El arte gótico propiamente dicho coincide en el tiempo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Se suele indicar que frente al arte románico (que refleja una sociedad ruralizada de guerreros y campesinos), el gótico coincide con el máximo desarrollo de la cultura urbana donde aparece la burguesía, las universidades y el florecimiento de las órdenes religiosas (monásticas como el Cister y mendicantes como franciscanos y dominicos), así como la acentuación de los conflictos y la disidencia (revueltas populares, herejías, desarrollo y crisis de la escolástica, Cisma de Occidente) y finalmente los pavorosos espectáculos de la Peste Negra y la Guerra de los Cien Años en un mundo tan cambiante que sólo puede entenderse en términos de una mutación fundamental (para la historiografía materialista, la transición del feudalismo al capitalismo.
Generalidades y entorno histórico. La denominación gótico fue empleada por el Renacimiento, en particular por el historiador Giorgio Vasari, para definir el arte medieval situado entre la Antigüedad clásica y el propio Renacimiento. Con ello se adjudicaba la creación de dicho arte a los godos, y la palabra gótico contituía un sinónimo de bárbaro.
Esta actitud persistirá hasta el Romanticismo, cuando se inició la revalorización de esta etapa medieval. El gótico abarca aproximadamente desde el año 1150 hasta comienzos del siglo XVI, aunque la cronología varía según los distintos países. La diferencia exterior más apreciable entre el gótico y el románico es que la nueva concepción tiende a sustituir los elementos nacidos por una estructura vertical y ligera, sustentada, como apuntábamos anteriormente, en la utilización del arco apuntado.
La aparición del nuevo arte corresponde de forma directa a una evolución en la estructura social. En la segunda mitad del siglo XVI la sociedad feudal estaba en crisis. Al liberarse del poder feudal las ciudades empezaron a evolucionar: los centros comerciales e industriales desarrollaron una intensa vida municipal con el nacimiento de las corporaciones gremiales y mercantiles, que fueron el alma de la sociedad de la época.
Todos esos cambios influyeron especialmente en el arte, que deja de ser sobre todo monástico para convertirse también en expresión del profundo espíritu religioso de la ciudad.
Por otra parte, las nuevas actividades económicas potencian la aparición de una nueva clase social: la burguesía, muy vinculada al proceso artístico. Se aprecian más las artes y las clases sociales altas protegen la realización de obras, algunas clases sociales altas protegen la realización de obras, algunas designadas a la Iglesia y otras para uso y disfrute personal. Además, la poderosa clase burguesa necesitaba cubrir necesidades hasta entonces existentes ( suntamientos, lonjas, etc...), así como satisfacer el deseo de resaltar la riqueza, haciendo ostentación de lo que se posee en vida e intentando perpetuarlo tras la muerte. En consecuencia, es fácil comprender que la actividad se convirtiera en el centro artístico de la nueva sociedad.
Los elementos estilísticos que definen el arte gótico se empezaron a manifestar entre 1130 y 1150 en la arquitectura religiosa del I´Lle de France. Unidad internacional que el románico, ya que, pese a haber adoptado características peculiares en cada país, mantuvo siempre fidelidad a sus raíces francesas.
Desde mediados del siglo XII se inicia un florecimiento de la civilización europea, que se manifiesta a través de diversos cambios y a pesar de la grave crisis del siglo XIV (peste), comenzará una expansión que llevará a la civilización occidental a la conquista del mundo.
Una sociedad medieval pero urbana, con una mentalidad y una religiosidad nuevas desarrollaron el nuevo estilo artístico. Temporal y espacialmente el gótico tiene su nacimiento en Francia a mediados del siglo XII y perdurará hasta el siglo XVI cuando es sustituido por el Renacimiento. Supone una nueva forma de sentir y expresarse, en relación con los cambios y evolución experimentados por Europa en los siglos bajosmedievales; es ciudadano y burgués y responde a una nueva mentalidad religiosa. El gótico refleja la marcha de la sociedad y la evolución del pensamiento de una época en un momento de cambio.
Por lo que se refiere al contexto sociocultural, se ha de decir que surge el renacer del comercio y de las ciudades. A mediados del siglo XII se produce en los países mediterráneos un enorme crecimiento económico que se apoya en un aumento de la producción agrícola y sobre todo en un auge del comercio, cuyas principales bases serían las ciudades italianas (Venecia, Génova, Pisa) y los Países Bajos. Instrumentos de esta expansión del comercio serían las ferias y mercados.
Este auge económico y comercial potenciará el renacimiento de las ciudades y traerá consigo la aparición de una nueva clase social: los burgueses que agrupados en gremios y corporaciones para defender sus intereses económicos, serán también los impulsores del cambio social y cultural.
Es de recalcar también, la fisonomía urbana medieval. Ésta se caracteriza por su apiñamiento, el aprovechamiento del espacio, los recovecos de sus calles, lo complejo de su trazado, la división en barrios y la importancia dada a los monumentos públicos.
El nuevo tipo de vida urbana y cortesana presentaba nuevas necesidades para los organismos públicos, municipales, gremiales, etc… que reclamarán edificios acordes con sus necesidades y que al mismo tiempo expresen la riqueza e importancia de estas corporaciones.
Las nuevas necesidades arquitectónicas aportaron nuevas técnicas, nuevos gustos y una nueva espiritualidad que el arte románico era incapaz de satisfacer. El estilo gótico aportó nuevos medios técnicos (el arco apuntado, bóveda de crucería…) y una nueva estética acorde con la nueva mentalidad.
El hombre mira a la naturaleza (además que a Dios). El Arte se hace naturalista frente al geometrismo del románico.
Los nominalistas rechazan los principios universales, proclaman que sólo lo individual y concreto debe ser objeto de estudio científico: Guillermo de Occan. Comienza una duda que crea una fase inmadura, insegura y dubitativo. El Gótico vive bajo la teología divina pero con baches y dudas que el Románico no tenía.
Por eso las Catedrales góticas están inacabadas porque empezaban como la obra de nunca acabar. Dura varios siglos y cada arquitecto que pasa deja su huella. Por eso en pintura Dios ya no es inaccesible y omnipotente. El Dios Gótico sufre y su cara es de misericordia. Los demás personajes se ríen, lloran, conversan, con sentimientos y pasiones humanas.
Se empieza a redescubrir tímidamente al hombre en busca de ese Renacimiento posterior. De hecho el Renacimiento se desarrolló sin una ruptura brusca a partir de la civilización urbana italiana de la baja Edad Media.
El Arte Gótico es la teoría de la doble verdad: Teología y Filosofía pueden coexistir. Santo Tomás nos dice que Dios nos revela una Verdad pero no incapacita a la razón para actuar en otro plano: en la Naturaleza, en la Ciencia y en el hombre como parte de esa Naturaleza.
Esta época es el comienzo: de la lucha por las ciudades, del ascenso burgués y del humanismo artístico. El cambio brutal se da en el Cuatroccento italiano.