Hoy en día estamos muy contentos y orgullosos de la dirección que ha ido tomando nuestro aviario.

Algunas veces el camino no ha sido fácil, pero la trayectoria que hemos seguido (y estamos siguiendo) nos da la oportunidad de aprender y mejorar continuamente.

Empezamos con el aviario, instalado en casa de un familiar. Ambos estudiábamos fuera entre semana, por lo que los fines de semana los dedicábamos prácticamente al completo a atender el aviario: limpiar instalaciones, poner comida y agua, revisión de nidos, selección de ejemplares, etc.

Empezamos con la cría de Periquitos Australianos y Agapornis Fischer. Disponíamos de varias jaulas de cría de metro y un voladero de aproximadamente 2'5x2 metros.

Tras la primera temporada de cría en 2011 nos iniciamos en la aventura de los concursos ornitológicos, participando en varios concursos locales y en el regional de nuestra comunidad.

Animados por los resultados obtenidos, empezamos la siguiente temporada de cría con mucha ilusión.

Incluimos Diamantes Mandarines y Tórtolas Diamante en nuestras instalaciones, criando los Diamantes en jaulas de cría y las Tórtolas en voladeras.

Ampliamos nuestras instalaciones, añadiendo más jaulas de cría y haciendo dos voladeros de 2x0'50x0'50 metros donde albergar los periquitos, y transformando un voladero vertical (poco práctico en nuestra opinión) en un voladero horizontal para independizar a los agapornis.

Un año más, continuamos con la participación en concursos ornitológicos, ¡llegando a participar en nuestro primer Concurso Nacional COE!

La selección de nuestros periquitos se empezaba a centrar en la cría de clásicos e inos.

Este año, gracias a Susana Mondelo (madre de Sara, criadora nacional de Raza Española y Canarios de factor rojo (entre otras variedades) y Juez Nacional de Canarios de Postura) y José Antonio García (gran amigo criador nacional de Cabecita Negra y Canarios Topacio, entre otras variedades) incorporamos a nuestro aviario los Diamantes de Gould y las Isabelitas del Japón.

Con ello la estructura de nuestras instalaciones cambió. Llegamos a albergar 35 jaulas de cría e hicimos nuevos voladeros para dar cabida a los nuevos ejemplares.

Tras la experiencia del año anterior tomamos la decisión de reducir las especies del aviario, ya que no podíamos atender a todas como nos hubiese gustado, así que mantuvimos a los Periquitos Australianos, los Agapornis Fischer, los Diamantes de Gould y las Isabelitas del Japón.

Este año decidimos presentar algunos periquitos al Concurso Ornitológico Mundial que se celebró en Portugal, obteniendo un resultado muy gratificante y donde veíamos nuestro trabajo de cría y selección recompensado por el reconocimiento.

Con nuestras ganas de aprender y en vistas de en un futuro seguir ascendiendo en los diferentes niveles de la ornitología deportiva, decidimos incorporar a los Periquitos Ingleses. Aunque siguen siendo periquitos, las diferencias con respecto a los Australianos nos suponían todo un reto.

La temporada de cría de este año fue muy satisfactoria. Criamos con parejas muy prometedoras que nos dieron muy buenos resultados, lo que se tradujo en magníficos resultados en los diferentes concursos ornitológicos a nivel local, regional, nacional e internacional.

Años anteriores, debido a nuestro período de estudio en la universidad, ya habíamos vivido lejos de la ubicación del aviario (alrededor de los 90km de distancia). Este año, con la incorporación al mundo laboral de forma más estable, nos tuvimos que mudar más lejos (alrededor de los 200km de distancia), por lo que gestionar el aviario se nos hacía cuesta arriba, llegando a pensar incluso en dejarlo pese a todos los esfuerzos realizados años atrás.

El apoyo que nos dimos el uno al otro, junto con el apoyo y la ayuda de nuestras familias, supuso un pilar fundamental en esta etapa.

A mitad de año decidimos mudarnos a una casa que nos permitiera albergar el aviario, y... ¡la encontramos!

Decidimos trasladar a la nueva casa por el momento a los Diamantes de Gould e Isabelitas del Japón, que debido a sus requerimientos durante la cría necesitaban estar mucho más atendidos, por lo que durante este año ¡tuvimos el aviario repartido en dos ubicaciones que distaban 200km entre si!

Atendíamos a unos entre semana y a otros los fines de semana.

Llegó el momento de trasladar todo el aviario, y el nuevo espacio que teníamos para albergarlo no nos permitía tener todo, por lo que con mucho pesar, y siendo una decisión muy difícil, decidimos dejar la cría de los Diamantes de Gould e Isabelitas del Japón.

Con esta decisión y aprovechando que teníamos que hacer el traslado, renovamos las jaulas de cría a módulos de 80x40x40 cm de Ornialba, con varias características personalizadas.

Tras la renovación de los módulos era el momento de hacer voladeras. Nos hacían falta voladeras tal y como teníamos en nuestras instalaciones anteriores así que tras barajar diferentes presupuestos nos decidimos a montar 3 voladeras exteriores de 2x1x2 metros, para albergar a Periquitos y Agapornis en temporada de descanso y muda.

Los concursos ornitológicos se vieron paralizados por la situación sanitaria, pero después de tantos cambios en los últimos años nos vino bien tener un descanso de esta parte de nuestra afición.

Este año acabamos la temporada de cría muy contentos, ¡nacieron los primeros fischer opalinos en el aviario! Es una mutación que nos gusta mucho y deseábamos tener nuestros propios ejemplares nacidos en casa.

Tras un año donde se paralizaron los concursos, este año se reanudaron (aunque no en su totalidad), pero teníamos ganas de volver a disfrutar de esta parte de la ornitología que tanto nos gusta, ya que es una de las razones de ser de nuestro aviario.

Sara compaginó la participación en los concursos con el estudio y las prácticas como aspirante a Juez de Agapornis y Psitácidas.

 Durante la realización del Campeonato Mundial de Ornitología, Sara se examinó para ser Juez Nacional de las especialidades de Agapornis y Psitácidos. ¡Y aprobó! ¡Un reto más conseguido!

Durante la temporada de concursos de este año ya realizó sus primeros enjuiciamientos oficiales.

En cuanto a la temporada de cría puede decirse que no fue del todo como esperábamos... sobre todo con los Agapornis. Aunque con los Periquitos Australianos ¡hemos criado nuestro primer Alas Negras y portadores! Lo que nos alegra mucho, ya que nos permitirá en un futuro formar nuevas parejas y empezar la línea de trabajo.

¡Somos uno más en la familia! Y aunque no tiene relación directa con el aviario, es la mejor noticia.

Y de forma indirecta, si ha afectado a nuestras labores en el aviario, pues el tiempo disponible no es el mismo ni se reparte de la misma manera. Por ello, este año decidimos no trasladar a ninguna pareja a las instalaciones de cría. Y por eso es un año diferente... tras muchos años, este es el primero que no criamos, aunque esperamos poder seguir haciéndolo en breve.

Si pudimos participar en algunos concursos ornitológicos y Sara durante la realización del Campeonato Ornitológico Nacional se examinó de la especialidad de Periquitos y... ¡aprobó! Ahora ya es Juez Nacional de las tres especialidades existentes de aves de pico curvo: Periquitos, Agapornis y Psitácidos.