Mesa 5
Talleres, laboratorios y/o trabajos de campo
En esta mesa se presentaron las siguientes experiencias docentes:
"Participación en los tiempos del COVID 19: ¿cómo vivirla, aprenderla y enseñarla?", de las profesoras Blanca Guzmán y Meryliz Alonzo (Psicología)
"Uso de simuladores y medios audiovisuales en la enseñanza a distancia de los cursos de Taller de Procesos de Fabricación en tiempos de pandemia", del profesor Walter Tupia (Ingeniería)
"Entre lo virtual y presencial: Aprendizaje basado en proyectos de los estudiantes del curso de Técnicas digitales del diseño para la estampación textil", de las profesoras Claudia Valenzuela e Isabel Hidalgo (Arte y Diseño)
"Trabajo de campo híbrido con poblaciones en situación de vulnerabilidad", de las profesoras Tesania Velazquez y Yosselin del Solar (Psicología)
Conclusiones
Enseñanza de lo virtual, hacia lo híbrido y luego a lo presencial. Este es un eje común para todas las presentaciones. Lograr un proceso participativo implicó al comienzo de la pandemia que solo una persona pueda acercarse a la población beneficiaria e ir creando vínculos con los estudiantes para luego, también de manera virtual, crear vínculos con las poblaciones beneficiarias.
El empleo del Kahoot y otras herramientas lograron una mayor participación con elementos lúdicos. También el empleo de softwares profesionales que eran recursos para otros cursos, fueron utilizados para reemplazar la presencialidad en los talleres.
El curso tuvo como reto modelar las herramientas de estampado para que puedan experimentar al replicarlo en casa. Hubo que reforzar el aprendizaje autónomo. Se trabajó con clientes reales para hacer merchandising y esto le ofreció una dinámica más interesante al curso. La Facultad dio los materiales y en la etapa más difícil para hacerles llegar el material para llegar incluso a Provincia. Se hicieron procesos y guías para facilitar la réplica de las técnicas
La virtualidad no permitió una interacción directa entre los estudiantes y las poblaciones específicas en el trabajo de campo. Pero lograron, de manera grupal, hacer un diagnóstico participativo recogiendo tanto necesidades como fortalezas, a través de una intervención híbrida, una valoración de la intervención para luego proceder a devolver la experiencia a la población o actores con quienes se ha trabajado.