MIÉRCOLES

Vidas entregadas

En esta mañana vamos a leer unos testimonios pero antes os queremos preguntar una cosa:

¿Sabes qué son los misioneros? ¿Conoces a alguno?

Ahora vamos a leer algunos testimonios de misioneros que han decidido entregar su vida a los demás:

«Me siento muy agradecido por la vida. Es hora de devolver ese agradecimiento hacia otras personas que verdaderamente nos necesitan. Por eso, en vez de donar, que es lo que siempre hacía, ahora me dono yo.»

Misionero en Kumasi, Ghana

«Para mí, ser MISIONERA es poner al servicio los dones que Dios me ha dado. Posiblemente no haya cambiado el mundo allí donde he estado, pero si me he entregado al máximo. Muchas veces sentimos que el ser voluntario es hacer y hacer, pero la realidad es que ser voluntario es ACOMPAÑAR y QUERER mucho, sin medida. Dios me quiere feliz, y con esas personas lo he sido.».

Misionera en Kumasi, Ghana

«Puede que sea una de las más gratificantes y a la vez impactantes experiencias que haya vivido. Un choque con una realidad muy diferente a la que venía, con una comunidad indígena y un estilo de vida alejado de las grandes ciudades. Durante esos meses tenía sentimientos contradictorios, por una parte tratar de ayudar o poder cooperar con esa gente, pero por otra, darme cuenta que realmente no necesitan de ayuda externa, qué más allá del dinero que les pudiera dar o gastar allí mi ayuda no era útil pues tienen una forma de trabajar y vivir ya implantados. Estar allí me sirvió para darme cuenta de que no se trataba de imponer nuestro estilo de vida, nuestras metodologías o nuevas tecnologías, sino de acompañar su propio estilo de vida y aunar conocimientos y experiencias. Me acogieron como uno más viniendo desde tan lejos lo cual me hizo sentir y experimentar un sentido de fraternidad muy grande e inexplicable: yo estuve tan solo 2 meses por su comunidad. En definitiva, más allá de lo que pudiera ayudar o no ayudar económica o laboralmente, fue una experiencia para compartir VIDA, en mayúsculas. Por qué la vuelta, aquí todo se mantiene igual, mismos problemas, misma gente… Pero quién cambia soy yo y mi forma de enfocar y vivir mi realidad diaria.».

Misionero en Saraguro, Loja, Ecuador

¿Qué opinas de este estilo de vida? ¿Crees que serías feliz siendo misionero/a?

Desde lo que tu vives día a día, ¿dónde te puedes entregar? ¿Dónde puedes ser voluntario hoy?

TODO ESTO DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS