Acompañar es un encuentro que se da en la vida cotidiana marcado por una relación de ayuda total y espiritual para que la persona crezca en libertad para descubrir a Dios en su vida y pueda comprometerse por el Reino. Tiene mucho de capacidad de ayuda y de acompañar el proceso vocacional, es decir, ayudar a encontrar su lugar en el mundo desde el ámbito de la fe, eclesial, social, profesional y humano. Se acompañan procesos.

• Se acompañan a personas en cualquiera de sus procesos: personal, identidad, vocación y crecimiento. Nuestra tarea será cuidar y guiar estos procesos. 

• Personalizar la fe. Descubrir a relacionarse con Dios. 

• Enseñar a conjugar verbos como: tener, ser, soñar, vivir. Búsqueda real de equilibrio. 

• Ayudar a superar fracasos, límites, dificultades. Aprender a encajar lo que nos sucede. No es un juicio.  

• Pide que seas tú mismo, todo será respetado y valorado. Es fundamental, todo queda en el encuentro. 

• Hay tres actores: tú, el que acompaña y la música de Dios. Pero de tí nace la iniciativa. Pídelo.