Hemos recordado a la Demarcación de Costas de Bizkaia del peligro latente que existe debido a los frecuentes desprendimientos de piedras en los acantilados de Astondo:
...Los acantilados que rodean la Bahía de Barrika-Plentzia-Gorliz están en recesión. Toda la costa de los alrededores sufre desprendimientos con frecuencia, especialmente después de periodos largos de lluvias. No es un fenómeno nuevo, ocurre así desde siempre y seguirá siendo así de forma natural.
Sin embargo, a pesar de no estar a favor de 'contener' los acantilados, existe una zona peligrosa y muy transitada al final del nuevo paseo marítimo, y creemos que no se puede dejar que solo la (buena) suerte impida que un desprendimiento natural de piedras hiera a alguna persona.
Y desde Costas nos contestan: (26/02/2010)
...En cuanto a los desprendimientos, desde la Demarcación, al poco de iniciar las obras, fuimos conscientes de la problemática que podían generar. En este sentido se plantearon temas tales como que la finca superior es de la Diputación y el acantilado, puesto que no tiene 60 grados no es dominio público, y por tanto, en aplicación del Código Civil, el acantilado sería también de la Diputación.
Por otro lado, como queremos ser respetuosos con la normativa de otras administraciones, consultamos el Plan Territorial Sectorial de Protección y Ordenación del Litoral de la Comunidad Autónoma del País Vasco, en el que vimos que gran parte del acantilado está protegido.
Soluciones del tipo sujetar todo el talud con mallas o anclajes no encajan normativamente porque sería consolidar el acantilado, y del tipo muro, jardineras, etc,, dejando un hueco entre éstas y el acantilado al ser “opacas” se va almacenando el material fino que cae del acantilado y se rellena el hueco de la parte de atrás, con lo que hay que volver a recrecer el muro en altura para generar más hueco, en un proceso sin límite.
Solución: se ha planteado una valla a lo largo del paseo en la zona más conflictiva de Astondo (unos 100 metros lineales), bordeando el mismo, y lo más baja posible para que el “inevitable” impacto visual no sea elevado, todo ello, sin tocar el acantilado. Sin embargo la altura la marca la seguridad para que no pasen piedras por encima de la citada valla y creo que quedará de unos 3 metros de altura. Ya se ha pedido dinero a Madrid para llevar a cabo dicha actuación, consensuada con el Ayuntamiento, y va incluida en el paquete denominado “obras complementarias”...
En noviembre de 2010 se han instalado las vallas protectoras en el paseo de Astondo.