La familia de Francisco Nicolás, con el joven estafador incluido, ha huido de su domicilio en el barrio madrileño de prosperidad después de que se inicie una investigación por la supuesta comisión de varios delitos, entre los que se encuentran falsedad documental y usurpación de funciones públicas.Las autoridades comenzaron a seguir la pista después de que el pequeño Nicolás se hiciera pasar por agente del CNI ante una persona que trabajaba de verdad para la Inteligencia española, que ante la falta de información sobre el joven, puso en alerta a sus superiores.
Relaciones con altas instancias del Estado
Hasta entonces, el joven estafador había logrado codearse con las altas instancias del Estado sin que nadie reparara en su falsa identidad, la cual empleaba para estafar a empresarios aprovechando sus supuestos contactos con miembros del Gobierno y de la Casa Real. Ahora, los familiares del joven han salido de barrio para evitar el revuelo mediático que ha levantado el caso. Varios vecinos han señalado al portal Vozpópuli que la presencia de periodistas frente al domicilio familiar habría incomodado a los padres de Nicolás, del que tampoco se tienen noticias después de que quedara en libertad.
Piso de la realeza búlgara
Además, se ha conocido que el chalet de El Viso desde el que operaba su trama pertenecía a Kyril de Bulgaria, un miembro de la realeza del país balcánico, y que estaba alquilado a la constructora Edhinor, según ha informado El Confidencial. El chalet de El Viso pertenecía a un miembro de la realeza búlgara. Fuentes de la constructora han señalado que no saben nada del joven estafador, aunque Nicolás, que no ha arrojado toda la luz sobre esta cuestión, ha asegurado tener vínculos que le unen a la firma.
Alquiler de 5.000 euros al mes
Sin embargo, el secretismo que hay en torno a la investigación impide que de momento se conozca toda la información que manejan los investigadores, y en la que es una verdadera incógnita la forma en la que un joven de 20 años conseguía costear un alquiler que podría ascender a los 5.000 euros mensuales.
Nicolás, empadronado en el chalé de una empresa de obras públicas
El imputado por estafa y falsedad se reunía con empresarios en la casa de El Viso, alquilada por la firma a Kyril de Bulgaria, que desconocía quién ocupaba el inmueble
La empresa Edhinor negó a este periódico cualquier vínculo con el 'caso Nicolás'
Vista exterior del chalé de El Viso que el presunto estafador F. Nicolás Gómez-Iglesias utilizaba como 'oficina'.
La constructora española Edhinor, que ha ejecutado numerosas obras públicas, era la arrendataria del chalé de El Viso, en la calle Carbonero y Sol, 32, que el presunto estafador Francisco Nicolás Gómez-Iglesias usaba como centro de operaciones para sus reuniones con empresarios y políticos.
Los propietarios del chalé, sin embargo, son Kyril de Bulgaria, príncipe de Preslav, y su ex mujer, Rosario Nadal, que ayer se desvincularon totalmente del alquiler del inmueble.
El chalé, que tiene la categoría de casa-hotel, está en una de las zonas más tranquilas y exclusivas de Madrid y actualmente está ocupado por una familia portuguesa. Anteriormente, en el periodo en el que el llamado pequeño Nicolás le daba uso, era una empresa que realiza obras públicas la que lo tenía alquilado.
No sólo eso. En su declaración ante la juez, Gómez-Iglesias aseguró que vivía en casa de su abuela, en la calle Maudes, en Chamberí, pero lo cierto es que disponía del chalé de Carbonero y Sol, 32 como algo más que una oficina. De hecho, era la vivienda donde residía según consta en su Documento Nacional de Identidad. Está empadronado allí.
El propio Kyril de Bulgaria, dueño del inmueble, explicó ayer a este periódico que nunca conoció al pequeño Nicolás. «Nunca he conocido al presunto estafador y nunca he tenido nada que ver con él. Por supuesto, no sabía que había estado en la casa», señaló el príncipe de Preslav, que aseguró que la vivienda, valorada en varios millones de euros, «se alquila a través de una agencia especializada que se encarga de los trámites con los arrendadores».
«La casa estuvo alquilada a una empresa y el contrato de alquiler se canceló a petición de la empresa en junio de este año, después de que ésta diera el preceptivo preaviso de tres meses», señaló Kyril.
En un comunicado, la constructora Edhinor ha negado que fuera arrendataria del chalé y ha negado también que la empresa haya mantenido "vinculo alguno ni laboral ni profesional con Francisco Nicolás G. I."
Coches de alta gama
Según el documento del registro de la propiedad, al que ha tenido acceso este periódico, el inmueble dispone tres plantas, un semisótano y un garaje, y cuenta con unos 700 metros cuadrados útiles. Varios vecinos recuerdan que veían habitualmente coches de alta gama aparcados en la puerta, «algo nada extraño porque es un barrio de cierto nivel».
El chalé le serviría el presunto extorsionador para aparentar cierto nivel económico en los presuntos negocios que llevaba a cabo, haciéndose pasar por asesor del Gobierno o incluso de empleado del CNI.
La casa estaba llena de cámaras y en ella siempre había un filipino con una pistola que, según el detenido, decía ser del CNI. Así lo cuenta uno de los empresarios presuntamente extorsionados por Nicolás. «He estado en ese chalé 20 veces. Estaba lleno de cámaras y siempre había coches oficiales. Imagino que no sería suyo por lo que eso me habla que ahí había gente importante implicada, pero él tenía un cuarto allí», asegura este empresario.
El inmueble parece más un búnker que la vivienda de una familia acomodada. Cuenta con una piscina en su jardín. Según empresarios que estuvo en la casa, Nicolás se paseaba por allí como pedro por su casa. Tenía llave de la lujosa vivienda y negociaba con los empresarios en un salón de diseño vanguardista.
«La casa tiene cámaras por todos los lados y está muy preparada para reuniones al más alto nivel. No tenía pinta de que viviese nadie allí. Nicolás nos recibía allí como si fuese su casa y tenía a una persona con rasgos filipinos a su entera disposición. Se llamaba Joaquín, tenía pistola y decía ser del CNI», dice otro empresario que contacto con el presunto usurpador para tratar de arreglar una situación de su compañía.
Esta fuente asegura que la casa siempre estaba llena de coches oficiales y cuenta que el detenido jamás le mencionó que la vivienda fuese propiedad de Kyril de Bulgaria.
«Me hablaba de todo el mundo, pero nunca de Kyril. Probablemente no supiese que era su mansión», cuenta este businessman que compartía whiskys con el pequeño Nicolás en el salón del chalé. «En la casa había gente de servicio que nos ponía lo que quisiéramos. Estaban a la orden de El niño», recuerda este hombre, que alucinaba con el despliegue de Francisco Nicolás.
«Parecía un ministro cuando le daba órdenes a su persona de confianza. De repente le decía: 'Vete fuera a hacer contravigilancia', y el otro lo hacía», comenta esta fuente, que afirma que en esa casa se cerraban acuerdos «muy gordos».