Nació en Zaragoza en 1958. Estudió la carrera de Derecho, pero se ha dedicado a escribir novelas infantiles y juveniles, también, por su pasión por el teatro, ha participado durante más de veinte años como actor, director o técnico en diversos montajes de obras teatrales.
Colabora con la difusión de la lectura en los centros educativos mediante encuentros de los jóvenes lectores con el autor.
Ha recibido numerosos galardones por el éxito de sus novelas y en 2010 recibió el Premio Cervantes Chico como reconocimiento a su amplia labor literaria y su compromiso con la difusión de la lectura.
A continuación te recomendamos algunos de los libros que están a tu disposición en nuestra biblioteca de este autor.
En 1975 el grupo “Teatro Incontrolado de Zaragoza” formado por un grupo de adolescentes y dirigido por Raúl, deciden presentarse al Certamen Nacional de Teatro Aficionado que ese año se celebrará en Guadalajara. Dos miembros del grupo, Natalia y Jaime, son secuestrados por miembros de la ETA y encerrados en un zulo que han construido en el edificio en el que se celebra el certamen. Exigen para liberar a los jóvenes que uno de los miembros de ETA que iban a ser condenados en el proceso de El Goloso no sea condenado a muerte.
Es una novela de aventuras y de intriga en la que el autor, además de entretener al lector, le transmite información sobre hechos de nuestro pasado reciente, pero que para los adolescentes actuales es casi desconocido. Esta novela fue galardonada con el premio Gran Angular en 1984.
Raúl impartió a la pareja protagonista unas breves instrucciones y ambos comenzaron el ensayo de la larguísima escena, de casi media hora de duración. Ernesto, desde su escondite, no perdía ripio. Ni de lo que sucedía en escena ni, mucho menos, de los movimientos de Raúl.
Pasaron los minutos. La interpretación de Jaime y Natalia estaba resultando impecable. Los distintos juegos de luces se sucedían sin interrupción. A Ernesto, en su escondite, empezaban a dolerle los músculos de las piernas.
De pronto dio un respingo. ¡Allí estaba! Podía ser la confirmación de sus sospechas. Raúl, poco a poco, distraídamente, había empezado a alejarse del escenario. Primero se acercó a una de las cajas de herramientas y cogió un pequeño objeto que Ernesto no pudo identificar. Inmediatamente después, perdiendo ya toda la atención sobre lo que sucedía en escena, empezó a subir por la escalera que conducía a las galerías superiores. Ernesto se dio cuenta de que, si no quería perder de vista a Raúl, tenía que cambiar de escondite. Deslizándose como un gato, se situó junto al contrapeso del telón de boca.
La escena entre Creonte y Antígona continuaba. También continuaba la extraña expedición de Raúl por la primera galería. Sus acciones eran desconcertantes. Por momentos parecía buscar algo detenidamente. Un instante después, sin embargo, avanzaba a grandes zancadas, con un paso grotesco que no era normal en él. De repente se detenía y palpaba amorosamente el muro o el suelo de la galería. En ocasiones sacaba de su bolsillo el objeto que había sustraído de la caja de herramientas y lo manipulaba.
En esta novela, han pasado seis años desde que los personajes de El Zulo, Natalia y Jaime fueron secuestrados por los miembros de ETA. Ahora estudian en la universidad, pero continúan con su afición al teatro representando obras con la compañía de teatro dirigida por Raúl. En esta ocasión el grupo de teatro tiene que representar una obra de Blasco Ibáñez para poder heredar un antiguo palacio que les serviría de sede para sus ensayos. Pero se ven implicados en una investigación para impedir la rebelión de los militares del 23 de febrero.
El autor sabe mezclar con maestría la intriga, aventuras y la trama amorosa de los personajes. Al mismo tiempo que te engancha con una historia entretenida aprendes sobre hechos de nuestra historia reciente.
- ¿Emilio?- Volvió a inquirir la misma voz.
Al mismo tiempo, notamos cómo alguien intentaba abrir la puerta accionando repetidamente la manilla. Por fortuna, habíamos tomado la precaución de cerrar por dentro.
A punto de caer presa del pánico, miré a Gonzalo quien, a su vez, observaba a su alrededor, como intentando encontrar algo; quizá una buena idea para salir de aquel atolladero.
Con el volumen muy amortiguado, nos llegaron retazos de conversación desde el pasillo. De modo que eran al menos dos. No les entendía completamente, pero sí lo suficiente como para deducir que no habíamos sido lo bastante sigilosos. Una frase en tono demasiado alto o algún sonido imprevisto había alertado a los compañeros de pasillo de Seneiro y ahora los teníamos allí. No contaba con ello, la verdad. No imaginaba que un domingo por la tarde hubiese alguien que quisiese quedarse en la Academia pudiendo escapar a la ciudad.
- ¿Qué hacemos? -me susurró entonces Gonzalo.
- Esperar en silencio. Ya se marcharán.
El día que estalla la Guerra Civil Española, dos jóvenes de la canción, Lolita Ferrer –cupletista- y Virgilio Larumbe –pianista- se despiden. Ella se va a Barcelona al Salón Arnau a triunfar. Muchos años después, la trama se centra en un instituto en el que dos jóvenes, Nicasi y Ernesto, escuchan atentos cómo dos chicas los animan a participar en la ONG “Bricolaje Solidario”. Llegan al domicilio de una anciana que les enseña unos álbumes en los que conserva toda su vida. Julia promete volver a verla, pero cuando vuelven se la encuentran en el recibidor muerta. Comienza una investigación policial.
Marijuli paseaba suavemente de un lado a otro anotando cosas con la mirada. Espada la dejaba hacer, convencido de que si alguien era capaz de encontrar una pista en aquel difícil caso, esa era la chica de los ojos grises. Mi chica.
Justo delante de una sencilla consola adosada a la pared del fondo, el forense había marcado la postura del cadáver dibujando en el suelo, con trozos de cinta adhesiva, su contorno aproximado.
Un cubilete lleno de lapiceros había caído al suelo desde la consola y estos se hallaban diseminados por el suelo.
- ¿Para qué querría doña Dolores coger uno de esos lapiceros? -se preguntó Marijuli en voz baja.
- No creo que quisiera coger ningún lapicero -replicó Espada- . Seguramente, tras ser herida cayó sobre la consola y volcó el cubilete.
Marijuli le lanzó una mirada de las suyas.
- Inspector… doña Lola no cayó sobre la consola sino que se arrastró hacia ella. ¿No ve usted el rastro de sangre seca en el suelo marcando el recorrido? Está claro que la apuñalaron aquí, cerca de la puerta. Cayó al suelo y, posiblemente, quedó inconsciente. Por eso la mayor mancha de sangre está en ese lugar. Seguramente fue entonces cuando el asesino, creyéndola ya muerta, se dedicó a registrar el piso en busca de eso que no llegó a encontrar. Pero al rato, doña Lola recobró el conocimiento y se arrastró, malherida, hacia allí, hacia la consola. Yo creo que para intentar coger lápiz y papel.
Esta es la primera de la serie de novelas que escribe el autor sobre el detective Fermín Escartín. El primer caso de Fermín es investigar la desaparición de un rico y excéntrico empresario Serafín Galindo. Galindo aparece muerto en su automóvil a causa de los disparos que ha recibido de un francotirador. Fermín descubre que Serafín tenía un hermano gemelo y le acusa de haberlo matado para cobrar el seguro, pero hay varios indicios que le hacen sospechar que en este caso las apariencias no coinciden con la realidad.
Entonces, escuché un rugido que erizó hasta el último vello de mi cuerpo.
-¡Oh, Dios…! ¿Qué es eso?
Un rugido pavoroso que crecía, que se acercaba por momentos. Un fragor escalofriante que yo no lograba asociar a nada que hubiese escuchado anteriormente en mi vida y que me traía recuerdos de películas de serie B. Durante cerca de un minuto me vi atenazado por el miedo, abrazado al tronco del chopo más cercano como si fuera un viejo amigo, fuerte y protector. Y continuaba sin ser capaz de identificar aquel sonido cuya cercanía e intensidad crecía por momentos.
Por fin, supe de qué se trataba.
Era un tren. Un larguísimo, pesado, ruidoso y lento tren de mercancías que recorría la línea férrea en sentido Madrid-Zaragoza.
No solo experimenté un tremendo alivio. De inmediato, fui consciente de que aquello significaba mi salvación. Podía orientarme de nuevo, gracias al ruido del tren. Dibujé en mi cabeza un croquis del terreno que me rodeaba. La vía discurría paralela al cauce del río y a la linde del bosque. Por lo tanto, solo tenía que alejarme de él para avanzar en la dirección correcta.
La pareja Olmedo acude a un investigador privado, Fermín Escartín protagonista de la novela El asunto Galindo, con la finalidad de que encuentre a su hijo desaparecido. Le da toda la información de que disponen al investigador el cual duda en principio de que se trate de una desaparición: Andrés Olmedo, el desaparecido, tiene treinta y un años y vive solo en la capital, Zaragoza, y es ingeniero. Sus padres insisten en que algo extraño le ha sucedido. Fermín Escartín se hace con el caso y comienza la investigación.
Fue conectando todos los aparatos, los receptores, las emisoras, los escáneres, los amplificadores, en un ritual que le producía un agradable cosquilleo de placer. Incluso ahora, después de tantos años, el momento de ponerse en contacto con los compañeros de afición del resto del mundo era como el de emprender un viaje, una aventura diaria. No había perdido ni un ápice del encanto que tenía tiempo atrás.
Estaba a punto de teclear la frecuencia que le conduciría a las costas del Gabón.
Entonces recordó el incidente de la noche anterior.
La petición de auxilio. La petición de auxilio de alguien que le había llamado por su nombre y que decía encontrarse en un túnel. De alguien a quien había creído reconocer, pese a que resultaba imposible.
Aún tenía memorizada la frecuencia de aquel contacto extraño, que ahora ni siquiera estaba seguro de que se hubiese producido.
Estuvo un buen rato dudando. Acariciando el dial, sin decidirse.
Finalmente, optó por postergar la conversación con Baldomero e intentar repetir el contacto de la noche anterior.
Marino imaginaba que sería un empeño vano. Hacía veinticuatro horas que había creído escuchar aquel susurro angustioso que si no había sido fruto de su imaginación, tenía el convencimiento de que se trataba de las palabras de alguien en sus últimas horas de vida. ¿Qué objeto tenía buscarlo ahora, cuando, con toda seguridad, habría muerto ya? Ayer. Ayer tenía que haber hecho algo, pero… ¿qué?
El detective Fermín Escartín es invitado a la presentación de la estilográfica Amsterdam Solitaire, diseñada por cuatro fabricantes europeos de plumas que deseaban crear una tan valiosa que nadie pudiera comprarla. Aunque había grandes medidas de seguridad, este objeto es robado. El detective va a tener que investigar el robo tanto en la ciudad de los diamantes, Amsterdam, como en su Zaragoza natal.
- Escartín, quiero que se encargue del caso.
- ¿A qué se refiere?
-Quiero que averigüe qué ha ocurrido con la Amsterdam y que la recupere.
-¿Ah, cómo? ¿No piensa llamar a la policía?
-Pues no -responde Martínez-. No, si puedo evitarlo. Tenga en cuenta que, si se abre una investigación oficial, mi hijo y su amiga italiana se verían en situación ciertamente comprometida.
-No creo que sea para tanto -replico-. Es cierto que han ocasionado un estropicio considerable, pero cinco personas los vimos caer desde el piso de arriba y, en ese momento, la Amsterdam Solitaire ya se había esfumado de su urna. Vamos que está clarísimo que ellos no han robado la pluma. No han tenido ocasión para ello.
-Cierto, pero sí intentaban hacerlo, según han confesado, lo cual resulta tremendamente comprometedor. En fin, que mi amigo Vicenzo y yo hemos acordado que, si podemos resolver este enigma y arreglar el embrollo por nuestra cuenta, sin recurrir a la policía, mejor que mejor.
Dalmacio es un muchacho de 11 años. La acción se sitúa en 1970, cuando Dalmacio se encuentra desesperado porque no le va bien con don Blas, el maestro que se ha encargado de su clase mientras se recupera don Basilio, su tutor. Sus notas cada día son más bajas porque piensa que don Blas le tiene manía. El colegio decide participar en la Operación Papel y Dalmacio quiere impresionar a su maestro recogiendo gran cantidad de papel usado. El trapero del barrio muere, y a Dalmacio y a sus amigos se les ocurre entrar en su casa para llevarse todo el papel que tenía guardado. Las cosas se complican y Dalmacio y sus amigos se ven envueltos en varios problemas.
-Tus remordimientos, Dalmacio -sentenció Vives, finalmente-. Esa parece ser la causa.
Parpadeé, conteniendo un estremecimiento.
-Vamos a ver si lo entiendo: ¿me estás diciendo… que mis remordimientos han creado a Malasunto?
Vives alzó las cejas.
-Esa parece la explicación más lógica.
-¿Lógica? ¿Qué tiene de lógica? ¿Es que soy pariente del doctor Frankenstein?
-Quizá no lo has creado. Tal vez ya existía y tú, simplemente, lo has despertado con tu mala conciencia. Tal vez es algo que todos llevamos con nosotros y solo cobra vida en determinadas circunstancias. No lo sé. Pero está claro que tiene que ver contigo. Fíjate bien: lo viste por primera vez en tu casa unas horas después de que visitásemos la morgue. Es decir: justo tras haber tomado la decisión de apropiarnos del papel para canjearlo por un sobresaliente.
-Cierto.
Esta novela histórica está ambientada en el siglo XIV. El protagonista Garcés García, un joven campesino de la corona de Aragón, parte hacia Constantinopla en busca de su padre que es un guerrero almogávar, en esta ciudad se ve “obligado” a convertirse en guerrero y logra riquezas y ascenso en la sociedad. Cuando regresa a su tierra como un héroe, ¿podrá casarse con la joven Viola hija del señor de la comarca?
Son seis o siete turcos, que se les echan encima como lobos. Garcés se ve comprimido entre su padre y los otros dos compañeros de grupo. Lanzan sus chuzos y tres caballos otomanos ruedan por tierra. Don Ferrer se enfrenta a los restantes aullando como un diablo. En un abrir y cerrar de ojos, descabalga a uno de un golpe y acaba con otro de un certero tajo en pleno rostro.
Garcés siente cómo le sube la bilis a la boca.
Llegan más enemigos de todos los lados. Uno de los almogávares que lo protegen cae herido, con la cabeza ensangrentada. Su padre no da abasto a repeler agresiones. Con una espada en cada mano, hiere sin descanso a jinetes y cabalgaduras.
-¡Al suelo, hijo, al suelo! ¡Échate al suelo y finge haber muerto! -grita García, desesperado, mientras describe terribles molinetes con las armas.
Pero la embestida de un jinete desmantela el reducido grupo y, de improviso, Garcés se encuentra corriendo a cuatro patas entre la vorágine, tropezando con los cadáveres de los hombres y animales, reptando sobre el barro formado por tierra y sangre.
Pide a gritos una espada y acaba por arrancar el alfanje de la mano de un turco agonizante. Nunca se habría creído capaz. Se alza y busca a su padre.
Nació en Sevilla en 1939. Se licenció en Historia de América. Tras algunos años dedicada a la enseñanza, pasó a escribir obras de literatura infantil y juvenil. Ha recibido varios premios, entre ellos el Lazarillo en 1984 y el C.C.E.I. en 1987. Su novela La tierra del Sol y de la Luna fue incluida en la lista de Honor del IBBY en 1986 y en 1992 fue candidata al premio Andersen.
Un rasgo de sus obras es que sabe mantener la intriga y el suspense hasta el final y recrear atmósferas de terror y miedo.
Dos bellos sauces daban vida al jardín de la mansión Twin Willows Manor, pero también escondían algo terrorífico. El día que, por accidente, una excavadora derriba uno de aquellos bellos árboles, la vida de Ernest Morrison da un giro de cinto ochenta grados. Un cadáver, un juicio, miles de recuerdos, testimonios dolorosos, mentiras y un acusado que se niega a hablar son los ingredientes de esta novela de intriga que arrastra al lector hasta el final inesperado.
Si piensas en las cosas que tienes, siempre estarás contento, se dijo Kostia en repetidas ocasiones para aliviar su tristeza antes de partir hacia otro nuevo lugar. Un extraño acontecimiento convierte al débil Kostia en un joven con la fuerza de un árbol. Pero su suerte tiene un precio: no podrá permanecer más de tres días con las personas que encuentra en su camino. Es una leyenda que nos habla del amor y de dar la vida por los demás.
Este es un relato de misterio con bastantes momentos de terror. ¿Qué ocurre en la vieja casa abandonada? ¿Por qué la mecedora se mueve sola? ¿Hay alguien en la antigua habitación de Andrea? ¿Será cierto que el espíritu de la tejedora ha tomado posesión de la casa en la que ella nació?
Este libro contiene seis historias de misterio. ¿Dónde se oculta el asesino del museo? ¿Quién ríe sobre el tejado de la iglesia? ¿Por qué pueden llegar a ser tan peligrosas las sombras de los sueños? Estas inquietantes preguntas forman el núcleo de un libro que te brinda la oportunidad de adentrarte en el mundo de las emociones y los misterios.
Este libro está formado por dos relatos cuyo ingrediente en común es el miedo.
Marta regresa a su casa después de cenar con un grupo de amigas. Desde la cama en la que intenta conciliar el sueño advierte la presencia de un hombre que, vestido de negro y con el rostro cubierto con una máscara, comienza a hacer extraños movimientos..
Elena sufre terribles pesadillas que se repiten noche tras noche, amenazando en convertirse en realidad...
Nació en Pamplona en 1938. Trabajó como secretaria en una empresa. Se dio a conocer como escritora cuando quedó finalista en el premio Gran Angular con su obra Cinco panes de cebada. Algunas de sus obras han sido traducidas a diversos idiomas como el portugués, el griego o el tailandés.
La protagonista de la historia, Muriel, es una joven de unos veintidós años que inicia su trabajo de maestra en un pueblo del pireneo navarro llamado Beirechea. Al lector le resulta bastante claro el proceso de maduración de la protagonista y cuáles son las razones que la llevan, poco a poco, a terminar amando la escuela, los alumnos y todo el pueblo, del que ya no quiere marcharse ni siquiera por un trabajo en un gran colegio de la capital.
Teresa es huérfana y cuando conoce a José en la Biblioteca comienzan sus ansias de estudiar porque él la ayuda. Esta evolución en clase hace que la directora del orfanato decida enviarla a San Sebastián donde conseguirá un trabajo, pero esto significa perder a José.
En el tren camino de su destino conoce a una argentina de su edad a la que envidia porque tiene el hogar que ella nunca tuvo. Durante el viaje, se produce un accidente y Teresa usurpa la identidad de María y esto cambiará su vida.
Ana se queja de que lleva una vida aburrida, sin emociones. Pero, de pronto, recibe una carta en la que le informan de que ha heredado la casa de su tía Águeda Baztán, que está en un pueblecito llamado Oblaidos. Está dispuesta a vender la casa, pero antes decide ir a verla. Nada más llegar al pueblo comienzan a suceder cosas.
Nació en Suecia en 1923. Desde pequeña le encantaba leer y con doce años empezó a escribir su primera novela, aunque no la terminó. Después de terminar sus estudios universitarios, seguía inventando historias que contaba a su hija, su marido que era ilustrador, le anima a que las escriba y las lleve a un editor. En la editorial les gustó mucho el trabajo que les presentó y le publicaron tres libros de los que había presentado. Este fue el inicio de una larga carrera que ha recibido el reconocimiento con varios premios literarios y la traducción de sus obras a varias lenguas.
En esta novela se combina la intriga, el misterio, una relación amorosa y algunos elementos sobrenaturales.
Los protagonistas son tres adolescentes: dos hermanos, Annika y Jonás, y su amigo David. A los tres les encanta investigar y explorar lo desconocido. Les encargan el trabajo de regar durante el verano las plantas de una mansión deshabitada en la que encuentran unas cartas escondidas que les llevarán a numerosas investigaciones para descubrir qué les ocurrió a las personas relacionadas con esas cartas, qué influencia tuvo una estatua egipcia en esos hechos, dónde se encuentra dicha estatua… Al final casi todos los enigmas se resuelven, todos menos aquellos que tienen que ver con los aspectos que se escapan de lo racional.
La autora consigue mantener la intriga a lo largo de toda la novela, está narrada con un estilo sencillo pero que al mismo tiempo atrapa al lector, le “engancha” para que siga leyendo.
Esta novela está ambientada en las primeras décadas del siglo XX en una familia acomodada. La rutina de esta familia cambia con la llegada de Carolin, la nueva doncella. Esta joven no cumple con las normas establecidas en la época para ese trabajo: es inteligente, alegre, tiene carácter y opinión propia, no está conforme con que la mujer no tenga los mismos derechos que un hombre o que unas personas tengan más derechos que otras por pertenecer a una clase social superior.
Los tres hijos de la familia, Roland, Berta y Nadja se sienten atraídos de forma distinta por Carolin. ¿Pero quién es en realidad Carolin? ¿por qué es tan reservada al hablar de su vida, de su familia? ¿por qué experimenta algunos cambios de humor tan bruscos?
Poco a poco la autora nos va dando pistas mediante las percepciones de Berta, aunque no siempre sean acertadas, de cuál es la verdad que esconde Carolin.
Como en otras de sus novelas, la autora mezcla la intriga con la reflexión sobre temas interesantes como la amistad, las relaciones familiares, los problemas de las clases sociales más pobres, los derechos de la mujer…
Yo encontraba que todo aquello era terrible. Me hacía sentirme mal. ¿Cómo podía Carolin hablar de ello tranquilamente?
- He vivido una vida mucho más dura que tú. Pero no hay que lamentarse. De esta manera no estoy atada a nadie. Es una sensación muy agradable. ¡Soy libre!
Guardó silencio y yo también. No tenía nada que contestarle. De repente me miró.
-¿Pero tú no sabes qué es eso? ¡Ser libre!