¿Te imaginas ser un superhéroe o una superheroína? 

A lo mejor tienes mucho de ello y no te has dado cuenta...

La mayoría de los superhéroes y las superheroínas pasan desapercibidos, en su día a día, como cualquier otra persona. Tienen familia, amigos, compañeros, pareja o alguien de quien están enamorados. Pese a esta normalidad, saben que tienen unos poderes y una misión.


¿Eres consciente de tus talentos? ¿En qué eres bueno o buena?

¿Compartes tus cualidades con quienes te rodean?


Terminamos este rato de oración pidiendo a Dios no malgastar los dones que nos ha regalado, que aprendamos a usarlos para el bien de los demás.

Pedimos hoy, especialmente, para que empleen a fondo sus dones y talentos quienes ayudan a los afectados por las catástrofes de Marruecos y Libia.

Decimos juntos en alto, y si queremos, con las manos abiertas:

Todo esto, Dios, lo ponemos en tus manos.