Lista de Legiones romanas

Legiones romanas

La sección Legiones del Imperio inicial contiene un directorio de todas las legiones en una sola tabla, junto con sus datos más básicos: número y nombre de la legión (con enlaces al artículo correspondiente), emblema, fecha de fundación y nombre del fundador, fecha de disolución y zona de despliegue geográfico. Las notas ofrecen una traducción del nombre de la legión y detalles adicionales, como la cantidad de legionarios, fechas de despliegue y otros datos de interés general. Una segunda tabla reorganiza la información por provincias, permitiendo al lector ver las legiones desplegadas en la región que le interese durante seis fechas clave.

Historia

egión romana

Hasta el siglo I a.C., las legiones de la República romana eran levas ciudadanas temporales, activadas para campañas específicas y licenciadas al concluir estas. A partir de esa fecha, la legión romana era una mezcla de unidades voluntarias y reclutadas, donde la legión en sí misma se mantenía activa mucho después de acabada la campaña por la que se activó, y sus efectivos iban siendo renovados. Una gran cantidad de legiones fue activada por pretendientes rivales durante el periodo de guerras civiles del 49 a. C. al 30 a. C..

Cuando César Augusto consiguió hacerse con el poder y fundar el Imperio romano el año 30 a. C., procedió a disolver a más de 50 de las legiones existentes. Con las restantes 28 formó el núcleo del primer ejército Imperial, manteniéndose activas varias de ellas durante más de 300 años. Augusto y sus sucesores convirtieron las legiones en unidades permanentes de soldados profesionales que se alistaban durante un período estándar de 25 años de servicio.

Durante el Imperio tardío (284 al 476), se cuenta con menos referencias históricas acerca de las legiones. Siguieron siendo unidades profesionales, pero en ese periodo eran radicalmente distintas en tamaño, estructura y funciones tácticas a lo que habían sido sus predecesoras, a pesar de que muchas aún tenían los nombres tradicionales. Las reformas militares que cambiaron el papel y la forma de las legiones fueron realizadas principalmente por Diocleciano y Constantino I el Grande, y acabaron de completarse con algunos cambios menores en el siglo IV.

De algunas se desconoce su final o éste ha sido silenciado por las fuentes clásicas. Hay que tener en cuenta que los historiadores y cronistas romanos eran extremadamente reservados a la hora de registrar en sus escritos aquellas legiones que fueron deshonradas, probablemente debido a que el recuerdo de su memoria estuviera prohibido. Igualmente ocurría con aquellas que fueron aniquiladas en el campo de batalla, no siendo dado a conocer por cuestión de moral pública y para asegurar la estabilidad política del imperio.

Número y nombre de las legiones

La numeración de las legiones es confusa. Muchas comparten el mismo número. César Augusto numeró las legiones que fundó personalmente desde el siglo I, pero también heredó números de sus predecesores. Cada emperador normalmente numeraba las legiones que reclutaba él mismo empezando también desde I. Sin embargo, esta práctica no se siguió de forma consistente: por ejemplo, Vespasiano mantuvo el número anterior para las legiones que reconstruyó a partir de unidades disueltas; la primera legión reclutada por Trajano se numeró como XXX, puesto que ya había 29 legiones en servicio en el momento de su fundación. Los números XVII, XVIII y XIX corresponden a las legiones aniquiladas en la batalla del bosque de Teutoburgo, y nunca se volvieron a emplear. Como resultado de esta evolución más bien caótica, es necesario mencionar también el nombre de la legión para poder distinguirlas.

Las legiones solían tener varios títulos y nombres, otorgados normalmente por el Emperador reinante tras campañas sucesivas. Por ejemplo, la legión XII Fulminata también era Paterna (paternal), Victrix (victoriosa), Antiqua (venerable), Certa constans (confiable, firme) y Galliena (de Galieno). Asimismo se hacía entrega a las legiones de otros títulos, como Pia fidelis o fidelis constans, ocasionalmente más de una vez a la misma legión. En esta tabla sólo se usan los nombres más comunes y establecidos.

El apodo de cada legión pudo haber sido concedido bien como título honorífico (Legio VIII Augusta), por hechos de armas tras haber ganado alguna batalla o campaña (Legio XX Valeria Victrix), por haber permanecido fiel en alguna revuelta (Legio XI Claudia Pia Fidelis), por la región donde estuviese concentrada (Legio IV Macedonica), por el lugar donde fue reclutada (Legio III Italica), por la fusión de dos o más legiones (Legio XIII Gemina), por alguna característica especial (Legio X Equestris), etc. En otros casos su significado es confuso. Por ejemplo, en el caso de la Legio V Alaudae, se cree que tuvo este sobrenombre por el penacho de plumas de alondra en los cascos en vez de crines de caballo como era lo normal, aunque existen otras interpretaciones. De igual manera que a una legión se la recompensaba con un título honorario por sus acciones, este también podía ser perdido si daba muestras de cobardía o negligencia, como le ocurrió a la I Augusta por haber perdido el águila en combate durante las guerras cántabras, con independencia de otros sangrientos castigos como diezmar (ejecutar a una décima parte de los hombres) o quintar (ejecutar a una quinta parte).

Los títulos geográficos pueden indicar:

  • La región en la que la legión fue reclutada originalmente, p.ej. Italica => de Italia

  • Pueblos a los que la legión ha vencido, p.ej. Parthica => victoriosa sobre el Imperio parto

Las legiones que llevan el nombre personal de un Emperador, o de su gens (clan), como Augusta o Flavia, o bien fueron fundadas por dicho Emperador, o bien recibieron el nombre como símbolo de especial estimación.

El nombre de gemina puede significar que la legión está hermanada con otra. Alternativamente, también puede expresar que dicha legión está dedicada a los gemini (gemelos) Rómulo y Remo, los legendarios fundadores de Roma.

Base principal

Esta columna muestra dónde se encontraba la base principal o Cuartel General (castra) en el que la legión pasó el mayor tiempo durante el Principado. Véanse las notas para cada legión acerca de los nombres romanos de dichas bases, así como fechas y nombres de las principales usadas. Las legiones con frecuencia compartían sus bases con otras estacionadas en la misma zona. Destacamentos de las legiones podían ser enviados por periodos largos a otras bases y provincias, según dictasen las necesidades operativas.

Emblemas

Las legiones solían tener más de un emblema al mismo tiempo, y ocasionalmente podían cambiarlo. Las legiones reclutadas por Julio César solían usar originalmente como emblema un toro. Las reclutadas por César Augusto solían emplear un macho cabrío.

Fecha de disolución

Para las legiones documentadas en el siglo IV y posteriores, no se sabe hoy día cómo o cuándo fueron disueltas. Las legiones que desaparecieron antes del 284, la razón (cierta o más probable) se muestra como:

  • XX, aniquilada en batalla

  • DD, desbandada con deshonor

  • DE, destino desconocido

Localización

Indica la Provincia romana en la que se encontraba la base (castra) en cada una de las fechas clave. X indica que la legión no existía en esa fecha. Véanse las notas para detalles del castra y la duración de los destinos.

Los nombres de las provincias y fronteras se usan tal como eran en el periodo del Principado hasta el 107 d.C., durante el reinado de Trajano y tras la anexión de Dacia y Arabia Petraea. El mapa empleado muestra las provincias al final del reinado de Trajano, en el 117 d.C. Son las mismas provincias del año 107 d.C., exceptuando a Armenia y Mesopotamia, que aún pertenecían al Imperio (fueron abandonadas poco después de la muerte de Trajano), y Panonia, que había sido dividida en dos hacia el 107. En realidad, las fronteras provinciales fueron modificadas varias veces durante el periodo 30 a. C. - 284 d.C., lo que causa discrepancias con otras fuentes sobre la localización exacta de una legión en una fecha concreta.

Legiones de la República tardía

Hasta las reformas de Mario del 107 a.C., las legiones de la República de Roma estaban formadas por levas obligatorias de ciudadanos romanos, que debían prestar un servicio militar a la república siempre que cumplieran con los requisitos exigidos, y que eran activadas siempre que fuera necesario. Usualmente eran autorizadas por el Senado romano y disueltas en cuanto pasaba la necesidad.

Las reformas de Mario, surgidas por la necesidad de mantener guarniciones en las cada vez más lejanas fronteras de la República, convirtieron a las legiones en unidades permanentes, que podían mantenerse activadas como unidad durante años, o incluso décadas. Aunque aún se practicaban levas, los legionarios podían alistarse voluntariamente por un periodo mínimo de seis años a cambio de un salario fijo. Los requisitos en cuanto a propiedades para poder alistarse, que ya estaban muy reducidos, fueron eliminados por completo. Eso permitió realizar una gran cantidad de reclutamientos voluntarios entre el proletariado que no tenía propiedades, atraído por el trabajo remunerado que ofrecían las legiones.

Durante el último siglo de la República, los procónsules que gobernaban las provincias fronterizas se fueron haciendo cada vez más poderosos. El mando sobre legiones activadas que luchaban en campañas militares distantes y arduas tendía a trasladar la lealtad personal de esas legiones del Senado romano a la persona del procónsul. Estos Imperatores (de Imperator, término con el que los calificaban sus tropas, que inicialmente significaba General victorioso) empezaron a enfrentarse unos con otros, iniciando guerras civiles para conseguir el control del Estado. Ejemplos de este tipo de actividades serían Lucio Cornelio Sila, Julio César, Cneo Pompeyo Magno, Marco Licinio Craso, Marco Antonio o el propio Octavio, que sería más tarde conocido como César Augusto, el primer Emperador. En este contexto, los Imperatores activaron multitud de legiones sin la autorización del Senado, a veces usando sus propios recursos (generalmente extorsionados previamente de las provincias que controlaban). A medida que se fueron resolviendo las guerras civiles, muchas de estas unidades "privadas" eran disueltas, aunque siempre se activaban más para ser empleadas en la siguiente.

Las legiones incluidas en la lista siguiente tuvieron una historia lo bastante prolongada como para aparecer en las fuentes de la época. La mayoría fueron activadas por Julio César, y posteriormente incluidas por Augusto como núcleo de su ejército, junto con algunas activadas por Marco Antonio.

Legiones durante el Alto Imperio romano

Legio I

Legio II

Legio III

Legio IV

Legio V

Legio VI

Legio VII

Legio VIII

Legio IX

Legio X

Legio XI

Legio XII

Legio XIII

Legio XIV

Legio XV

Legio XVI

Legio XVII

Legio XVIII

Legio XIX

Legio XX

Legio XXI

Legio XXII

Legio XXX

Legiones durante el Imperio tardío

Durante el siglo IV, las legiones perdieron el papel de columna vertebral del ejército romano en favor de las unidades de caballería. Su nueva función fue la de control estático de las fronteras del Imperio, custodiando las guarniciones fortificadas en el limes y zonas más propensas a las invasión enemiga.

Despliegue y cantidad de las legiones romanas

Durante la época de los triunviraros, además de las legiones alistadas por el Senado romano, los triunviros podían alistar sus propias legiones en las provincias que tenían asignadas. Al comenzar el enfrentamiento entre César y Pompeyo el Grande (49 a. C.) se habían alcanzado las 30 legiones, pero el número continuaría creciendo. En la Batalla de Filipos (42 a. C.) se enfrentaron del orden de 40 legiones, teniendo bandos los contendentes en total cerca de 50 legiones.

Provincias del Imperio romano al final del reinado del emperador Trajano, 117 d.C.

Localización de los campamentos de las legiones romanas, 80 d.C.

Despliegue de las legiones al comienzo de la Segunda guerra civil de la República romana (49 a. C.)

César: 8 legiones (5 en Galia Comata, 2 en Narbonense y 1 en Galia Cisalpina)

Pompeyo: 8 legiones (5 en Hispania Citerior, 2 en Hispania Ulterior y 1 en África)

República Romana: 14 legiones (7 en I Italia, 1 en Sicilia, 1 en Macedonia, 2 en Asia, 1 en Cilicia y 2 en Siria)

Total: 30 legiones

Reordenación al principio del Imperio romano

Al acabar de las guerras civiles que pusieron fin a la Rupública había más de 50 legiones. Augusto desmovilizó algunas y fusionó otras, estableciendo un número de 28 legiones, que repartió por las provincias fronterizas.

Localización de las legiones romanas el principios del siglo I.

Despliegue de las legiones romanas antes de la Batalla del bosque de Teutoburgo (año 9)

N.º

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Tras el "desastre de Varo" (Batalla del bosque de Teutoburgo), donde se perdieron 3 legiones (XVII, XVII y XIX), el número de legiones se redujo a 25.

El el año 37, Calígula creó dos legiones, la Legio XV Primigenia, y la Legio XXII Primigenia, elevando el número de legiones a 27.

Después, Nerón alistó dos nuevas legiones, la Legio I Italica en el año 66 y la Legio I Adiutrix en el año 67, lo que elevó la cifra de legiones a 29, al final de la Dinastía Julio-Claudia

En el año 68, durante la guerra civil del año 68-69 se crearon 2 legiones por parte de los usurpadores: Lucio Clodio Macro creó la Legio I Macriana liberatrix y Galba creó la Legio VII Galbiana, elevando temporalmente el número de legiones a 31. Al año siguiente, con la derrota de Macro, la Legio I Macriana liberatrix fue disuelta, mientras la Legio VII Galbiana se fusionó con la Legio I Germanica, para formar la Legio VII Gemina para disminuir de nuevo la cantidad de legiones a 29.

Además en el año 70, tras la Rebelión de los bátavos, la Legio IV Macedonica, la Legio XV Primigenia y la Legio XVI Gallica fueron licenciadas con deshonor. En su lugar se crearon la Legio IV Flavia Felix, la Legio XVI Flavia Firma y la Legio II Adiutrix, con lo cual el número de legones permaneció en 29.

Vespasiano alistó en el año 82 una nueva legión, la Legio I Minervia, lo que elevó la cantidad de legiones a 30.

Además, com Vespasiano se perdieron dos legiones, la Legio V Alaudae en la Batalla de Tapae (87). y la Legio XXI Rapax en el año 92 a manos de los Sármatas, también en la zona del Danubio, con lo que el número de legiones disminuyó otra vez a 28.

A la llegada de Trajano al poder en el año 98 había 28 legiones. Trajano alistó dos legiones en el año 105 para la Segunda Guerra Dácica, la Legio II Traiana Fortis y la Legio XXX Ulpia Victrix, elvando el total a 30 legiones.

Después, también durante la Dinastía Antonina desaparecieron dos legiones, la Legio IX Hispana y la Legio XXII Deiotariana, sin que se sepa a ciencia cierta su destino final.

La primera probablemente anquilada en la guerra contra los Partos en el año 161. La segunda pudo perderse o licenciarse después de la revuelta de Bar Kojba (132-135) o también pudo perderse en las guerras contra los Partos de 161, al principio del reinado de Marco Aurelio. El total de legiones descendió nuevamente a 28.

Marco Aurelio alistó dos nuevas legiones, la Legio II Italica y la Legio III Italica, en el año 165 al principio de las Guerras marcomanas para defender el norte de Italia, quedando después acuarteladas en Norica y Recia para defender los pasos de los Alpes. El número de legiones volvió a alcanzar las 30.

Cuando Septimio Severo se proclamó emperador, había 30 legiones. Después creó tres nuevas legiones en el año 197, la Legio I Parthica, Legio II Parthica y la Legio III Parthica, para la campaña contra los Partos, elevando el número de legiones a 33. Dos de ellas (la I Parthica y la III Parthica) quedaron acantonadas en la nueva provincia romana de Mesopotamia-Osroena, mientras que la otra (la II Parthica) se acuarteló en las cercanías de Roma como fuerza de reserva a disposición del emperador.

Durante el gobierno de Severo Alejandro es conocido que se alistó una Legio IIII (IV) para la campaña contra los persas Sasánidas en el año 231, que elevó el total de legiones a 34. Algunos historiadores la han identificado como Legio IV Italica, mientras otros la identifican con la Legio IV Parthica, que seguiría la serie de su antedecesor Septimio Severo, además de haber sido creada también para una campaña en Mesopotamia.

Localización de las legiones romanas tras Septimio Severo (211).

Despliegue de las legiones romanas tras Severo Alejandro (235)

N.º

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Resumen de despliegues

N.B.: Cualquier discrepancia con otras fuentes en las cifras dadas arriba para provincias individuales puede deberse a cambios en los límites provinciales. Para el propósito de esta tabla, las fronteras provinciales han sido asumidas iguales a lo largo del período, tomando como referencia el año 107 d.C.

XRE = Fuera del Imperio Romano

(a) = indica territorio que era un Estado cliente de Roma en la época

(b) = conjunto militar reunido para las guerras cántabras

(c) = En 284, pudieron haber existido hasta siete legiones adicionales, todas creadas en los últimos catorce años del Principado (270-84): I Ilirica, IV Marcia, I Isaura Sagittorum, II Isaura, III Isaura, I Armeniaca, II Armeniaca. Nuestra evidencia respecto a ellas se basa casi por completo en la Notitia Dignitatum, un documento redactado en torno al año 400. No podemos estar seguros de su fecha de fundación, así que estas unidades se han excluido de la tabla. Además, una legión llamada VI Hispana está atestiguada en una inscripción de mediados del siglo III: como esta es la única evidencia de esta unidad, es probable que tuviera una existencia breve en aquella época.