Hemos acompañado a la comunidad lenca de Nahuaterique en Honduras. Los hemos apoyado para que tuvieran un diagnóstico de su situación de pobreza: Cómo estaba la educación y la salud, su vivienda, de qué vivían y de qué morían. Les acompañamos en sus reclamos a la Naciones Unidas, a ministerios y hasta consiguieron que el presidente de la nación los visitara. Pusieron Nahuaterique en la agenda de los políticos hondureños: hoy cientos de personas tienen documentación hondureña, se han reconocido cientos de títulos de propiedad, se han creado redes de agua potable, se han arreglado decenas de escuelas, las calles están transitables, Honduras reconoce los títulos de educación que El Salvador expide.
Hemos generado decenas de becas para que niños y niñas sin recursos puedan estudiar el bachillerato, hemos logrado que tres personas obtengan un título universitario. Vidas, que seguro van a cambiar gracias a la educación, y que van a poder colaborar en el desarrollo de su comunidad.
Hemos apoyado a la comunidad indígena Kiché de Paxán en la vecina Guatemala, en sus instalaciones educativas mejorándolas y ampliándolas. Hemos mejorado el acceso de agua potable en la comunidad educativa de Paxan, evitando la proliferación de enfermedades y las tareas de transporte de agua en mujeres y niños menores de edad.
Estamos apoyando una cooperativa de café en Nahuaterique. Le hemos conseguido un generador de electricidad para que puedan procesar el café y así mejorar sus ingresos.
Estamos colaborando aquí en España para generar conciencia sobre la situación de desigualdad y pobreza que existe en el mundo, presionando a nuestros políticos para que su prioridad absoluta sea la erradicación de la pobreza y, mientras tanto, en paliar sus consecuencias.
Y, sobre todo, seguimos trabajando con mucha ilusión, con mucha motivación y con mucho compromiso.