En adelante, la educación debe seguir innovando y adecuándose a las nuevas condiciones de la realidad. En ese sentido, el eventual regreso a la presencialidad no debe suponer un completo retorno a las prácticas tradicionales de enseñanza; al contrario, se deben aprovechar los recursos digitales y tecnológicos con los que se ha trabajado durante la pandemia para contribuir con el desarrollo integral de las distintos cursos a través de una modalidad de educación mixta.

Asimismo, se rescata la idea de que el docente no debe ser el centro del proceso de enseñanza y se fomenta que los alumnos, a través del aprendizaje colaborativo sincrónico-asincrónico, y el uso de aplicaciones interactivas y lúdicas, sean los actores principales en su educación.

Para facilitar la enseñanza de los alumnos en épocas de educación a distancia, es importante captar y mantener su atención, de modo que se involucren cognitiva y emocionalmente en la actividad presentada, antes que en posibles distractores ambientales.

Algunos ejemplos que se han comprobado útiles para cumplir con dicho objetivo es la utilización de “memes”, videos cómicos y la narración de casos de la vida real (story-telling) que promuevan la identificación con las situaciones presentadas y la socialización con sus compañeros.