceite de la lámpara del Santo Sepulcro de Jerusalén, posiblemente como amuleto para sus esposas cristianas. Para el regreso, el Kan les proporcionó una paiza, una tableta de oro que autorizaba a sus portadores a servirse del yam, el servicio de postas mongol. El yam era altamente eficiente para la época así que parecen excesivos los tres años que aseguran haber tardado en llegar al puerto de Layas, en Armenia Menor. Allí se enteraron de la muerte del papa Clemente IV, lo que sitúa su llegada muy probablemente en 1269. Continuaron viaje hasta Acre donde afirman haberse reunido con el entonces archidiácono Tedaldo Visconti, y desde cuyo puerto regresaron a Venecia para esperar la elección de un nuevo papa. Allí se reunió Niccolò con su hijo Marco cuando, según el libro, contaba quince años, lo que permite fijar su fecha de nacimiento.
Salida de Venecia.
Rodeo de Grecia hasta llegar a Constantinopla.
Tránsito de las estepas euroasiáticas, cruzando el Volga y rodeando el mar Caspio por el norte hasta llegar al mar de Aral y la ciudad de Bujará.
Cruce de las montañas y desiertos de Asia Central a través de la Ruta de la Seda, hasta alcanzar la corte de Kublai Kan.
Los viajes de Marco Polo, conocido también como El libro de las maravillas o El libro del millón, es el título con el que suele traducirse al español el libro de viajes del mercader veneciano Marco Polo, conocido enitaliano como Il Milione (El millón). El libro relata los viajes de Marco Polo a China, a la que él llama Catay (norte de China) y Mangi (sur de China). Polo dictó su obra a un amanuense, Rustichello de Pisa, mientras estuvo preso en Génova en 1298 y 1299. El libro se redactó originalmente enfrancés antiguo o en una variante conocida como francoitaliano, y el título del manuscrito más antiguo conservado es Le divisament dou monde.
La obra se divide en cuatro libros. El primero describe las tierras de Oriente Medio y Asia Central que Marco Polo atravesó en su viaje hacia China. El libro segundo habla de China y la corte de Kublai Kan. En el tercero se describen varias regiones costeras de Oriente: Japón, India, Sri Lanka y el sudeste de Asia, así como la costa oriental de África. El cuarto libro trata de las guerras que mantuvieron poco antes entre sí los mongoles, y describe también algunas regiones bastante más al norte, como Rusia.
El libro alcanzó un éxito nada frecuente en la época anterior a la invención de la imprenta. Se tradujo a varias lenguas europeas ya en vida de su autor, pero los manuscritos originales se han perdido.
Puede decirse, sin duda, que es un documento importante, cuya lectura nos introduce de facto a la mentalidad predominante en el occidente cristiano medieval. El libro está más allá de la simple anécdota, una multiplicidad de significados lo rodea.
El Imperio mongol fue instituido por Genghis Kan en 1206. Este, tras largas luchas internas, unificó a las diversas tribusmongolas bajo su mando, involucrándolas en una expansión que les llevaría a conquistar China, Asia Central, Rusia y llegar hasta Irak, Siria y Anatolia.
A su muerte le sucedió su hijo Ogodei, quien continuó con esta expansión y consolidó la jerarquía del Gran Kan sobre los diversos reinos mongoles. En tiempos de Marco Polo este Gran Kan era Kublai Kan.
Durante la Baja Edad Media, la República de Venecia comenzó a convertirse en una potencia mediterránea. Al control del interior y de la costa de Dalmacia, se unió una extensa actividad mercantil con Oriente, que le llevó a establecer consulados y colonias de comerciantes por todo el Mediterráneo Oriental. Apoyó a los cruzados como manera de contrarrestar al Islam y mantuvo un largo conflicto con Génova por el predominio comercial.
Durante la Cuarta Cruzada, por sugerencia veneciana, los cruzados saquearon Constantinopla, decapitando el Imperio bizantino y conquistando numerosos territorios. Aunque el subsiguiente Imperio latino fue pronto reconquistado por el mismo imperio, Venecia siguió controlando varias islas y ciudades, y siendo una de las principales potencias mercantiles.
En la época de Marco Polo, el comercio en Europa seguía un sistema triangular, en el que los productos de lujo procedentes de Oriente (seda, especias) ocupaban un importante lugar. Estos, en la conocida como ruta de la seda atravesaban Asia Central y las tierras controladas por los sarracenos, siendo comprados por comerciantes italianos (venecianos, genoveses, pisanos...), que obtenían grandes beneficios al revenderlos luego por Europa.
Es por ello por lo que Venecia y otros puertos italianos ganaron en importancia y comenzaron una política comercial agresiva para explotar estas rutas comerciales.
Ficha
Ocupación
Cargos ocupados
Obras notables
Hijos
Padres
Cónyuge
Etnia
Nacionalidad
Lugar de sepultura
Fallecimiento
Nacimiento
Nombre de nacimiento
Nombre nativo
Web
Información profesional
Familia
Kublai Kan entrega la paiza a los hermanos Polo.
Biblioteca Nacional de Francia (ms. fr. 2810)
El manuscrito original de la obra no se conserva, aunque la mayoría de los estudiosos coinciden en que estaría escrito en francés antiguo o en una variante utilizada en la época en Italia como lengua literaria conocida como francoitaliano.El texto se ha reconstruido a partir de unos ciento cincuenta manuscritos medievales y renacentistas que se suelen dividir en dos familias. El primer grupo (A) provendría del manuscrito F, considerado el más antiguo y probablemente cercano al original redactado por Rustichello en Génova, mientras que el segundo (B) podría proceder de una reescritura del original realizada después del regreso de Marco Polo a Venecia.
El manuscrito F es un códice del siglo xiv escrito en francoitaliano conservado en la Biblioteca Nacional de Francia (fr. 1116). A partir de otros textos en francoitaliano cercanos a él se redactó una traducción al francés septentrional (FG) de la que proceden los tres manuscritos conocidos como B3, B4 y B5; traducciones altoscano (TA) que se conservan en cinco manuscritos; y al veneciano (VA), de las que se conservan seis versiones. A partir de VA escribió el fraile dominico Francesco Pipino una traducción al latín (P) entre 1310 y 1317; se realizó otra traducción al toscano (TB), representada hoy por seis ejemplares, y una al alemán. La obra de Pipino, de la que se conservan unos setenta manuscritos, fue a su vez el punto de partida para las versiones en checo, gaélico irlandés y una nueva traducción veneciana. Cristóbal Colón poseía un ejemplar, anotado en parte muy probablemente por él mismo, del Liber consuetudinibus et condicionibus orientalium regionum, una edición publicada en Amberes entre 1485 y 1490 de la traducción latina de Pipino. El libro se conserva en la Biblioteca Colombina de la Catedral de Sevilla.
En la categoría B el manuscrito más importante es el Z, una versión latina de cerca de 1470 conservada en la Biblioteca Capitular de Toledo. A esta tradición también pertenece la traducción italiana de 1559 de Giovanni Battista Ramusio. Estos manuscritos contienen abundante información no presente en el resto y algunos eruditos la consideran también procedente de un original autógrafo, mientras otros creen que se trata de una revisión más tardía del propio Marco Polo, de circulación más restringida por contener pasajes más peligrosos para la Inquisición, o bien escrita en vista de las reacciones de los lectores del texto original de Rustichello.
En vista de que ni la tradición manuscrita más antigua ni las primeras traducciones son unánimes en asignarle un título a la obra, esta ha sido editada y es hoy conocida bajo diferentes denominaciones. El título Los viajes de Marco Polo es de aparición tardía, ya que proviene de la edición del siglo xvi de Giambattista Ramusio, que escogió el título I viaggi di Marco Polo dado que la obra en la que incluyó su traducción, Navigazioni e viaggi, era básicamente un compendio de relatos de navegación y viajes.
Algunos manuscritos recogen el título Il milione que, al hacer referencia a millones o grandes cantidades de dinero, sería adecuado a las ediciones más centradas en interpretar el libro como un manual para mercaderes: en un manuscrito florentino de 1431 se afirma que en el Rialto los venecianos habían dispuesto un ejemplar encadenado para que todos pudieran consultarlo. La familia Polo poseía además un palacio en el barrio de san Juan Crisóstomo denominado Il Milione y, pese a que se afirma que es una corrupción de «Vilione», el nombre de la anterior familia propietaria, el hecho es que los descendientes de Marco, el tío de Marco Polo, adoptaron el apellido «Milion» y a él mismo se le llegó a aplicar como apodo.
El título de la versión francoitaliana original (F) es Le divisament du monde (La descripción del mundo), que alterna en las primeras versiones francesas con Livre des merveilles du monde (Libro de las maravillas del mundo), en la tradición medieval del gusto por las leyendas fabulosas, los «libros de maravillas». También podría ser cercano al título original alguna variante del de la traducción latina realizada en vida de Polo por Francesco Pipino: De condicionibus et consuetudinibus orientalium regionum (Sobre las condiciones y costumbres de las regiones orientales).
En principio el libro es una especie de estudio de mercado, en donde se nos señalan distancias, precauciones, consejos sobre productos y mercaderías, así como las previsiones que el comerciante debe tomar antes de adentrarse en determinada ciudad. Como toda exploración es imperfecta, antes bien es una guía rudimentaria para aquellos aventureros que decidieran establecer algún tipo de intercambio con el oriente. Véase: Rustichello de Pisa
Michel Mollat en este sentido dice:
(...) el libro de Marco Polo ha sido comparado con todos esos manuales de mercaderes que, en el curso del siglo XIV, puso en gran boga la Practica della mercatura, de Pegoloti. De hecho, más de la mitad de la Descripción du monde [como le llama Mollat] indica las distancias entre las ciudades en jornadas y en millas, proporciona consejos prácticos para el viaje, enumera los objetos del comercio, anota los pesos y medidas, las formas de pago, en metálico y en papel moneda.
Michel Mollat
Cabe aquí recordar a dos precursores del viajero que realizaron su viaje hacia oriente con una misión análoga: por un lado tenemos al discípulo de San Francisco de Asís, Jean de Plancarpín (o Giovani di Pian Carpino), que recibió del papaInocencio IV la orden de ir hacia los dominios tártaros con el objeto de «examinarlos con todo cuidado»; así como a otro fraile es común: alcanzar al gran kan, sucesor de Gengis Kan, en su residencia ambulante, dondequiera que se encuentre, para entregarle los mensajes del papa en el primer caso, y del rey de Francia en el segundo.
Plancarpín partirá de Kiev en el invierno de 1246, el 3 de febrero para ser más precisos. Rubruck lo hará de Constantinopla el 7 de mayo de 1253, durante la primavera. El padre y el tío de Marco Polo (Nicolo y Mafeo) salen de Venecia hacia Constantinopla en el año de 1260, y de hecho su viaje se cruza con el del segundo religioso en cierto momento, aunque no existen datos sobre si estos se llegaron a encontrar.
Los hermanos Polo asumen una misión similar (aunque en sentido inverso) a la de los monjes en su segundo viaje, en el que los acompañará el joven Marco. Durante el viaje obtienen la encomienda por parte del Gran Khan, de contactar al señor de los tártaros con el papa, señor de la cristiandad con miras a establecer una posible alianza en contra del área musulmana. Tiene en definitiva aires de cruzada. Y es aquí en donde Marco Polo asumirá un papel fundamental, ya que al ganarse la confianza del emperador mongol, y al ser nombrado embajador por éste, no dejará escapar oportunidad para señalar las convergencias entre ambas civilizaciones.
Por lo anterior el libro de Marco Polo no puede dejar de verse como la crónica de un diplomático, es decir, como una descripción de las singularidades de los múltiples territorios y pueblos, bajo dominio mongol. Marco Polo, según su compañero de celda y redactor del libro —maese Rustichello de Pisa—, se ganó el agrado del Gran Kan, gracias a sus habilidades narrativas, que desarrolló mientras estuvo como funcionario al servicio de la corte:
Había Marco oído que cuando el Gran Khan enviaba embajadores por las diversas partes del mundo, y estos no sabían, a su vuelta, hablarle más que de la misión que para cumplir la cual habían sido designados, él los trataba de necios e ignorantes. Le agradaba más que le hablasen de las costumbres y particularidades de las cortes extranjeras que de lo referente al pretexto que escogía para enseñarles. (...) Y [Marco Polo] lo hizo con tal sagacidad y soltura que el Gran Khan quedó maravillado.
Marco Polo
Podemos imaginar, tal y como lo hizo Italo Calvino en su libro Las ciudades invisibles, la estrecha relación que sostienen el soberano conquistador y su embajador, quien con «maestría y soltura» entretenía a un emperador que se mostraba incapaz de conocer por sí mismo la inmensidad de sus dominios. Podemos suponer de igual manera, que con esa misma maestría y soltura, le fue transmitida en un segundo momento al compañero de celda de Marco Polo, Rustichello, la crónica de viajes y leyendas vistas y oídas por el veneciano.
Así, es también en tanto que narración de «particularidades y costumbres», una especie de reportaje de carácter etnográfico en el que se observan claramente los prejuicios y la mentalidad del occidente medieval, en donde estos se superponen a las múltiples realidades, siendo a la luz de los conceptos cristianos y grecolatinos, que se someten y explican mundos distintos y distantes.
Es en este sentido o del mismo Gran Khan, «o perversidad» (los musulmanes), estaban a su parecer, situados en un más allá, en un afuera.
Con todo, Marco Polo está lejos de ser un dogmático, lo que podemos corroborar leyendo su comparación entre «Sergamoni Bochán» (Buda) con Jesucristo, así como el elogio que hace de los abramayanes hindús, debido a su vida «saludable» y de abstinencia, lo que a su parecer les acercaba a la santidad. Dichas posturas vistas desde una posición cristiana ortodoxa, podrían haber sido consideradas como una franca herejía.
Marco Polo salió de Venecia hacia los quince años, mantuvo relaciones durante veinte con los diversos mundos de «idólatras», con quienes en determinado momento había convivido más tiempo que con sus semejantes en imaginario, lo que lo predispuso a escudriñar de vez en vez las similitudes que estos mundos tenían con su herencia cristiano-medieval. «Salvajes bestiales y perversos», así como «sarracenos crueles y traicioneros», eran los modelos que más se alejaban de su ideal moral.
Finalmente podemos calificar el texto como un libro de maravillas, milagros y hechos mágicos en donde se manifiestan las tres formas de lo sobrenatural en el occidente medieval, según Jacques Le Goff:
La maravilla propiamente dicha (mirabilis) de orígenes pre-cristianos.
Lo magicus: asociado (a pesar de que durante el medievo se habla de magia negra y blanca) al demonio. Es lo sobrenatural satánico.
Lo miracolosus, el milacorum. Que sería lo sobrenatural cristiano, en donde lo inexplicable se “normaliza” debido a la influencia del propio Dios.
En tanto que narración de lo maravilloso, el libro de Marco Polo es un espacio en donde, y desde donde se observan la vida y costumbres de seres que no están sometidos a los rigores de una ética cristiana. Es un espacio aparte, en el que el pecado (frecuentemente el de la lujuria) no es considerado como tal. Es como una proyección de los temores, pero también de los deseos, de ciertas libertades negadas al occidente cristiano-medieval, antes que una descripción de los rasgos principales de las distintas culturas de oriente.
Asimismo, es una descripción de algunos «oasis cristianos», en medio de un espacio hostil, lleno de sarracenos, «desiertos diabólicos y bestias». Basta ver algunos milagros que se relatan en él, como el de los cristianos que con sus oraciones mueven una montaña ante los ojos estupefactos del Califa de Bagdadpara salvarse de la muerte, así como la referencia continua al reino cristiano delPreste Juan, acosado siempre por infieles.
Es en fin, un anecdotario de magias, hechizos, encantamientos y sortilegios, que lidian con lo diabólico, y que vendrían a ser algo así como la contraparte a los milagros realizados ante los mencionados “oasis cristianos”, con ayuda del demonio y por tanto asociados a lo idolátrico, perverso y cruel.
Así se tiene que lo maravilloso, de origen precristiano, puede verse como una forma de resistencia cultural a la ideología oficial del cristianismo; lo milagroso, como una “normalización” de lo sobrenatural, puesto que se realiza mediante la intervención divina que banaliza la maravilla; y lo mágico, como lo que se debe excluir y combatir, ya que está profundamente ligado a lo demoniaco, lo tenebroso, y peligroso. Todo esto moviéndose en el libro, no con fronteras rígidas, sino como fenómenos mentales que se entrecruzan y mantienen lazos muy permeables entre sí.
País
Título original
Idioma
Delle meravigliose cose del mondo, 1496
Imagen del Preste Juan.
Marco Polo en la corte de Kublai Kan.
El ejemplar del la traducción al latín de Francesco Pipino anotado por Cristóbal Colón.
La elección del nuevo papa se retrasaba (acabaría siendo la más prolongada de la historia) así que Niccolò y Maffeo iniciaron el viaje de regreso a la corte de Kublai Kan en 1271, pero esta vez acompañados por Marco, que ya tenía diecisiete años. Llegaron a Acre, donde se encontraron de nuevo con Tedaldo Visconti, que quizá estaba allí en relación con la cruzada en la que estaba embarcado el futuro rey Eduardo I de Inglaterra. Tras desviarse a Jerusalén para hacerse con el aceite de la lámpara del Santo Sepulcro, siguieron viaje hasta Layas donde se enteraron de que la elección papal había recaído precisamente en Tedaldo Visconti, que adoptó el nombre de Gregorio X. Regresaron de inmediato a Acre, en una galera facilitada por el rey León III de Armenia Menor, donde Visconti les facilitó nuevas credenciales además de hacer que les acompañaran dos frailes dominicos, aunque estos pronto abandonaron el largo viaje.
Marco pronto se ganó el favor de Kublai Kan, haciéndole su consejero. Poco después Marco pasó a ser emisario del Kan, quien le daría diversos destinos a lo largo de los años. En sus diecisiete años de servicio al Kan, Marco Polo, llegó a conocer las vastas regiones de China y los numerosos logros de la civilización china, muchos de los cuales eran más avanzados que los contemporáneos europeos.
Cuando una embajada del rey de Persia le solicita a Kublai Kan una princesa para el rey, los Polo la acompañan, decidiendo regresar a Venecia.
Salida de Venecia.
Desembarco en Acre.
Marcha a través del Creciente Fértil hasta llegar a Tabriz.
Llega a la capital imperial en Pekín
Vuelve a Pekín, donde se inicia el viaje de vuelta.
Marcha hacia sur a Yangzhou.
Embarco en Zaitun.
Rodeo de las costas de China meridional, Indochina, Malaca y Sumatra.
Cruza el Golfo de Bengala hasta Ceilán y sigue la costa de la India hasta la Península de Kathiawar.
Desembarco final en Ormuz y nuevo regreso a Tabriz.
Cruza el Cáucaso y embarca de nuevo en Trebisonda.
Recala nuevamente en Constantinopla y regresa finalmente a Venecia.
A su regreso de China en 1295 (escoltando a una princesa china llamada Kokacín), la familia de Marco Polo se estableció en Venecia donde se convirtió en una sensación y atrajo a multitud de oyentes, que a duras penas creían sus historias sobre la lejana China.
No está claro cómo llegó Marco a la prisión genovesa donde se relata que en 1298 conoció a «Rusticiaus» de Pisa. En la primera mitad del siglo xiv en su obra Imago Mundi seu Chronica, el fraile dominico Jacopo d'Acqui afirmó que Marco fue hecho prisionero en 1296 tras una batalla marítima entre mercaderes genoveses y venecianos en las cercanías de Layas, aunque la fecha real de la batalla corresponde a 1294, el año anterior a la llegada de Marco a Venecia. De Giambattista Ramusio, en el siglo xvi, procede la versión que sitúa el origen del encarcelamiento en la batalla naval de Curzola, la gran derrota veneciana que tuvo lugar en septiembre de 1298, aunque la fecha deja escaso margen para que fuera trasladado a Génova, conociera a Rustichello y ambos comenzaran a redactar su libro. Quizá resultó capturado en algún otro enfrentamiento de menor importancia en torno a esas fechas, pero en cualquier caso debió ser liberado tras la ratificación del tratado de paz entre Génova y Venecia en julio de 1299.
Es posible que, como era habitual en Génova, la «prisión» consistiera en estar confinado en casa de alguna familia, pero en cualquier caso Marco pasó los pocos meses de su encierro dictando a Rustichello un detallado relato de sus viajes por las entonces desconocidas regiones de Extremo Oriente. El manuscrito original, probablemente escrito en francés antiguo o francoitaliano, no ha sobrevivido, pero el libro, Il milione (‘El millón’, más conocido en español como Los viajes de Marco Polo o Libro de las maravillas) tuvo rápido éxito fue y traducido pronto a muchas lenguas europeas. Estas traducciones, incluso las más tempranas, son a menudo bastante diferentes entre sí y contienen numerosos detalles contradictorios y controvertidos.
Existe una versión alternativa y minoritaria que considera la colaboración de Marco Polo y Rustichello en la prisión de Génova como una ficción.22 En este caso la versión de Rustichello sería la traducción al francés de un texto escrito originariamente por Marco en veneciano, un manuscrito que también se habría perdido cuya versión conservada más próxima sería la traducción al latín realizada entre 1310 y 1317 por el dominico Francesco Pipino. Rustichello habría escrito la obra para el rey Eduardo I de Inglaterra quien, en su condición de cruzado, tendría gran interés en datos sobre Asia y Oriente.
Marco Polo murió, después de redactar testamento, entre la puesta del sol y la medianoche del domingo 8 de enero de 1324, fecha que podría corresponder al 9 de enero debido a la ley veneciana que fijaba el final del día en el momento de la puesta del sol. Fue enterrado en la iglesia de San Lorenzo, donde también reposaban los restos de su padre, Niccolò,aunque su sarcófago desapareció durante las obras de reconstrucción en 1592.
Procede de Jacopo d'Acqui la anécdota, significativa de las dudas que ya en su momento suscitaron sus relatos, de que en su lecho de muerte su familia pidió a Marco que corrigiese o eliminase de sus historias todo lo que no fuese cierto. Marco se negó, insistiendo: «¡Solo he contado la mitad de lo que verdaderamente vi!».
Desde entonces, gran número de historiadores han puesto en duda, en todo o en parte, la veracidad básica del relato:algunos mantienen abierta la cuestión mientras otros descartan basándose en la evidencia interna la presencia de Marco Polo en China. Algunos autores afirman que Marco Polo (o también a veces incluso Maffeo y Niccoló) solo llegó a algún lugar de Asia central, como Bujará o Karakórum y que todos los detalles sobre China proceden de escritos persas o relatos de segunda mano. Algunas omisiones o inexactitudes que señalan son:
No figura en ninguna fuente histórica china o mongol;
En los relatos se afirma que Marco Polo fue gobernador durante tres años de la ciudad china de Yangzhou, pero no aparece en las detalladas listas de administradores locales de la dinastía Yuan.
También según su relato, los Polo ayudaron a Kublai Kan en la conquista de Saianfu (Xiangyang), la última ciudad en posesión de la dinastía Song, supervisando la construcción de tres catapultas. Sin embargo la ciudad cayó en 1273, dos años antes de la llegada de Marco a China, y tanto las crónicas chinas como las persas dan los nombres de los constructores de las catapultas, una familia procedente de Siria.
No menciona la Gran Muralla. Hay que tener en cuenta que en el siglo xiii la muralla estaba en gran parte en ruinas y que casi toda la gran estructura actual es obra de la dinastía Ming en el siglo xvi. Tampoco es mencionada por otros viajeros, como Odorico de Pordenone o Giovanni Marignolli, que recorrieron esa zona en el siglo xiv.
No menciona la costumbre de vendar los pies de las niñas, aunque estaba circunscrita a mujeres de clase alta, que normalmente se mantenían alejadas de extraños o extranjeros.
No menciona el té, bebida que en época de Marco solo era conocida en el sur de China, zona que parece ser desconocida para él.
No menciona la escritura china y para los nombres no suele utilizar las formas chinas y en su lugar recurre a las mongolas, pero sobre todo a las persas («facfur» como emperador de China, «Mangi» para referirse al sur de China y, en general gran parte de la toponimia). Existe coincidencia general en que Marco ignoraba el chino, pero hay que tener en cuenta que el persa era lingua franca en la corte mongola y que es posible que, a su vuelta a Europa, redactara el libro consultando documentación o mapas persas que habría traído consigo.
Para responder a estos argumentos algunos historiadores han supuesto que el hecho de atribuirse importante participación en algunos acontecimientos pueda responder al deseo de Marco Polo de ocupar algún puesto de relevancia a su vuelta, o también que fueran recursos de Rustichello para incrementar el interés del relato, como podría indicar el hecho de que ambas anécdotas se omitan en manuscritos que podrían corresponder a revisiones del texto hechas con posterioridad por el propio Marco.
También se ha argumentado que en los testamentos de los Polo, estaban a su muerte todavía en posesión de varias paiza de oro auténticas, los salvoconductos que se describen como procedentes del Gran Kan en persona («magnifici chan tartarorum»), abriendo también la posibilidad de que la de Marco proviniera de su tío Maffeo. Además probablemente proviene del relato de Marco Polo la primera mención a Japón (Cipango) en la literatura occidental, un caso único antes del siglo xvi.
Algunos historiadores han hecho notar que la redacción formularia y estereotipada de las descripciones que se ofrecen en el libro de lugares y acontecimientos ocurridos en el sur de China contrasta con la más detallada y concreta en cuanto los sucesos se producen en el norte. De esa diferencia concluyen que es posible que los Polo pasaran gran parte del tiempo en esta última zona, entre la nueva capital, Daidu, y la residencia de verano de Shangdu, y que su conocimiento del sur dependiera mucho más de testimonios de segunda mano. Hay que tener en cuenta también que en los relatos, los Polo se mueven sobre todo en los ambientes de la corte mongola, lejos de la base de la población china, que recién había sido conquistada y cuyas costumbres les eran extrañas.
En los relatos de Marco Polo, también se describen otros aspectos de la vida en Asia Oriental, con mucho detalle: el papel moneda, el Gran Canal, la estructura del ejército mongol, los tigres y el sistema postal imperial.
Cronistas posteriores a Marco Polo rastrearon sus orígenes hasta la isla de Curzola en el mar Adriático (actualmente Korčula, en Croacia) donde incluso se sigue conservando una vieja casa en la que se dice que nació. Sin embargo, la historiografía moderna tiene serias dudas de este origen, pues el apellido Polo (de origen veneciano) aparece mencionado varias veces en ciudades del norte de Italia. No obstante, hay quienes afirman que su verdadero nombre y apellido eran Marc Pol, apellido que, efectivamente, tuvo su primera aparición en Dalmacia. Esta última afirmación es dada con base en los registros aparecidos en el anuario veneciano Chronicon Iustiniani (1358). El escudo familiar de los Pol contiene tres pájaros de agua, aves que recibían el nombre de "pol" en Dalmacia del Sur, mientras que en Venecia se les llamaban "pola", palabra de la cual se cree se derivaron los apellidos "Polo" y "Pollo" en Italia.
La iglesia de San Lorenzo, en el sestiere veneciano de Castello, donde fue enterrado Marco Polo en 1324.
Marco Polo en la corte de Kublai Kan.
Aunque los Polo no fueron en forma alguna los primeros europeos en llegar a China por tierra (considérese por ejemplo a Juan de Plano Carpini así como la única delegación romana que partió a la China con objeto de establecer relaciones diplomáticas entre Roma y China), gracias al libro de Marco, su viaje fue el primero en conocerse ampliamente y el mejor documentado hasta entonces.
La leyenda cuenta que Marco Polo introdujo en Italia algunos productos de China, entre ellos los helados, la piñata y la pasta, especialmente los espaguetis. Sin embargo, esta leyenda está muy cuestionada. Por ejemplo, hay pruebas de que la pasta era conocida en Grecia e Italia desde la antigüedad. En la España árabe hay referencias escritas acerca de los fideos (llamados entonces aletría) desde el siglo XII.
El libro escrito por Marco Polo, a pesar de que muchas de sus aseveraciones, en su época, se pusieron en duda, inspiró a muchos viajeros y exploradores. El mismo Cristóbal Colón tenía una copia, con anotaciones manuscritas suyas en los márgenes, que todavía se conserva.
Casa de la isla de Curzola (Croacia) en la que habría nacido Marco Polo.
(Venecia, actual Italia, 1254-id., 1324) Explorador y mercader veneciano. Su padre (Nicolás Polo) y su tío, miembros de una ilustre familia de mercaderes de la próspera República Veneciana, ambicionaban comerciar con el pueblo tártaro de Oriente.
Ambos hermanos emprendieron conjuntamente una expedición hacia Oriente en el año 1255; cuando hubo noticias de la llegada de los mercaderes al territorio, el emperador mongol Kubilai Kan los mandó llamar, dado que la presencia de unos latinos constituía un hecho extraordinario. Durante catorce años permanecieron entre los mongoles. De regreso, los Polo actuaron como embajadores del emperador y visitaron al Papa en su nombre, para transmitirle el deseo de Kubilai Kan de que éste enviara sabios y sacerdotes a visitar su Imperio.
En el año 1271 y con la bendición de Gregorio X, los Polo, incluido Marco, que a la sazón contaba diecisiete años, comenzaron su segundo viaje por tierras orientales. Atravesaron Israel, Armenia, llegaron a las regiones de la actual Georgia y luego al golfo Pérsico. Desde allí remontaron hacia el norte, cruzaron Persia y después se adentraron en las montañas de Asia Central, siguiendo el itinerario de la ruta de la seda. La travesía del Pamir los condujo a los dominios del Gran Kan. Tras superar los desiertos que rodean Lob Nor llegaron a Kancheu, la primera ciudad realmente china, donde establecieron contacto con una civilización que practicaba una religión casi desconocida para Occidente, el budismo; permanecieron en el lugar un año, durante el cual se dedicaron al comercio.
El viaje de Marco Polo
Reemprendieron entonces el viaje, acompañados de una escolta enviada por el Gran Kan para conducirles al nordeste de Pekín, donde el emperador tenía su residencia de verano. Pronto el soberano tomó a Marco Polo bajo su protección personal, le demostró una confianza absoluta, y le comenzó a asignar todo tipo de misiones: así, por ejemplo, ingresó en el cuerpo diplomático de la corte y se convirtió en gobernador, por tres años, de la ciudad de Yangzhou. Su padre y su tío se dedicaron a los negocios, al tiempo que actuaban como consejeros militares de Kubilai Kan.
Se desconocen los detalles de este período de la vida de Marco Polo; sin embargo, mientras permaneció al servicio de Kubilai Kan, tuvo oportunidad de viajar por todo el territorio de la dinastía mongol, que por entonces se hallaba en pleno apogeo, y adquirir conocimientos sobre la cultura y las costumbres de China. Destacaban el esplendor de la capital, su organización administrativa y la de todo el país, el sistema de correos, la construcción de obras públicas, el trabajo artesanal de la seda y el uso de papel moneda.
Cuando la familia Polo manifestó el deseo de partir, Kubilai Kan no se opuso, aunque les confió todavía una última misión: escoltar hasta Persia, en un trayecto por vía marítima, a una princesa china que iba a casarse con un kan persa. En el año 1295 los Polo llegaron a Italia, donde fueron recibidos con tantas muestras de interés como de incredulidad, por lo que se vieron obligados a exponer sus riquezas para que la gente creyera sus historias.
Más adelante, en el transcurso de una batalla naval entre las flotas de Génova y Venecia, Marco Polo, capitán de una galera veneciana, fue capturado por los genoveses. Durante los tres años que permaneció prisionero dictó el relato de su viaje a un compañero, escritor de profesión. El material se recopiló bajo el título de El descubrimiento del mundo, también conocido como El millón o Libro de las maravillas del mundo. Estas narraciones constituyen el primer testimonio fidedigno del modo de vida de la civilización china, de sus mitos y sus riquezas, así como de las costumbres de sus países vecinos, Siam (Tailandia), Japón, Java, Cochinchina (que corresponde a una parte de Vietnam), Ceilán (hoy Sri Lanka), Tíbet, India y Birmania.