Segunda Etapa, continuación del Bosque de Las Preguntas
Segunda Etapa
El profundo bosque de la meditación
la meditación nos permite descubrir que poseemos una luz interior; pero en este estado, el alma no proyecta su luz, sino que lo recoge en si misma, en el silencio de la meditación, el alma, en ausencia de deseos y temores, reposa en su propia gloria. Para proyectar o desplegar su luz, necesita un espacio sin el cual no le es posible hacerlo. El espacio del alma es interior.
La idea de luz aparece en todos los simbolismos religiosos, la luz y el aliento son las manifestaciones de la presencia del espíritu. La triada “calor, luz y perfume” señalan las tres etapas en el progreso evolutivo del hombre espiritual. Son los estados del amor, consciencia y creatividad.
Una persona realmente meditadora es alegre, la vida le resulta divertida, para ella es un juego con el que goza enormemente, porque esta relajada.
La meditación es un intento deliberado de penetrar en los estados más altos de consciencia y finalmente ir más allá. El arte de mover el foco de la atención a niveles cada vez más sutiles sin perder nuestro control sobre los niveles dejados atrás. En cierto modo es como tener a la muerte bajo control, se debe ser enérgico cuando se dedica a la meditación. Definitivamente, no es una ocupación a tiempo parcial. Limite sus intereses y actividades a lo que sea necesario para usted y a las desnudas necesidades de los que dependen de usted. Guarde todas sus energías y tiempo para romper el muro que la mente ha construido alrededor de usted, no se arrepentirá. La mente es la confusión, es, en sí misma la intranquilidad. La meditación es un medio para acabar con la mente, para despedirse de la mente, para apartarse de la confusión. La meditación significa salir de la mente.
Dentro de nosotros fluye una corriente de consciencia divina, pero nos estamos aferrando a la orilla, a la orilla del cuerpo-mente. La corriente interior es como un río, y el que se deja flotar en ella llega al mar. La meditación es como flotar. El que aprende a flotar alcanza lo divino.
Cuando entremos en el bosque profundo de la meditación es el único templo que no tiene paredes.
120. Todo le que hacemos, decimos, sentimos y pensamos, se relaciona retroactivamente con el ego. Pero es improbable que el ego pudiera ser inducido a poner fin de buena gana a su propio dominio. Sus maneras engañosas y sus hábitos embusteros pueden inducir a un aspirante a creer que él está llegando a un alto tramo, cuando meramente está viajando en circulo. El ego, al ser finito, no puede producir un resultado infinito a través de sus propios esfuerzos. Urde sus pensamientos y despacha sus deseos un día tras otro. Las aspiraciones espirituales, los ideales morales y hasta las experiencias místicas son proyecciones invertidas del ego. La meditación viene en forma muy silenciosa, como un murmullo, esa suave y pequeña vos está dentro de ti, pero tu estás lleno de ruidos, ocupaciones, compromisos. Ábrete y la meditación te llevará al mundo de la inocencia, lejos de la corrupción de la sociedad.
121. ¿Estas realmente en guerra con tu ego? En la actualidad usted está movido por el principio del placer/dolor, lo cual es el ego. Usted se lleva bien con el ego, no lo combate. Ni siquiera es consciente de cuán totalmente inducido está usted por las consideraciones personales. Un hombre debe estar siempre en rebelión consigo mismo, porque el ego, como un espejo deformado, mengua y distorsiona. Es el peor de los tiranos, lo domina a usted absolutamente. Lo que tiene que desaparecer es el gobierno del ego, la función del egoísmo, no el ego mismo. ¿Qué o quien está buscando la iluminación? No puede ser el yo superior, pues éste es de la naturaleza de la luz. ¡Entonces, solo queda el ego! Este ego, que es objeto de tantas denuncias y vituperios deberá ser como Jesús, dejarse crucificar, entregarse totalmente, al final, como el precio que hay que pagar.
122. El ego no gobierna a los hombres sólo a través de los deseos animales o materialistas. También se hace cargo de sus aspiraciones espirituales y las maneja activamente, se desliza hasta dentro de su trabajo para que el hombre sólo acepte de la enseñanza lo que convenga a sus propios fines personales, para que ignore el resto o sólo toma lo que convenga a su propia comodidad personal, y sea contrario al resto. Hasta la conducta irreprochable y los modales impecables pertenecen al ego, no al hombre espiritual. El ego no sólo obligadamente le suministra un sendero espiritual para tenerlo ocupado durante varios años y de esa manera le impide descubrir dónde ese ego tiene su guarida, sino que también le suministra una iluminación espiritual para autenticar ese sendero ¿Es necesario decir que esta falsificada iluminación es otra forma del propio agrandamiento del ego? El ego es arrogante, altanero, engreído y auto-engañado, es lo más feo del ser humano. Sentado bajo un árbol, sin pensar en el pasado ni en el futuro, solo estando allí ¿Donde estás?¿Donde está el yo? No puedes sentirlo, no está ahí. El ego nunca ha existido en el presente.
123. La mente es un instrumento al fin y al cabo, y debería saber como utilizarlo. Al igual que le enseñan los usos del cuerpo, así también debería conocer cómo utilizar correctamente la mente. Cuando se lo logra usted se libera del deseo y del temor, los cuales son enteramente debidos a la utilización incorrecta de la mente. Toda práctica espiritual consiste en la eliminación del ser personal (del ego). Tal práctica requiere una determinación de hierro y una aplicación implacable ¿Donde encontrar la integridad y la energía para tal trabajo? La encuentra en la compañía de los “sabios” que logrado esclavizar al ego. Cuando no hay “yo”, uno queda libre de un potente estorbo. Usted puede descubrir que no es una persona limitada en tiempo y espacio ¡piense en la diferencia que había!
124. Tanto el hombre común, como el científico, el filósofo, dan demasiada importancia al estado de vigilia. Sin el dormir el estado de vigilia sería imposible: sin dormir uno enloquece o muere ¿por qué dan tanta importancia a la consciencia de vigilia cuando depende tan obviamente del inconsciente? En la práctica espiritual no sólo hay que cuidarse del inconsciente si no también de la consciencia de vigilia ¿Cómo se cuida uno del inconsciente? El yo soy es recuerdo de si, saber que usted es. Observese a si mismo incesantemente y lo inconsciente fluirá a la consciencia de vigilia sin ningún esfuerzo especial por parte de usted. Los temores y deseos incorrectos, las falsas ideas y las inhibiciones sociales, están bloqueando e impidiendo a lo inconsciente su libre interacción con la consciencia de vigilia. Una vez libre para mezclarse, los dos se convierten en todo. La persona se funde en el testigo, el testigo en el recuerdo de si, el recuerdo de si en el puro ser, y sin embargo la identidad no se pierde, sólo se pierden sus limitaciones. Ninguna actividad externa puede alcanzar al ser interior: el culto y la oración permanecen en la superficie, para ir más profundamente es esencial la meditación, el esfuerzo de ir más allá de los estados del dormir, soñar y vigilia.
125. Dé toda su atención a la pregunta ¿qué es lo que me hace consciente? Hasta que su mente se convierta en la pregunta y no pueda pensar en nada más. Utilice todo como una oportunidad para ir hacia dentro, tu “persona” debe ser examinada cuidadosamente y su falsedad vista, entonces su poder sobre usted acabará. Una vez que usted está más allá de la “persona”, no necesita que le digan nada para poder conocer. Grande es la bendición si uno se siente en armonía con la luz.
126. Observe, en el momento que empieza usted a hablar, crea un universo verbal, un universo de palabras, ideas, conceptos, y abstracciones, entretejidos e interdependientes, generándose, sosteniéndose y explicándose unos a otros de la manera más maravillosa, y a la vez todas sin esencia o sustancia, meros creaciones de la mente. Las palabras crean palabras, la realidad es silenciosa. Las palabras sirven al limitado propósito de la comunicación ínter profesional. Las palabras no transmiten hechos, los señalan. La mente moldea al lenguaje y el lenguaje moldea a la mente. Ambos son herramientas, utilícelas, pero no las use mal. Las palabras solo pueden llevarle al propio limite de las palabras, pero ir más allá debe usted abandonarlos. Permanezca solo como el testigo silencioso. Para ir más allá de la mente y la paz: este es el camino más allá.
127. Sólo el estado de meditación se recorre el “sendero de la sabiduría”, allí se descubre que el tiempo no importa en lo que atañe al sendero. Se ve la ilusión y se sabe para quien existe la ilusión, con este ver la ilusión desaparece, conociendo lo que es inmediato e íntimo. La mente. Siempre trata de averiguar lo que es distante y desconocido. Llegó a descubrir la estructura del átomo y las partículas subatómicas, en consecuencia la mente es más sutil que las partículas. Lo que está detrás de la mente o sea, el alma individual, es más sutil que la mente. Y cuando el alma individual se une a lo universal (la realidad) “el espíritu supremo” es más sutil que lo sutilísimo y mas grande que lo máximo.
128. La meditación no es una postura, sentarse o acostarse de alguna forma, ni están prescriptos horarios ni complementos de índole alguna, no hay norma rígida y fija. Es la búsqueda constante del Atman (yo superior). El yo puro es la realidad, la existencia – consciencia. Bienaventuranza absoluto. Cuando se olvida eso, se dejan ver todas las aflicciones, y cuando a eso se lo mantiene firme, las aflicciones no afectan a la persona. El hecho que el ego surja del yo real y de que lo olvide, es porque el ego se identifica con el cuerpo, y así pierde de vista al yo real, el resultado de esta inadvertencia es la oscura ignorancia y la aflicción de la vida actual. Así es como puede decirse que el nacimiento de la persona (ego) mata a la madre. El anhelo de recuperar a la propia madre es lo mismo que realizarse uno mismo, en realidad, el deseo de recuperar al yo superior, esto es entregarse a la madre, para que ésta viva eternamente.
129. Estar solo (sentirse solitario) y la soledad no son sinónimos. Sentirse solitario es negativo, te falta algo, la soledad es positiva, has encontrado algo. Una persona podría estar metido en el mundo y mantener la serenidad de su mente, esa persona esta en soledad. Otra persona puede estar en un desierto, en un bosque, pero es incapaz hasta de controlar su mente, esta persona esta sola. Un hombre apegado al deseo, no puede tener soledad, cualquiera que sea el sitio en el que el esté, un hombre desapegado esta siempre en soledad. La realización del yo superior es la máxima ayuda que puede prestarse a la humanidad. En consecuencia, se dice que los realizados son útiles aunque permanezcan en las montañas, en soledad. ¿No es necesario que los realizados se mezclen con la gente de la ciudad y sean útiles a ésta? Sólo el yo divino es la realidad, el mundo y el resto de éste no lo son. El ser realizado no ve al mundo como si fuera diferente de él mismo, de manera, entonces, que la realización del hombre conduce a la elevación de la humanidad sin que esta última se dé cuenta de ello, puesto que están dormidos. En este estado la gente “imagina” que sólo pueden ser útiles los hombres que trabajan en el mundo. Hasta que no despierten no captaran esta verdad.
130. El primer culto de la humanidad fue hacia el árbol, y en el antiguo Egipto, Osiris como espíritu del árbol. En la sagradas salas de los templos egipcios donde tenían lugar las iniciaciones del alma, se enseñaba el espíritu o aspecto esotérico de la religión y el “gran misterio del ser” es los “misterios de Osiris” este misterio es profundo y sublime que, cuando el buscador logra descorrer el velo que lo oculta ubicándose frente a él su mente rehusará funcionar y será cabalmente incapaz de plasmar pensamientos. Le preguntaron a un anciano Hunza de 110 años cuál era el secreto de su larga vida y su buena salud. Dijo: “La verdad es que he estado recibiendo vida de los árboles, me abrazo a ellos con amor y de repente, empiezan a irradiar en mi cuerpo sutiles corrientes de energía. Son ellos los que me han mantenido vivo y lleno de savia”. Existen cuatro lugares en el mundo donde parece que la gente alcanza edades extraordinarias. Abjasir en el Caucáso, la mítica tierra de Medea y en cuyas montañas Prometeo fue encadenado. La montañosa Vilcabamba, en el sur de Ecuador, Hunzaland en el Pakistan con la frontera de China, y en el Aconquija al Noroeste de la Argentina. A estos cuatro pueblos los une un antiguo proverbio que dice: “Además de a Dios necesitamos también a los ancianos del pueblo”. Estos hombres de muy larga vida comprendieron que son interdependientes, puedes hacer feliz al árbol y el árbol puede hacerte feliz. La totalidad de la vida es interdependiente. A esta interdependencia los sabios ancianos lo llamaron Dios.
131. ¿Cuál es el poder real del hombre?¿Es el poder político y militar violento y agresivo? O ¿el poder religioso sutil y sin violencia? Una araucaria tiene fuerza, como también la tiene la hierba. Cuando llega el huracán cae el árbol, y no se levanta más, mientras que la hierba se erguirá de nuevo cuando el viento amaine. La roca es fuerte, pero con el tiempo el agua la convierte en arena. ¿Consiste el poder en acrecentar bienes materiales? O ¿consiste en producir la paz? La perfección suprema es la que tiene como resultado la paz. El hombre mecánico define el poder como la capacidad de hacer que los demás hagan lo que queremos nosotros, o la capacidad de evitar que la gente actúe en contra de nuestros deseos, argumentando y justificando las creencias, las tradiciones, las costumbres. La verdadera meta de la vida meditativa es comprender que la paz del espíritu es la señal característica de la divinidad.
132. Empédocles fue el filósofo poeta que expuso en verso sus doctrinas filosóficas. Convencido de que el hombre es quien labra su propia desdicha inacabable, declara fríamente: “Queremos tener paz interior
y no miramos hacia adentro”
He aquí que, en una sola frase, la cruel agudeza del poeta pone al desnudo nuestra obstinación. El hombre ve sólo una pequeña parte de una “vida que no es vida” (porque se desvanece pronto) y conoce sólo aquello con que casualmente se encuentra. La mente es inquieta por naturaleza. Empiece a liberarla de su inquietud, dele paz, liberele de distracciones, instruyala para que mire hacia adentro, convierta esto en una necesidad. Esto se efectúa ignorando al mundo externo y eliminando los obstáculos para la paz espiritual. ¿Cómo y cuando ha de efectivizarse la desaparición del mundo objetivo? La desaparición es completa cuando se elimina al sujeto correspondiente, o sea, la mente. La mente es la creadora del sujeto y del objeto, y es causa de la idea dualista. Por tanto, es la causa de la errónea noción de los yoes limitados y de la aflicción que es consecuencia de esa idea errónea. ¿Cómo se elimina de la mente a la inquietud? Los contactos con objetos distintos a ella misma hacen que la mente esté inquieta. El primer paso es la pérdida de interés, la falta de pasiones. Siguen a continuación la meditación que se caracteriza por el control de los sentidos exteriores y de las facultades interiores.
133. ¿Cómo es que el yo superior ha de ser conocido o realizado? Los maestros dicen: “Trasciende el actual plano de la relatividad? Un ser separado como el yo inferior parece conocer algo aparte de sí mismo, lo exterior. O sea, el sujeto es consciente del objeto. Existe una unidad subyacente en estos dos. Elimine las separadas identidades del sujeto y del objeto. Dice un texto ocultista Tibetano: “Los hombres crean el tiempo a partir del vacío: ellos mismos son el vacío”. Quienes comprenden esto podrán penetrar profundamente en el elemento de Nirvana, que trasciende la relatividad. Todos los pensamientos no guardan coherencia con la realización. El estado correcto consiste en excluir los pensamientos de nosotros mismos y todos los demás pensamientos. El pensamiento es una cosa, y la realización es otra enteramente distinta.
134. La concepción intelectual del vacío siempre parece, al principio, desagradablemente austera para la sensibilidad humana. Esta reacción surge del inculcado materialismo de la sensibilidad humana, o sea la incapacidad para ver más allá de lo que podemos ver, gustar, oler, oír o tocar. Al principio muy pocos pueden enfrentar el concepto de este vasto vacío, sin echarse atrás con pavor, sin embargo es necesario mirarlo de frente hasta que se convierta en una noción familiar y aceptable, para poder pasar a la próxima etapa superior de la sabiduría. La noción de un vacío sin forma ni propiedades resulta incomprensible para el intelecto y sólo puede captarlo una superior facultad de intuición interior. Ya que si es la verdadera naturaleza de todos nosotros, y si miles de iluminados lo han alcanzado en el pasado, su conocimiento, por cierto que no podemos afirmar que esos hombres eran nada y que lo que ellos conocieron fue la no-existencia. Medita sobre el vacío y cuídate de no pensar en ello porque en el mismo momento en que piensa en el vacío la mente lo esta llenando.
135. Quien espera encontrar lo real donde no está, entre las formas transitorias y las condiciones fugaces, que no son más que las apariencias de la mente, en lugar de buscarlo donde verdaderamente está o sea en la esencia de la consciencia universal. El hombre debe renunciar a su propia pequeñez y tocar lo universal si es que desea glorificar la verdad. Si la perseverancia triunfa al final, es porque aquello que estaba en su propia naturaleza interior, tenemos que estudiar lo real por etapas sucesivas. Así este aspecto de grandioso vacío no debe ser considerado como su aspecto último. Con todo, llegar a esta noción es una etapa necesaria de dicho estudio, y que produce un doble resultado. Primero, al quitarle al universo su sustancia material, destruye nuestro innato materialismo, segundo reduciendo todas las cosas separadas a un aparente vacío, se nos quita nuestra última excusa para atarnos a esas cosas, así pues, no sólo es una etapa metafísica de instrucción, sino también una etapa de disciplina de liberación.
136. La mente (el pensar) distorsiona la realidad, y la meditación (la consciencia) la revela. El exterior es el mundo de las apariencias y tu persigues todas las apariencias que puedas obtener, y todo ese tiempo te alejas de ti mismo, todo ese tiempo vives en sueño. Si te alejas del origen te lo pierdes todo. Puede que te mueras siendo muy rico, pero en el interior morirás pobre, tan pobre como un mendigo. Sólo aquellos que trasciende la muerte es poderoso, todo lo demás es impotencia. “La muerte es el criterio”: lo que sea que puede trascender la muerte, lo que sea más poderoso que la muerte, será la realidad. Lo real no puede morir, lo irreal muere una por mil veces.
137. ¿Cuál es el propósito de todo este juego de la existencia?¿Cuál es el significado de toda esta vegetación, esta fauna y estos seres humanos creciendo?¿Cuál es el significado de esta tierra y este cielo? Para la mente, el significado debe de estar al final, en el lugar donde se mueve esta existencia, en su destino. Si conocen a la mente descubrirán que ella es una fabuladora. El significado no esta al final, en el futuro, sino en el principio, en sus raíces, debe estar en la semilla. Esto es meditación: mirar en el interior de la semilla, dentro de uno mismo. Allí el significado florece inmediatamente. En la historia de los tiempos heroicos de India, Jahaka, rey de Videha y padre de Sita, la heroína del Ramayana dijo: “he descubierto al ladrón que ha estado arruinando durante tanto tiempo. Ahora me ocuparé de él sumariamente, entonces seré feliz”. Con cada pensamiento surge un “yo”, y con su desaparición también desaparece ese “yo”, la mente que subsiste es el problema real, ese es el ladrón, según Janaka. Descubralo y sera feliz.
138. ¿Qué son las experiencias mundanas, si no las que están construidas sobre el “yo falso” ¿qué podrá saber alguien sin conocer al “yo real”. Todo el conocimiento mundano está construido sobre ese cimiento endeble ¿cómo puedes tu buscar la verdad? ¡Tu eres irreal! ¿cómo vas a buscar lo divino? Como mucho, tu mente proyectará una ilusión, proyectarás una verdad. Te imaginaras una verdad, soñaras una verdad. Toda búsqueda es de la mente, la búsqueda es un deseo, has buscado la riqueza en el mundo y ahora buscas a dios y la verdad, pero tu eres el mismo. Nada ha cambiado, solo las palabras. La consciencia nunca busca, nunca persigue nada, la consciencia simplemente es, es ser. El yo real es sólo ser, no siendo esto ni aquello.
139. El maestro afirma: “El corazón es el sitio en el que la mente reposa”. La meditación va encaminada a liberar la energía de tu cabeza donde esta aprisionada, para que pueda entrar primero en el corazón y después en el ser que es tu verdadero centro. El corazón está a medio camino entre la cabeza y el ser. El pensamiento es de la cabeza, es el mundo del científico y del filósofo, el mundo de los necios, más profundo está el mundo de los sentimientos, del corazón: es el mundo de todos los artistas y poetas. Piensa menos y siente más, intelectualiza menos e intuye más. El pensamiento es un proceso muy engañoso, pues te hace creer que estás haciendo grandes cosas cuando lo único que haces son castillos en el aire. Los sentimientos son más materiales, más sustanciales, y tienen la capacidad de transformarte. El pensamiento es muy apreciado por el ego, pues el ego se nutre de ficciones, el ego no puede digerir ninguna realidad.
140. La gente se aferra a sus opiniones, carecen de fundamente, pero aún así se aferran. Cuanto menos fundamento tiene la opinión, más gente se aferra a ella. La meditación te enseña a dejar de mantener opiniones. No lleves contigo ninguna escritura, de ninguna índole, si no podrás llegar a ser un hombre de conocimiento pero nunca un hombre sabio. Podrás llenarte de información, pero todo será prestado y estará muerto. La opinión no es la verdad, no puede ser. La opinión es de la mente, y la verdad no viene de la mente, la verdad ocurre cuando ya no hay mente. La opinión es lo conocido y la verdad es lo desconocido. Cuando cesa lo conocido, lo desconocido llega a ti. No puedes cargar con ningún conocimiento, porque el conocimiento pertenece a la mente, no a la consciencia. La sabiduría es tu visión original: no viene del exterior, crece en ti, procede de un centro más profundo, surge desde su profundidad, un día está sin expresar, otro día está expresado, un día estaba sin manifestar, otro día se ha vuelto manifiesto.
141. Con la meditación profunda se descubre que el corazón está a la derecha, mientras los biólogos han descubierto que está a la izquierda. El órgano físico esta a la izquierda, pero el corazón del que habla el meditador no es físico y sólo está del lado derecho. Esa es una experiencia que todo ser humano puede lograr. Esto se sabe hace miles de años porque esta escrito en el Sita-Upanishad. Además el libro Sapiencial del viejo Eclesiastes dice (10-2): “El corazón del sabio esta a su mano derecha, más el corazón del necio a su mano izquierda”. Este corazón no físico es la sede donde surge y se asienta el yo real, y es el corazón mismo, el corazón es el alfa y el omega.
142. La gente que intenta meditar trata de permanecer en silencio. Tu silencio cultivado no es más que ruido reprimido. Ese silencio no es verdadero, sólo es silencio impuesto. Puedes envolverte en una capa de silencio, pero no es mas que engañarte a ti mismo. Esa capa no te servirá de nada. El silencio tiene que surgir de tu propio ser. No se puede imponer al interior desde el exterior, sino que, por el contrario, tiene que brotar del interior hacia el exterior, extenderse desde el centro hacia la circunferencia. Entonces se trata de un fenómeno completamente distinto. En compañía de una persona realizada este silencio paraliza sus mentes. El silencio es un discurso que no concluye jamás. El discurso oral obstruye al otro discurso silencioso. En el silencio uno está en un contacto íntimo con lo que le rodea. Se dice que el silencio es una exposición de la verdad así de potente es el silencio. Para el discurso oral, los órganos de la palabra son necesarios y lo preceden. Sin embargo, el otro discurso trascendente, o palabras impronunciadas, las disertaciones tal vez entretengan a los individuos durante unas horas, sin que lo mejoren. Por otra parte, el silencio es permanente y beneficia a toda la humanidad. La gente dice que el silencio no lo entiende. Las disertaciones orales no son tan elocuentes como el silencio. El silencio es elocuencia incesante. Muchos maestros enseñaban a sus discípulos a través del silencio. El maestro original de la antigüedad Dakshinamurti aclaraba en silencio las dudas de sus discípulos.
143. La dificultad actual consiste en que el hombre piensa que él es el ejecutor de la acción. Pero es un error. El que lo hace todo es el poder superior. Y el hombre es sólo una herramienta. Si él acepta esa posición, está libre de problemas, de lo contrario, se los busca. Aceptar la vida en su totalidad, tal como es, significa relajarse y dejar que la vida te tome a su cargo, y luego seguirla allá donde te lleve. Esa es la máxima doctrina de la talidad. Un hombre así siempre está en paz. Nada de lo que ocurra le resulta un problema, se limita a asumirlo con total naturalidad. No solo no opone resistencia, sino que además da la bienvenida a la vida en la forma en que se presente. Da la bienvenida a la muerte, pues ni siquiera la muerte puede alterarle, no hay nada que puedea alterarle porque se adapta a todo. La existencia tiene su propio destino y el hombre que medita asume como propio el destino de la existencia. ¡Deja de actuar!, no estoy diciendo que no hagas nada. “Deja de actuar” significa simplemente, que dejes de empujar a la corriente, que te dejes llevar por el río. Él ya va camino del océano y te llevará a tu destino.
144. ¿Qué es el poder superior que te está manejando? Es el poder del, yo real y el ego lo está admitiendo negándose a someterse a él. Fíjate en el yo real y actúa de acuerdo con la naturaleza, entonces, los resultados de la acción no te afectaran. Eso es virilidad y heroísmo. Por tanto, “inherencia en el yo real”. Es la suma y la sustancia de la enseñanza esotérica. Preguntale al ego: “¿Quién eres tu para abstenerte o para actuar?”
145. ¿Qué es lo mas molesto para el ser humano?¡su mente! Procura que no te fastidie ¿Cuál es el obstáculo? La ignorancia, que es olvido de nuestro ser puro. Lo único que se necesita es eliminar al conocimiento erróneo. Esa eliminación tiene como resultado la realización. La realización no es la adquisición de nada nuevo ni se trata de una nueva facultad. Es sólo la eliminación de todo disfraz. El yo real está siempre aquí y ahora. Jamás aparece de nuevo y desaparece otra vez. Lo que es deberá también persistir por siempre, lo que aparece de nuevo también se perderá. La consciencia suprema siempre esta con nosotros. Ella es preexistente y sobrevive al cuerpo y la mente.
146. El Taoísmo, como lo fue originalmente, presentaba como modelo propio al ciudadano no conformista. Mientras la sociedad ignore en qué se equivoca al evaluar la naturaleza del hombre y le fascine el prestigio institucional – al tiempo que desdeña la luz interior – sus demandas de conformismo deberán ser tratados con fría reserva, afirmaban los sabios Taoístas. Ese hombre ¿se negó a someterse a su propio ego sólo para someterse al ego de la sociedad?¿se amoldará al mundo y a los hábitos de este por temor a lo que el mundo opine de él? ¿tendrá suficiente valor para rechazar las ideas religiosas de su prójimo, pero no para resistir los hábitos disparatados de este? La meditación te dará el valor y equilibrio en tu camino.
147. Kabir dice: “es el espíritu de la investigación el que ayuda, yo soy esclavo de ese espíritu de investigación”. La investigación de nuestro interior no es un mero cuestionamiento mental, este no es de gran valor, el exacto propósito de la investigación del yo real es enfocar la totalidad de la mente en su fuente. Por consiguiente no es el caso de un “yo” que anda en busca de otro “yo”. Mucho menos es la indagación del “yo superior” una fórmula vacía, pues implica una intensa actividad de toda la mente el mantenerla constantemente inmovilizada en la pura consciencia del “yo real”. La indagación del yo superior es el medio único e infalible, el único directo, de realizar el ser incondicionado y absoluto que eres en realidad. Esto es meditación.
148. Perderse tanto en este mundo de apariencias, como casi todos se han perdido, es cerrar la puerta, la puerta al mundo de la realidad. Por esta razón, el olvidado arte de la meditación es una necesidad y se lo debe recuperar si hemos de abrir ese portal y dejar que la “verdad” entre. Cuando un hombre comienza este camino ¡que trabajo se impuso!¡que disciplina de los sentimientos, que meditación de la facultad intuitiva, que estudio de la facultad racional y que sacrificio del ego deberá ahora experimentar ante la orden de ninguna otra voz que no sea la de su propia consciencia!
149. ¿Dónde está el hombre que tiene su propio yo y no un yo que los demás le fabricaron? La herencia y el ambiente, la sociedad y la sugestión contribuyen fuertemente a formar un “yo” que no es el propio “yo” del hombre. Aceptamos los pensamientos que otras personas nos ponen en la cabeza. Y lo hacemos en proporción tal que vivimos vicariamente: en realidad, no vivimos nuestras propias vidas. Debes seguir tu propio paso, no el presuroso trote de la sociedad, elegir tu propio camino, no el más trillado. El meditador acepta el hecho de que no es ni quiere ser como la mayoría de las personas.
150. Da sólo valor a las palabras que nacen de la experiencia de la meditación; debes saber muy bien que todas las demás cosas son inciertas. Abandona toda imaginación y avanza en aquello en que tú eres realmente. Has dormido el tiempo de innumerables edades: ¿y no despertaras esta mañana? Si no encuentras tu alma, el mundo será irreal para ti.
151. La meditación te enseñará a ser fiel a sí mismo, a su yo superior ¿por qué representar un papel?¿ por qué ser un eco?¿por qué seguir al mundo en su búsqueda de lo trivial, lo estúpido y lo que produce dolor y pesar? La libertad real sólo es posible cuando uno solo escucha a su propio yo divino. La libertad es para escoger su propio sendero de aproximación a la verdad. Ser leal a los impulsos del espíritu y lograr comprender que el propósito de la vida es familiarizarse con el Dios que está dentro de lo que llamamos alma, o yo real, o sí mismo.
152. La meditación hace volver al ser humano al hogar. En el hogar está la verdadera unión, en el hogar está la dicha de la vida. En el hogar esta la morada de la verdad. En el hogar está la realidad, la sujeción y liberación. La puerta del hogar se abre con la llave del amor. En el hogar sentimos intensamente la sed de lo infinito, y observaras al yo divino morada encima del tiempo y el espacio, de la materia y la forma, inviolable en su libertad perfecta.
153. La realidad es común a todos, sólo lo falso es personal. ¿Por qué? Ser una persona es estar dormido. Como personas estamos condenados a temer, te persigue a todos lados, como el tábano sagrado a IO, fugitiva de él. El temor abre sus alas tenebrosas entre el sol y el corazón, para robarle la luz. ¿Somos nosotros las personas las que vivimos en el temor? O ¿es el temor, el que vive en nosotros como un parásito voraz devorando nuestro corazón, como el icneumón devora el corazón del cocodrilo? En la meditación podemos mirar al temor y aceptarlo como la sombra de la existencia personal. Abandone todas las ecuaciones personales y se liberará del temor. Se necesita un cambio interno de interés lejos de lo falso, de lo personal, de lo no esencial.
154. Conózcase tal como es – un mero punto en la consciencia, sin dimensión e intemporal -. Es usted como la punta de un lápiz, mediante el contacto con usted, la menta traza su imagen del mundo. Usted es único y simple – la imagen es compleja y extensa. No se deje engañar por la imagen, permanezca consciente de ese pequeño punto que está en todas partes de la imagen. Sepa que la mente es la causa del deseo y el temor. El mundo existe porque usted lo consiente. Cese de creer en su realidad y retírele la atención y el mundo se disolverá como un sueño. El tiempo puede deshacer montañas: mucho más usted que es la fuente intemporal del tiempo. Puesto que, sin memoria y sin expectación, no puede haber tiempo.
155. El fin de la meditación es realizar la independencia. Todo cuanto sucede, sucede en y a la mente, no a la fuente del “yo soy” (tu ser). Una vez que comprende que todo sucede por si mismo (llámalo destino – o la voluntad de dios o mero accidente) usted permanece sólo como un testigo, comprendiendo y gozando sin ser perturbado. La liberación no es el resultado de algunos medios hábilmente aplicados, ni de las circunstancias. Esta mas allá del proceso causal. Nada puede forzarla y nada puede impedirla.
156. Es la meditación la que llega a conocer la mente y sus poderes maravillosos, además elimina lo que la había envenenado – la idea de ser una persona separada y aislada – el meditador la deja en paz para que haga su trabajo entre las cosas para los que está bien dotada. Mantener la mente en su propio lugar y en su propio trabajo, es liberar la mente. La mente es la esposa del corazón y el mundo es su hogar – que hay que mantener limpio y feliz – la limpieza de las emociones negativas como la ira, la envidia, la sugestión, el desprecio, el miedo, los celos, el odio, la vanidad, la ansiedad, la preocupación con sus numerosas subcategorías, como el miedo a abandonar el ego, y miedo a conocer su propio ser.
157. Leyendo el Prashna Upanishad esta la afirmación: “la personalidad, el mundo y dios son irreales”. Lo básico, lo fundamental, siempre permanece desconocido: aquello que se conoce es siempre superficial. Se conocen 112 Upanishads, su longitud, reunidos en un solo volumen equivaldría al de la Biblia. Los Upanishads comienzan con lo desconocido, desembocan en lo incognoscible. De ahí toda mal interpretación. Cuando digo incognoscible me refiero a aquello que no puede ser conocido, pero que si puede ser “encontrado”, que puede ser vivido, que puede ser sentido. Solo podemos percibir esto: que nos hallamos sumidos en un profundo misterio que no puede ser resuelto. Uno de los principales mensajes es que el “espíritu” no puede ser conocido por un mero aprendizaje, sino a través de la unión con él. Upanishad significa literalmente: instrucción recibida a los pies del maestro, y un significado más profundo: el de enseñanza esotérica secreta. Hay tres formas de leer: puedes leer desde tu intelecto, con tu razón, este es el modo más corriente de leer algo, el más común, el más ordinario y el más superficial. La segunda dimensión del leer es a través del corazón, mediante el sentimiento, tienes que ser partícipe, sólo entonces comprendes. El tercero es a través del ser. Es existencial, el más profundo, es a través de tu totalidad – cuerpo – mente – espíritu – como un todo, como una unidad. El maestro dice: Dios significa, todo lo que existe más el ser, del mismo modo que “yo” significa la personalidad más el ser, y el mundo significa la variedad más el ser. En todos los casos el ser es real. Todos, la variedad y la personalidad son irreales en cada caso. Lo mismo ocurre en la unión de lo real y lo irreal, esa mezcla, o sea identificación falsa es errónea. La realidad es lo que trasciende todos los conceptos, incluido el de Dios. En la medida en que se use el nombre de Dios no podrá ser verdadero. El ser absoluto está más allá de lo que se puede expresar. ¿Con tu meditación podrás agregar algo más?
158. El grande y antiguo sufí Bayazid dice: “soy la totalidad de la humanidad, todo lo que sea del hombre, es mío: la oscuridad tanto como la luz, el veneno como el néctar, el odio como el amor, el cielo como el infierno. A cualquiera que experimente esto yo lo llamo religioso”. Tomar consciencia de nuestra responsabilidad en la construcción de nuestra vida como un cielo o como un infierno es uno de los regalos que recibimos. Los griegos enseñaban: “una vez tendrás que descender a los infiernos para subir al cielo”. Así lo hicieron sus héroes Orfeo, Hércules, Perseo. Mientras vivamos en la superficie debemos aceptarnos ser duales. Reconocernos contradictorios y paradojales requiere un cambio del punto con el que nos miramos, renunciando a hacerlo sólo desde uno de los lados. La meditación enseña a mirar la vida de un polo al otro es el método budista del camino del medio. La realidad se produce cuando los dos polos se funden en uno, cuando se vive en la profundidad y se puede decir: “todas las contradicciones están resueltas”.
159. No ha de desestimarse lo difícil que es auto mejorar, por esta razón, desde la antigüedad los meditadores han aconsejado que se obtenga la ayuda de un maestro. De él podrá obtener inspiración, guía y una cierta energía, la cual se llama gracia. Hay un poder en el universo trabajando por la iluminación y la liberación. En la India la llaman sadashiva, es la fuerza de la voluntad divina en el alma, y siempre esta presente en el corazón de los hombres. Es el factor unificador. La unidad-libera. La libertad-une. En última instancia nada es mío ni suyo-todo es nuestro. Sea uno consigo mismo y será uno con todo. El universo entero será su hogar.
160. La vida enseña cuando todo lo demás falla. Pero las lecciones de la vida tardan mucho en llegar. El mundo entero es un maestro para el estudiante que discierne. Un verso anónimo Bengalí dice: “corazón mio, ¿rendirás pleitesía a tu maestro? El está allí a cada paso, a cada lado de tu sendero. La bienvenida que te ofrecen es tu maestro, la agonía que te infligen es tu maestro. Cada fibra de tu corazón que se retuerce y te hace derramar lágrimas es tu maestro”. Se ahorra mucho tiempo y problemas si hay confianza. Pero esto sólo ocurre cuando la indiferencia y la quietud ceden su lugar a la claridad y la paz. Un hombre que se tiene a sí mismo en baja estima, no será capaz de confiar en si mismo ni en nadie más. Por lo tanto, al principio el maestro hace todo lo que puede para reafirmar al discípulo respecto a su alto origen, su noble naturaleza y glorioso destino. Le acota las experiencias de muchos iluminados al igual que las suyas propias, deshonrosos al principio, maravillosos al final, instauran confianza en uno mismo y en sus infinitas posibilidades. Cuando se unen la auto-seguridad y la confianza en el maestro. Pueden ocurrir cambios rápidos y de largo alcance en en el carácter y en la vida.
161. En la meditación se descubre que todos sus esfuerzos de auto mejoramiento son movimientos en circulo y que el ego no se propone realmente renunciar y someterse al yo superior y, por lo tanto, sólo finge que lo hace, el individuo se da cuenta de que, librado a si mismo, no podrá lograr una modificación real en su centro interior de gravedad. Necesita ayuda de un maestro espiritualmente consumado que actúa como guía. No encontrará nada nuevo ahí. El trabajo que realiza es intemporal era el mismo hace cinco mil años y será el mismo dentro de cinco mil años. Los siglos pasan, pero el problema humano no cambia – el problema del sufrimiento y el cese del sufrimiento-. Cada maestro tiene su propio método y su propia terminología. Dentro de ese armazón, se hacen ajustes según la personalidad del discípulo. Al discípulo se le da plena libertad de pensamiento e investigación, y es animado a cuestionar hasta quedar satisfecho.
162. Que nadie cometa el error de hacer una separación entre la meditación y la vida cotidiana ¡La meditación es la vida misma! Los meditadores no son un grupo especial o una especie rotulada a la que uno se integra o no, si no que ellos son toda la humanidad. Arnold Toynbee hallo su sendero espiritual en sus estudios y trabajos sobre historia. Él dice que esto le reveló la presencia de dios, tal como el que escribe la encontró mediante el estudio el tiempo. Las características de los hombres interiormente son variadas y así son las formas que la meditación asume para ellos, entréguese a su propio ser, del cual todo es expresión.
163. ¿La meditación no se rodea de un aire que no es natural? Desde luego, la respuesta depende de una definición de los términos. La multitud de quienes no son meditadores no vive, ciertamente cerca de la naturaleza. Lo que quien formula la pregunta quiere decir en que la meditación parece elevar a un hombre respecto al rebaño, hacer que deje de ser un término medio y diferenciado de los otros hombres que lo rodean. Las metas de la meditación no concuerdan con los deseos de la mente humana, ni con los instintos comunes, ni vaga por los tugurios de la vida, buscando las sonrientes figuras de la fortuna y del placer.
164. No sólo existe peligro en encarar superficialmente la meditación, sino también en experimentar con ello demasiado tiempo, sin adecuados salvaguardas o sin supervisión calificada. No intente conocer la verdad, puesto que el conocimiento mediante la mente no es conocimiento verdadero. Pero puede usted conocer lo que no es verdadero – lo que es suficiente para librarle de lo falso – la idea de que conoce lo verdadero es peligrosa, puesto que lo mantiene prisionero en la mente. Es cuando usted no conoce que está libre para investigar, y no puede haber salvación sin la investigación, porque la no – investigación es la causa principal del cautiverio.
165. La meditación hay que efectuarla solo, la sensación de estar aislado, la sensación de recorrer un sendero solitario es extremadamente verdadero, pero internamente falsa. Nunca esta sólo. Hay poderes y presencias que le sirven a usted todo el tiempo de la manera más fiel. Puede que los perciba o no, sin embargo son reales y activos. Cuando comprende usted que todo está en su mente y que usted está más allá de ella, que está verdaderamente en soledad, entonces usted es todo. Sea serio y logrará romper los lazos de la no atención y la imaginación.
166. Desafortunadamente, toda la educación moderna basada en la psicología moderna, entrena y enseña a todos a ser egocéntricos, te prepara para una batalla, todos son enemigos porque todos son competitivos, este temor ha sido creado en cada niño desde el comienzo mismo: tienes que ser fuerte, de otra manera serás aplastado. Es esta una enseñanza totalmente inhumana. Eres victima de un mundo equivocado, de una civilización equivocada, de un sistema educativo equivocado. Con la meditación se aprende a no ser egocéntrico, puedes aprender la humildad, puedes aprender a aceptar cualquier cosa que la vida te traiga. Y todas estas cosas te darán madurez. Entonces, ¿que importa quien es el ganador y quien es el fracasado? A menos que madures, que puedas dar amor, no habrás crecido. Una vez que das, naturalmente recibes, nunca sucedió de otro modo. Todas las personas creativas son dadoras. El dar te enriquece. Resuelve esta paradoja: “posees sólo aquello que das”.
167. Hay un dicho del profeta (Hadices): “busca la ciencia desde la cuna hasta la tumba”. No se habla de cualquier conocimiento sino de uno que se menciona en árabe con la palabra “fiqh”lo cual significa que produce un cambio interior en el que conoce, pues no se trata de un conocimiento acumulativo o cuantitativo, sino interior. La sabiduría del Hadiz se dirige sobre todo a los corazones de todo ser humano. Consiste en despojarse de las inclinaciones de su “yo dominante”. ¡Oh corazón mio, esfuérzate, hasta lo último! Hace miles de años se logro el uso sofisticado de la literatura y se adapto para que guardase de modo especial el verdadero conocimiento. Su apertura no puede ser menos sofisticada. Si tu excusa es que antes no lo sabías. Recuerda ahora que se te ha dicho. La meditación profunda es la llave sofisticada.
168. Los sufíes hablan de una experiencia a la que llaman aniquilación (fana en persa) con lo que significan la muerte del yo personal, el ego. En las órdenes de los derviches se valen de la música, del canto y de la danza, para promover el estado de transportamiento. Existen dos tipos de “fana” externa, donde las características de las personas continúan. ¿Entonces, que sucedió realmente, pues debió haber sido un suceso tremendo para que se lo haya asemejado a la aniquilación o la muerte? El secreto es que lo que tuvo lugar fue un cambio en la actividad hacia el yo personal. El yo personal subsistió, pero fue modificada la actitud hacia él. La tiranía del ego mismo desapareció. Quite el concepto del ego de un hombre y usted quitará el suelo sólido debajo de sus pies. Esto le causa el máximo terror de su vida. ¿Puedes aguantar esta dura prueba, sobrevivir a ésta y mantenerte firme hasta que la luz del “yo superior” se irradie sobre el abismo en que estas? La meditación consiste en que el centro del ser es desplazado del ego hacia el yo superior.
169. ¿Te sientes débil para combatir al ego? Todos somos débiles ¿Cómo puede una parte ser fuerte? La parte tiene que ser débil. Nosotros somos pequeñísimas partes en este vasto universo. Te han enseñado a ser fuerte porque tienes que ser competitivo, ambicioso, egocéntrico. Te han enseñado toda clase de agresividad porque te han educado para violar a los otros, para violar a la naturaleza. No te han educado para el amor. La meditación es un mensaje de amor, de entrega. El mensaje aquí es la aceptación, la total aceptación de lo que sea. La debilidad es hermosa, quieres algo más débil que una flor, tiene su propia belleza, su propia alegría. Es la debilidad la que desea ser fuerte, es la inferioridad la que desea ser superior. El poder político y económico es la forma que los inferiores esconden sus debilidades. Todo el que se siente débil, se conducen a si mismos hacia el poder. Cuando ves que la debilidad trata de volverse fuerte, esto es absurdo ¿Cómo puede la debilidad volverse fuerte? Entre en meditación y la ilusión de volverte fuerte se disolverá. Y cuando no deseas volverte fuerte, la debilidad no puede permanecer en ti.
170. Confiar en la meditación es confiar en uno mismo. Sea consciente de que todo sucede, le sucede a usted, mediante usted, a través suyo, que usted es el creador, mantenedor y destructor de todo cuanto percibe, y así no tendrá miedo. Sin temor, no será desgraciado ni buscará la felicidad. En el espejo de su mente aparecen y desaparecen todo tipo de imágenes. Sabiendo que son enteramente creaciones de usted, obsérvelos silenciosamente ir y venir, esté alerta pero sin inquietarse. Esta actitud de observación silenciosa es el propio cimiento del yoga. Ve la imagen pero usted no es la imagen. El yoga es la ciencia y el arte de la auto-liberación, mediante la auto-comprensión. ¿Qué es el yoga al fin y al cabo, sino buscar la felicidad duradera dentro de uno mismo?
171. La mente es una de las cosas más significativas en la vida, pero sólo como un sirviente, no como un amo. ¿Qué problemas puede haber que no haya creado la mente? La vida y la muerte no crean problemas. En el momento en que la mente se vuelve un amo, aparecen los problemas. Entonces desplaza a tu corazón, desplaza a tu ser, toma posesión de ti completamente, comienza a dar órdenes. Recuerda que tu ser viene primero, tu corazón viene segundo, tu mente viene tercera. Esta es la personalidad equilibrada de un auténtico ser humano. La lógica no te puede dar ninguna vida. Es seca, no es buena para el crecimiento de tu potencial interno. El corazón te da amor, compasión, alegría. Así como la mente es lógica y el corazón es amor, el ser es meditación. Ser es conocerte a ti mismo, y al conocerte a ti mismo, conoces el significado mismo de la existencia. Conocer el ser es traer una luz a la oscuridad de tu mundo interno. A través de la meditación, busca tu ser, tu eseidad (naturaleza de la realidad tal cual es), tu existencia. La mente compra una casa, a menos que haya un amor desbordante en una casa nunca se volverá un hogar. Y si en el hogar puedes encontrar unos pocos momentos para la meditación, para experimentar tu propio ser esto eleva al hogar a la alta cima de ser un templo. Y una casa que no es las tres cosas es incompleta, es pobre. Un hombre debe tener tres cosas en profunda armonía: la mente sirviendo al corazón, el corazón sirviendo al ser y el ser perteneciendo a la inteligencia divina.
172. ¿Cómo desapegarse de nuestra naturaleza animal? Deje al animal tranquilo. Déjelo estar. Sólo recuerde lo que usted es. Y abandone lo falso, que es lo que usted cree ser. Aplíquese diligentemente demostrar la estructura que ha construido en su mente. Lo que la mente ha hecho, la mente lo debe deshacer. Utilice cada incidente del día para recordarle que sin usted como testigo, no habría ni animal ni dios. Comprenda que usted es ambos, la esencia y la sustancia de todo cuanto existe, y permanezca firme en su comprensión. El esfuerzo general de la meditación no ha de ser para poner a la mente en blanco sino para hacer que se concentre, equilibre y aquiete. El único modo de aprender qué significa la meditación es practicar y seguir practicando. Emprender la extraña tarea de separarse de lo mezquino y lo personal, de los asuntos de su carrera personal y su relación familiar, y procurar unirse con las grandes verdades, con los principios impersonales del ser espiritual.
173. No es posible dominar el arte de la meditación sin adquirir la virtud de la paciencia. Es un error común creer que porque aparentemente, no brotan frutos del ejercicio o no resultan de él sentimientos ni experiencias, el tiempo que se le dedica su desperdicio. Por esta razón, tantas personas lo abandonan después de una prueba corta o larga. Pero ¿cómo podrá el ego saber que hasta el acto simple de sentarse como un mendigo ante la puerta del “yo superior”, con valiente humildad, paciencia y perseverancia, es un acto de confianza en su ser? Al ego se lo acepta de tal modo que el tiempo de meditación -que debe construir en vaciarse gradualmente del ego- sigue siendo meramente otro campo de actividad del ego.
174. ¿Qué es lo ineludible? El meditador tiene que aprender dos cosas: primero a ser capaz, a ser lo suficientemente poderoso como para permitir que lo falso desaparezca. Cuando tu meditación se profundice, habrá cosas que desaparecerán. Todo lo que sea falso se habrá ido, todo lo que sea ilusorio no existirá más, todo lo que has proyectado, esperado o soñado, no tendrá realidad. Pero aun así, habrá algo que quedará, que no es tu sueño, que no es tu proyección, que no es la creación de tu mente. Esto es llamado “lo ineludible”. En otras palabras, lo real permanecerá, sólo lo falso se habrá ido. Entonces, cuando conoces que lo falso es falso, inmediatamente deja de ser un problema. Luego surge otro problema que es mucho más grande mucho más profundo; lo real permanece, ahora tienes que tratar con lo real. Y la única manera de enfrentarse con la realidad es crear una tremenda armonía con lo real.
175. El que escribe, siendo aún joven, visite a un escultor araucano y vi como éste trabajaba una piedra de basalto de verde oscuro. Esa tarde aprendí más que en todos mis años de escuela y fuera de ella. Desde entonces he aprendido, para siempre, cómo debe hacerse toda obra humana si esta ha de ser buena, transmitir su espíritu de amor y verdad. Jamás nada me ha persuadido tanto como esta verificación de que un hombre pudiese olvidar tan completamente el tiempo, el lugar y el mundo. Estaba en meditación, en esas tres horas sin palabras entendí cuál es el secreto de todo arte y de toda realización terrena, la concentración, el reunir todas nuestras fuerzas para el cumplimiento de nuestra voluntad tan menudo disipada y dispersa hacia una sola cosa. Guiado por el “yo superior” trabajaba conscientemente, en paz y supraterranilidad. Al terminar su tarea diaria me comunicó que ningún artista crea realmente nada. Todo lo que éste puede hacer es tratar de comunicar a los demás -a través de la técnica- lo que, a su vez, le ha sido comunicado por el “yo divino” dentro de nosotros. En esta obra comunico el auto-conocimiento. Por auto-conocimiento quiero decir conocimiento completo de lo que usted no es. Tal conocimiento es alcanzable y final -al terminar la obra-: pero para el descubrimiento de lo que usted es no puede haber final. Cuanto más descubre, más queda por descubrir.
176. La meditación es salud interna, a Pitágoras le preguntaron: “¿En qué consiste la salud? ¡En armonía! ¿Y la virtud? En la armonía ¿Y lo bueno? En la armonía ¿Y lo bello? En la armonía ¿Y que es Dios? La armonía. La armonía es el alma del mundo. Dios es el orden, la armonía, por la que existe y se conserva el universo”. Esta vasta existencia es como una gran orquesta: cada cosa concierta con todo lo demás, no hay conflictos, divisiones ni discordancias. Comúnmente estar en armonía significa “ir con”, ni “ir en contra”. Aún “yendo con”, hay alguna renuencia, aún estás pensando en ti mismo como separado, como que estas peleando con la corriente. Pero tú estás ahí, y tu ser mismo es la resistencia. La idea misma de que estás yendo con la corriente es suficiente para molestar la armonía. La armonía real es no ir ni con, ni contra. Deja que la realidad te posea, deja simplemente que aquello que es ineludible te inunde, y encontraras inmensa paz.
177. La simplicidad es, a menudo, oscura. Al mirar un pájaro vemos un pájaro, está allí, pero nosotros sólo podemos sentirnos a nosotros mismos, no podemos ver lo más evidente, aquello que hace que el pájaro esté allí. Vivimos en el océano de la vida, pero no lo sentimos. Con un corazón abierto se puede captar de inmediato la verdad de esto, la posibilidad. La esencia está siempre disponible, en cuanto tu corazón este preparado para recibir, a través de palabras sólo se puede crear una situación en la cual, el corazón permite que vaya entrando en ti...entre líneas...entre palabras, entonces puede transformarse en un estallido de comprensión, y la verdad puede ser posible. Pero de esto tampoco se puede estar seguro. Es impredecible, lo único que podemos hacer es estar dispuestos a ello. De esto se trata la meditación, tus puertas deben estar abiertas y tu debes estar allí presente.
178. Cuando el corazón está en silencio, algo dice, la ausencia de palabras, el silencio es el modo en que se expresa el corazón. Este lenguaje sin palabras hay que aprenderlo. Cuando la mente deja de funcionar, de inmediato, toda la energía se desplaza al corazón. Y únicamente cuando funciona el corazón, es posible enseñarte algo ¿Puedes estar sin cabeza? Si puedes, sólo entonces podrás ser un discípulo ¿Puedes vivir sin la cabeza? Si no puedes vivir sin la cabeza, estás cerrado a la verdad, la cabeza es la barrera, el corazón es la apertura. Debes transformarte en un vehículo receptivo. No es algo que puedas aprender si permaneces tal como eres. No podría ser una acumulación, tienes que atravesar una transformación, tienes que ser diferente. Tu ser debe adquirir una cualidad diferente. Por medio de la cabeza, se produce una comunicación, se fusionan en el espíritu y se vuelven uno. Cuando lo viejo se haya disipado, cuando hayas desaparecido y un nuevo ser haya tomado tu lugar, entonces habrá comunión, la meditación es transformación.
179. El segundo encuentro con el escultor araucano llamado “Don Kellun” fue colmado de asombro, me decía: toda “obra de arte”, es de por si, esotérica, porque es en el silencio, incontaminado aun, de la simiente luminosa, que recibimos el rayo de la iniciación, que ha de producir la obra. Toda obra de arte, es una confidencia de divinidad dicha al corazón del hombre, para su realización. Aquel que fue besado por los labios de la “luz interior”, ése obra de belleza hará. La paradoja del “arte objetivo” estriba en que primero tienes que aprender la técnica. Tienes que pasarte doce años aprendiendo su disciplina y luego doce años olvidándolo todo acerca de su técnica. Olvidarla completamente, como si no tuviese nada que ver contigo. Doce años de meditación, has cualquier cosa, pero no utilices la técnica aprendida en nada. A los veinticuatro años de formación, en aprender y olvidar, puedes comenzar tu obra. La técnica ha entrado a formar parte de ti, ya no se trata de un conocimiento técnico, sino que ha pasado a ser parte de tu sangre, de tus huesos y de tu médula. Ahora puedes ser espontáneo, creativo, un verdadero artista meditativo.
180. La verdadera enseñanza siempre está disponible, pero tu no estás preparado para aceptarla, la rechazas, no se puede recibir la enseñanza verdadera tal como eres. Eso no es posible sin cambio alguno. La aceptación es difícil ¿por que? Porque si aceptas, el yo está perdido, ningún yo da un salto irracional hacia lo desconocido. “Dios” esta disponible, la “verdad” esta disponible, “la luz” esta disponible, pero tu eres tan miserable para recibir, y también lo eres para dar. Un miserable debe serlo en cualquier cosa que haga. ¿Que clave de vida llevas? Dar y recibir son las dos cosas de una misma moneda. Si puedes dar con amor, también puedes recibir más y más. La meditación te enseña a entregar lo irreal para recibir lo real.
181. ¿Cómo puedes volverte hacia tu interior? Primero deja de viajar. No viajar quiere decir no desplazarse ni en el espacio ni en el tiempo. El cuerpo se desplaza en el espacio, la mente se desplaza en el tiempo. Te diriges al pasado, te diriges al futuro. La mente se mueve constantemente. La mente nunca está donde estás tu; siempre está en otra parte. Nunca está en el momento presente, pues, para estar en el presente uno debe aprender a no viajar, a no irse a otra parte, a no visitar el pasado ni soñar con el futuro. La puerta se abre en el presente y se te escapa. La vida está en el presente y tu continuas o en el pasado o en el futuro. La mente es como el péndulo de un viejo reloj, si te detienes en el momento, entonces, tu estado de ánimo no es de viajero, y eso es todo lo que significa la meditación.
182. La energía tiene sólo dos dimensiones: una horizontal y la otra vertical. La horizontal va de un pensamiento a otro, cuando vas a nadar, nadas en la superficie. Pensar es como nadar. La forma vertical es meterte en la profundidad. Cuando te zambulles en la profundidad eso es vertical. Un meditador se zambulle en la profundidad. Viajar es algo superficial, quedándote quieto comenzarás a caer en el abismo. Da miedo quedarse en el momento, pues caerás en un abismo ilimitado. Se abre una profundidad y te absorbe en su interior, el yo no puede existir en la dimensión vertical, sólo puede existir en la horizontal, en el pasado o en el futuro, por eso esos yoes son ilusorios, abandónalos.
183. La meditación es para seres normales. ¿Normal simplemente quiere decir como todos los demás? ¿Pero cómo son todos los demás? Todos los demás son también neuróticos, leves o graves. O sea, normal significa sólo normalmente anormal, nada más. La psiquiatría, el psicoanálisis, y todas las tendencias occidentales enfrentan los problemas, las preocupaciones, las angustias en la superficie, puedes adaptarte. ¿Pero a qué te adaptas? Si la sociedad toda está enferma, te adaptas a la enfermedad, si es neurótica te adaptas a la neurosis. Toda la sociedad es ignorante, malsana, destructiva. Adaptarse a ella no es el punto. El punto es alejarse más de la sociedad para poder encontrar tus propias raíces, tus propios fundamentos. Un meditador real se vuelve auténticamente un forastero. Se queda afuera. Se queda a una distancia tan grande que puede observarse a si mismo como si estuviera observando a otra persona. Sólo recuerda que no estás aquí para viajar sino para ser. Vuélvete más y más profundamente hacia tu interior. No te conoces, solo conoces la entrada de tu casa. Sólo te mueves en las afueras.
184. Para la mente la meditación es inconcebible, ella no tiene modo de llegar a la meditación. La meditación es simplemente una pura comprensión de que puedes observar la mente sin hacer ningún esfuerzo. Observar no es un esfuerzo, observar es tu capacidad natural como respirar y el latir del corazón. Si estas haciendo un esfuerzo no hay meditación, sólo hay mente.
185. La meditación tiene que seguir con cada acción, con cada cosa que hagas. La meditación te sigue como una sombra. Corre en tu consciencia como una corriente subterránea. Podrás estar en la feria, en el trabajo, en el templo, podrás estar en cualquier lugar, y tu silencio interior permanece sin ser molestado, imperturbable, el exterior no te influye. Esta es la única meditación verdadera. La meditación tiene que ser sólo una observación, entonces es posible tenerla las veinticuatro horas. Aún cuando vayas a dormir permanece observando. Con esta meditación te encontraras con lo ineludible. Todas las cosas ilusorias desaparecerán. Entonces la meditación hace dos tareas: uno, destruye lo irreal, dos, crea una armonía con lo real.
186. El patriarca Bodhidharma dijo; “Cuando no surge la discriminación, la luz del vacío brilla por si misma”. No traigas a la vida nuevamente las discriminaciones, porque con las discriminaciones vuelve la mente. Lo irreal siempre se va, como se van los sueños por la mañana cuando te despiertas. Simplemente espera, no empieces a incitar a tu mente otra vez, que es un viejo hábito. En las actividades diarias, sin discriminación, que no haya una mente entre la actividad y tu consciencia, surge un tipo de actividad completamente nuevo; la de la armonía. “La luz del vacío brilla por si misma”. Tu eres la luz. Si cortas una madera, tu no eres el que corta, no estas separado, “eres el cortar”. Ahora el hacedor se ha ido, sólo queda el hacer. Cada acción ya no tiene más la vieja cualidad en la que tú eras el hacedor. Un meditador armoniza naturalmente.
187. Observas a las plantas y flores meditando. Ese mundo vegetal que vemos tan tranquilo, tan resignado, en que todo parece aceptación, silencio, obediencia, recogimiento, es por el contrario aquel en que la rebelión contra la fatalidad es la más vehemente y la más obstinada. El órgano nutricio de la planta, su raíz, la sujeta indisolublemente al suelo. Así es que sabe mejor que nosotros, que dispersamos nuestros esfuerzos, contra que rebelarse ante todo. Consciente de ello, utiliza la energía que sube de las tinieblas de sus raíces para organizarse empleando su inteligencia, su sabiduría e ingeniosidad y manifestarse en la luz de su flor, es un espectáculo incomparable tiende toda entera a un mismo fin: escapar por arriba a la fatalidad de abajo, eludir, quebrantar la pesada y sombría ley, liberarse, romper la estrecha esfera, evadirse lo más lejos posible, acercarse a otro reino, penetrar en un mundo moviente y animado ¿no es tan sorprendente que lo consiga, como alguno de nosotros logramos vivir del tiempo que otro destino nos señala e introducirnos en un universo eximido del as leyes más pesadas de la materia? Vemos que la flor da al hombre un prodigioso ejemplo de insumisión, de valor, de perseverancia y de ingeniosidad. Si hubiésemos desplegado la energía de esa pequeña flor de nuestro jardín, es de creer que nuestra suerte sería muy diferente de lo que es. Crees como Jacques Monod que todo es azar y necesidad, que ¿no era más que una feliz casualidad? Inclinate un instante sobre su humilde trabajo y te sorprenderás de encontrar una inteligencia independiente, incansable, imprevista. Captar esto es el fruto de la meditación.
188. Es necesario que todo hombre encuentre para si una posibilidad particular de vida superior a la trivial e inevitable sueño cotidiano. No hay fin más noble para nuestra vida. Lo que nos distingue a los unos de los otros son las relaciones que tenemos con “el infinito”. El místico no es más grande que el mísero que marcha a su lado, sino porque en cierto momento de su existencia obtuvo una consciencia más profunda de una de esas “relaciones”, venidos los últimos sobre la tierra, debemos saber que la creación no se detiene en el hombre y que nos rodean seres superiores e invisibles, esos seres no nos son superiores sino porque tienen con “el infinito”relaciones que ni siquiera podamos sospechar. Con la meditación nos es posible multiplicar estas relaciones, es en el día que el cielo se abre. Pero no se abre para los que están embriagados de materialismo. Lo que nos falta, no son las ocasiones de vivir en el cielo, sino la atención y el recogimiento, amor hacia su ser y apertura a la belleza de las almas. Hay belleza y grandeza en todo, puesto que basta velar en el templo en la plaza pública y en el hogar para hacérnosla ver. “Esta es la casa del yo superior, y aquí y ahora está una de las entradas del cielo”.
189. Chuang Tse afirma: “El propósito de las palabras es transmitir ideas. Una vez captada la idea, las palabras quedan olvidadas”. Es muy difícil olvidarse de las palabras, se adhieren a la mente, y para ella las palabras son tan importantes que lo que contienen pierde su significado. El símbolo se vuelve tan importante que el contenido se pierde completamente, lo externo te hipnotiza y te olvidas del centro. Cristo (el yo superior) es el contenido, el cristianismo es tan sólo una palabra. Krhisna es el contenido, el Gita no es sino una trampa. Mahoma insistió una y otra vez, “soy sólo un mensajero, soy el portador de un mensaje del divino”. Pero los musulmanes se han olvidado del origen, Mahoma se ha vuelto importante. El hombre que ha olvidado las palabras es un hombre digno de que se hable con él porque el posee la realidad interna, posee el centro del ser en su interior. El tiene el mensaje. Su silencio está preñado, es “activo”. Hay un silencio “pasivo”, que es más que el reflejo del sueño, de la muerte o de la no existencia. El silencio que duerme, y mientras dormita, es menos temible aún que la palabra, pero una circunstancia inesperada puede despertarla de pronto, y entonces es el dios Harpokrates, el gran silencio activo, el que se entroniza, y no se borra jamás, y la vida verdadera, la única que deja alguna huella, es toda silencio de meditación, raro y difícil es encontrar a un hombre que es silencioso. ¡Harpokrates, el gran imperio del silencio, más alto que cualquier lejana galaxia, más profundo que el reino de la muerte! Los hombres silenciosos se hallan diseminados, acá y acullá, obrando en silencio, meditando en silencio, son la sal misma de la tierra, Harpokrates no es un dios que puede abandonar a los hombres, nos rodea por todas partes, es el fondo de nuestra vida interior, y cuando el meditador se anima a llamar a una de las puertas del abismo, es siempre el mismo silencio atento el que abre esa puerta. Cada puerta tiene una “calidad” de silencio diferente. Siempre todo un destino depende de “la calidad” de ese primer silencio. Nuestro silencio secreto. La palabra es tiempo, y el silencio eternidad.
190. En el último capitulo del Gita (18-73), en el cual habla Arjuna, al declarar que desaparecieron todas sus dudas y que logro reconocer el verdadero “yo superior”, llegó un día que sintió la presencia de “la presencia”. Como consecuencia de esto, cesaron todos sus interrogantes, su indagación de la verdad tocó a su fin. Ni él ni su maestro dicen más, ambos entran, ambos entran en un estado de silencio, y este silencio se manifiesta como lo supremo porque el espíritu está más allá de las discusiones intelectuales y de la cháchara discursiva. Se lo siente y conoce, comprende y comunica mejor, a través de ese silencio. Arjuna encuentra su lugar sagrado, un campo de energía, un lugar en el que a uno le gustaría morir y desaparecer, un lugar donde la muerte es más valiosa que la vida, donde el ego puede disolverse porque tiene a su alcance algo más elevado y puedes seguir existiendo en un plano distinto, en un plano superior.
191. Usted no puede cambiar las circunstancias, pero con la meditación puede cambiar sus actitudes, no necesita estar apegado a lo no esencial. Sólo lo necesario es bueno, sólo hay paz en lo esencial. Y sin paz no se puede ver “la verdad”. Una mente completamente sosegada es esencial para percibir correctamente. Profundizar en meditación significa alejarse del fenómeno para acercarse al neumeno y descubrir la esencia de las cosas y reconstruir tu mundo partiendo del fondo.
192. Para lograr el estado de meditación ¿se necesita un guía, un maestro? El verdadero maestro no encarcelará a su discípulo en un conjunto prescripto de ideas, sentimientos y acciones por el contrario, le mostrará paciente y completamente la necesidad de liberarse de todas las ideas y modelos establecidos de comportamiento, a ser vigilante y serio y a seguir la vida donde quiera que la lleve, no para gozar o sufrir, sino para aprender y comprender. Y sin romper voluntariamente las formas establecidas le anima a cambiar “su significación”.
193. Básicamente, en sus orígenes, la música fue usada para la meditación, se desarrollo como un método para la meditación. Una de las experiencias más grandiosas de la vida es aquella en que la música te rodea, te abruma, te inunda, y la meditación comienza a crecer en ti. Cuando la meditación y la música se encuentran. Lo divino y el mundo se encuentran, la materia y la consciencia se encuentran. Esa es la unión mística.
194. ¿Se puede entender y explicar una composición musical? La explicación más sensible es a veces un gesto; otra sería quizá un paso de baile, o palabras que describan un baile, pero ¿no es entonces el entendimiento del tema una vivencia mientras la oímos? ¿Que hace ahora la explicación? ¿Debemos pensar en ella, mientras oímos la música? ¿Debemos representarnos entonces el baile o lo que sea? Y cuando lo hacemos ¿Por que ha de llamarse ese un oír inteligente de la música? ¿Que experimenta en realidad al oír este tema y oírlo compresivamente? Acompaño la música plenamente con movimientos ¿En que medida es esto una comprensión? Y quiero decir ¿Son los movimientos la comprensión, o sus percepciones de movimiento? ( ¿Qué se de estas?). ¿Cómo explicar a alguien lo que significa “comprender la música”? ¿Puede enseñarse a alguien a entender la música? Con la meditación comprenderás que entender la música es una manifestación vital del hombre.
195. Si estas escuchando un instrumento de cuerdas, -un violín- existen muchas notas. Estate alerta y escucha el núcleo central, la columna vertebral alrededor de la cual todas las notas están fluyendo, la corriente más profunda que mantiene juntos a todas las notas -eso que es central, así como tu columna vertebral- podríamos llamarle el estilo. Las notas vienen, van y desaparecen, pero el núcleo central continúa fluyendo, hazte consciente de ello. Si el violinista es sólo un técnico, estará presente solo el cuerpo. El alma viene sólo cuando el músico es un meditador profundo. Pero ¿Qué estas haciendo mientras escuchas música? No estas meditando. Al contrario estás usando la música como algo parecido al alcohol. La estás usando para relajarte la estas usando para olvidarte de ti mismo, no para el “recuerdo de si”. Este es el infortunio: lo que se desarrollo para la consciencia está siendo usado para dormir. Y es así como el hombre se va haciendo daño a si mismo.
196. En meditación la música gira hacia lo sobrenatural, el más allá comienza a tocarte, y cuando el más allá se acerca a ti, cuando se oyen las pisadas del más allá, el gran sentimiento de “lo eterno” te domina y te sostiene, algo en tu interior recoge el desafío y se vuelve más calmado, más silencioso. ¿Acaso no vive todo el tiempo fuera del tiempo? Si puedes llegar a despertar entonces no estarás en ningún sitio, estarás en “todas partes” como si hubieras llegado a ser “el todo”, la finitud está con la mente, la infinitud entra con la meditación.
197. ¿Qué es la experiencia de la meditación? La experiencia de estar vacío, sin estar acosado por los recuerdos y las expectativas, es como la felicidad de los abiertos, de ser joven, de tener energía y el tiempo para hacer cosas, para descubrir, para investigar, para la aventura.
198. Sri Aurobindo afirma: “la dicha, la buena ventura es independiente”. Mientras creamos que necesitamos cosas para hacernos felices, también creemos que su ausencia nos hará desgraciados. La mente se acomoda a sí misma según sus creencias, de aquí la importancia de “convencerse uno mismo” de que no es necesario ser empujado a la dicha; que por el contrario, el placer es una distracción y un estorbo, puesto que meramente aumenta la falsa convicción de que uno necesita tener y hacer cosas para ser dichoso, cuando en realidad es justamente lo opuesto ¿Pero porqué hablar de dicha en absoluto? Usted no piensa en ella excepto cuando es desgraciado? El hombre que dice: “Ahora soy dichoso”, está entre dos aflicciones -pasada y futura-. Esta dicha es una mera excitación causada por el alivio del dolor. La “dicha real” es inconsciente de si por completo. Se expresa mejor negativamente como: “no hay nada mal en mi, no tengo nada de que preocuparme”. Al fin y al cabo, el propósito último de toda meditación es alcanzar un punto donde está convicción, en lugar de ser sólo verbal, esta basado en una experiencia real y siempre presente.
199. La gente cree que ha nacido y sin duda morirá. Usted cree eso porque nunca ha cuestionado la creencia de que usted es el cuerpo, el cual obviamente nace y muere. Mientras el cuerpo vive atrae la atención y le fascina de manera tan completa, que raramente se percibe “la naturaleza real de uno”. Es como ver la superficie del océano y olvidar completamente la inmensidad que hay en su fondo. El mundo es sólo la superficie de la mente. Lo que llamamos pensamientos no son sino ondulaciones de la mente. En la meditación profunda cuando la mente está absolutamente quieta, refleja “la realidad”. Esta realidad es tan concreta, tan efectiva, mucho más tangible que la mente y la materia. Esta abrumadora concreción hace que el mundo sea como un sueño, nebuloso, irrelevante. No se limite a ese mundo de ensueño.
200. Conocer mediante el ser es conocimiento directo, está basado en la identidad del que ve y lo visto. El conocimiento indirecto está basado en la sensación y la memoria, en la proximidad del percibidor y lo que percibe, confinado al contraste entre los dos. En la meditación, puesto que usted no es la mente, mire “la mente desde fuera”. Al fin y al cabo, su único problema es la ansiosa auto-identificación con cualquier cosa que percibe. Abandone este hábito, recuerde que usted no es lo que percibe, utilice su poder de distanciamiento, este alerta. Véase a si mismo en todo cuanto vive y su comportamiento expresará su visión. Una vez que ve que no hay nada en este mundo que pueda tener por propio, usted mira el mundo desde fuera como mira una obra en el escenario o una película en la pantalla, admirando y gozando, pero realmente impasible. Mientras usted imagine ser algo tangible y sólido, una cosa entre otras cosas, realmente existiendo en tiempo y espacio, vulnerable y breve, naturalmente estará ansioso por sobrevivir y crecer. Pero cuando se conoce a sí mismo como más allá del tiempo y el espacio – en contacto con ellos sólo en el punto del aquí y ahora; por otro lado todo – penetrante y todo abarcante, inaccesible, inalcanzable, invulnerable – entonces ya no tendrá miedo. Conózcase a sí mismo tal como es – no hay otro remedio contra el temor, el deseo, el sufrimiento, son semillas que no crecen en ese mundo.
201. Abandone la idea de ser una persona, eso es todo lo que pide el maestro. Eso es tan difícil como tender el arco de Ulises. No necesita convertirse en lo que usted ya es. Está la identidad de lo que usted es, y superimpuesta en ella está la persona. Todo lo que usted conoce es la persona, la identidad – lo cual no es una persona – no lo conoce debido a que usted nunca dudó, nunca se hizo así mismo la pregunta crucial: ¿quién soy yo? La identidad es el testigo de la persona y la meditación consiste en desviar el énfasis de la persona superficial y variable, al testigo inmutable y siempre presente. ¡Todos los meditadores profundos están invitados al Olimpo!
202. La meditación es como subir una escalera, con una carga pesada muy pronto te caerás. Recuerda la escala de Jacob que llega hasta el cielo. En la Tierra te sientes seguro con tu pasado, con tu ego, tus conocimientos. Hay certidumbre, tu casa es tu casa, tu familia es tu familia, tu ciudad es tu ciudad. La escalera la debes subir desnudo, muy liviano, sin carga. Cuanto más subes más incertidumbre, más caos, este es un momento muy, pero muy potencial, lleno de posibilidades. Si tienes miedo y te vuelves atrás, perderás la posibilidad, perderás el cielo. Hacia adelante está la verdadera certidumbre, muy distinta a la que conoces. Esa seguridad es tan vasta que contiene a la inseguridad dentro de sí, absorbe a la inseguridad dentro de sí, contiene todas las contradicciones. Si sientes que te has convertido en un extraño ante ti mismo celébralo, disfrutalo, siente gratitud. De pronto estás en casa.
203. Con la meditación intensa puedes encontrar al “maestro” que el destino tiene asignado. Con el verdadero maestro el discípulo aprende a aprender, no a recordar y obedecer. La compañía del místico (sat-sang), no moldea, libera. Guarece de todo aquello que le cree dependencia. La mayoría de las así llamadas “entregas de si al maestro” acaban en chasco, si no acaban en tragedia. Afortunadamente un meditador serio se desenredará a sí mismo a tiempo, más sabio tras la experiencia.
204. El conocimiento sin práctica que lo acompañe es superior a la práctica sin conocimiento. La práctica con conocimiento es superior al conocimiento sin práctica que lo acompañe. No existe la práctica de la meditación. La meditación es práctica con conocimiento e investigación que lo acompañe. Así podrá estar consciente cuando la mente cese de estar activa y permanezca aquietada, mientras que sin investigación y conocimiento no podrán ser así conscientes sino inferir que la mente se aquietó sobre todo después que se activa nuevamente. Para el meditador hay grados de experiencias, no existen grados de “realidad”. No olvide jamás que la “realidad” subyace en todos los fenómenos. Perdemos lo real por falta de atención, y creamos lo irreal por exceso de imaginación.
205. Hay una intimidad “psíquica original” entre los animales y el hombre, los animales representan un elemento simbólico y mitológico importante para la vida mística, ya que conocen los secretos de la vida, de la naturaleza y de la inmortalidad. Ser su amigo representa el síndrome paradisíaco, también llamado “lo sagrado”. Es evidente, que se trata de una potencia formidable, totalmente distinta a las fuerzas naturales, por el hecho de que éstas son perecederas. ¿Fantasías de un buscador o reminiscencia intuitivas resultado de profundos estudios de antiguos mitos y ritos religiosos? En meditación sabrás que hay de exacto en esta afirmación esotérica. Recuerda que el 40% de las constelaciones tienen nombres de animales.
206. Un filósofo sueña fácilmente ¡Cuántos sistemas se han fabricado! ¡Y cuantos se fabricaran todavía¡ ¿Y esto no es una especie de entretenimiento? La finalidad de la filosofía es volverlo a usted hacia dentro, ha conocer su “yo real”. La filosofía tiene su origen en la angustia humana, en la consciencia del sufrimiento, en la carencia de sentido de la vida humana y la consciencia de ello. La filosofía es un trabajo, una disciplina interior, una meditación, no es pensar sino ser, convertirse en ella. ¡Hay que vivirla! Ha de convertirse en tu estilo de vida, tienes que demostrar tu filosofía a través de tu propia vida. La filosofía es trascender la angustia, la anciedad, el sufrimiento, con la meditación podrás adquirir el “amor a la sabiduría”.
207. No importa que la música parezca hecha de sonidos. “La verdad” es que también está hecha de silencios, y el silencio musical es fraternalmente idéntico a la esencia de nuestro silencio. En la música que está más cerca de nuestro corazón, amamos el silencio que lleva dentro. Adoramos ese tesoro escondido. No toda la música lleva silencio en su sangre. Llamo música frívola a la que carece de silencio. También los genios musicales del pasado o del presente fueron frívolos cuando olvidaron la existencia del silencio, descuidaron encerrarlo entre las notas de su partituras. Es solemne el silencio de Beethoven, con abismos tan profundos como elevadas las cimas desde donde descienden, así suenas, así callan las últimas sonatas del piano, los últimos cuartetos de cuerda, sitios sagrados del alma del hombre, es un himno al silencio que el hombre lleva en si, una reverencia ante el universo sin palabras de que forma parte. Meditar sobre el silencio es descender a las profundidades del hombre. Recuerda que el hombre vive y muere rodeado de silencio. No lo advierte, como no advierte, engañado por otras luces, las estrellas que siguen brillando durante el día.
¿Qué es el silencio? Es la primera piedra del templo de la meditación.
208. El silencio esta hecho de grandes palabras impronunciadas. Todas las palabras surgieron del silencio, del silencio de la espera y la plenitud, en palabras bañadas de luz y alegría que conducen a la meditación del silencio de “la música”, a ese instante en que los sonidos no han decidido todavía si serán canciones o palabras, si se expresaran en la voz de los violines o las flautas, o en la voz de los hombres. Ninguna gran poesía llega a serlo si no ha entrado en comunión, si no ha formalizado el juramento de sangre con el silencio. Después de navegar en el mar de las palabras y comprender que debes continuar más allá, hacia lo desconocido, hacia las raíces inefables de la expresión, hacia el misterio de la atlántida sumergida, si es que así se me deja llamar al continente inefable, a la tierra prometida del silencio. (viaje embarcado en las palabras), las palabras son buenas, pero no son lo mejor. Lo mejor en la vida no se manifiesta en palabras, sino con silencio. Las palabras, como la inteligencia que las ha creado y pulido han nacido en contacto con las cosas. Son instrumentes empíricos, se detienen en las superficies. Los meditadores dejan que el tiempo disperse las palabras y las gaste. Muéstrame tus ojos, inquieren, incisivos, frente al caminante desconocido. Basta que los miremos a los ojos para descubrir su esencial riqueza o pobreza. Paradoja del silencio que adquiere vida más intensa cuando se disuelve en luz, en ver, y renuncia al contorno preciso, in refutable -tan humano- de la palabra. Aprende a escuchar tu propio silencio, poniendo oído al murmullo de tu “yo superior”, porque el silencio interior es un conjunto de rumores sutiles que sólo pueden ser notados por los hombres que están alertas.
209. En el silencio del templo – llámese catedral, sinagoga, mezquita, pagoda- la “divinidad” se viste de luz y de jugosos colores, silencio que estaba en el templo desde muchos siglos antes que se levantaran los arbotantes y las torres, los portales y los coros. Silencio que venía del silencio pensativo de la tierra y que, desde entonces, vive entre las nervaduras de las bóvedas y duerme, suspendido cabeza abajo como los murciélagos, del ramaje de piedra. “Por el templo el Dios está presente en el templo”. La divinidad no está en el templo. Es el templo. La divinidad mantiene unidos los miembros del gran cuerpo. La divinidad presta sentido a la vida del meditador y se impone a sí misma la univocidad del silencio. La divinidad no está en el silencio. Es el silencio del templo.
210. La decadencia del hombre se ve cuando fue perdiendo los últimos restos de silencio que cubrían sus hombros y lo abrigaban, ahora es un andrajo y sólo se viste con los jirones de su silencio. Naturalmente, la decadencia se inició con la vida en las ciudades. Los pastores de las praderas conocían el silencio y se podía sufrir, amar, estar en alegría en silencio. A los hombres de la era industrial hay que achacarle la decadencia del silencio en nuestros días. La radio y la televisión son inventos diabólicos que permiten el sacrificio del silencio y son implacables e inhumanos pues, a pesar de que cerremos las llaves de nuestros aparatos, las invisibles ondas continúan circulando alrededor de nosotros, a través de nuestros cuerpos, con su ininterrumpida amenaza, listos para hacer fracasar cualquier intento por recuperar el silencio perdido. Pues también el silencio que las palabras encierran, que les da valor y las hace madurar, como las frutas en verano, está en decadencia. Las palabras vienen henchidas de silencio, de todos los silencios con que el hombre las ha cargado, y la historia se repite en cada ser humano desde que apareció sobre la tierra. Con el desprestigio universal del silencio, ha sobrevenido el desprestigio irrefutable de las palabras, con la frente entre las manos comprobamos que las palabras no significan lo que antes significaban, se han vaciado de su sentido, deshumanizadas pellejas semánticas, bacantes de silencio. El ser humano del siglo XXI, lo mejor, lo más grande que pueden recibir de fuera, lo achican en su mentalidad de modo que guarde, al menos hasta cierto punto, proporción con su propia mezquindad. Sólo una recuperación profunda de la vida íntima salvará nuestro silencio, nunca es más necesaria la reforma espiritual que dé a la máquina lo que le pertenece y al hombre lo que ansía recuperar. Pues ¿qué significan los silencios del hombre si no poseen forma en las cuales encarnarse? Las palabras y el silencio recién alcanzan a ser lo que son en presencia de otra palabra y de otro silencio. No olvidarlo: en presencia de otro silencio.
EPILOGO
Con estos 210 apotegmas aprenderás que distinto es operar con el raciocinio que con la intuición.
Descubrirás que el hombre está regido según la “ley de lo inesperado”. Esta ley nos señala sendas intangibles en la misma tangibilidad, panoramas imperceptibles en la misma perceptibilidad.
Con la meditación encontraras “dentro de lo limitado de cada ser humano mucho hay de ilimitado”.
En cualquier caso que fuere hay una condición especial del alma que denomino “estado neutro”, que equidistante entre las opuestas fuerzas, fenómenos, cualidades o condiciones del sujeto, que deja a la consciencia, equilibrada, sin inclinarla a parte alguna. Esto acontece en algún momento de la vida de cada uno, aunque no sujeto a ley. Ese estado no es posible provocarlo a voluntad ni se sabe en qué momento puede surgir, en el hombre ordinario. Gracias a él no siente el alma ni deja de sentir, no sufre ni se alegra. Es curioso observar, hallándose en “estado neutro”, con que extraordinaria naturalidad se desvanece todo, como todo sueño, como si uno no perteneciera a este mundo. (Lo real es que no pertenecemos). Por su maravilloso efecto el organismo se mantiene en un equilibrio tal útil como necesario.
En algunos momentos de la vida, cuando las emociones se nivelan, se vive también dicho fenómeno. En actitud de contemplación pasiva, abismada la consciencia en el tiempo y en el espacio, se establece de igual modo, característica propia de algunos meditadores o de aquel ser con virtud divina.
Exígete a ti mismo menos animalidad y un poco más de divinidad. Buscando la raigambre evitando las ramas. Extrae de este bosque las semillas, no los frutos. Así, lo aparente y trivial que os seduce cual los frutos, os impide ver que, tras de los mismos, en rasgos distintos, la semilla centellea sin luces objetivas lo esencial y divino.
Último apotegma; absorber en lo ajeno sólo lo indispensable para purificar nuestras fuentes naturales.
(El cisne)