LUNES 23

Hoy nos acordamos ante Dios de nuestros hermanos, rusos y ucranianos, que están muriendo en una cruel guerra; de palestinos e israelíes que están sufriendo enormemente, y también de los que fallecen víctimas de otros conflictos. Dejamos unos segundos de silencio...

Sin embargo, en medio de tanto dolor, siempre hay personas bondadosas que VIVEN POR AMOR.

Un símbolo de paz en tiempos de guerra

Sor Helena Studler era una anónima más entre tantas monjas Hijas de la Caridad ("caridad" significa "amor") que silenciosamente han entregado su vida al servicio de los más pobres. Durante la II Guerra Mundial, organizó una red de contactos para salvar prisioneros  de las manos de los nazis. 

Poco después de quedarse huérfana, se hizo monja, y fue enviada al norte de Francia en 1913, donde pasó la  I Guerra Mundial cuidando a los heridos

Después estuvo en un orfanato 20 años cuidando a los niños pobres. Poco antes la II Guerra Mundial, ya era muy conocida y querida en la ciudad. Al principio, atendía, arriesgando su propia vida, a las familias que huían de los Nazis. Luego, gradualmente, establecería uno de los canales de paso más importantes para los prisioneros escapados

Su red estaba bien estructurada; pocos funcionarios directos estaban a cargo de  recibir "paquetes" en varios lugares, generalmente iglesias, y de acompañarlos a la estación (ferrocarril o autobús). A los fugitivos les dieron billetes para el transporte e instrucciones para la llegada. Allí, los transportadores les confiaron a familias u organizaciones que se ocuparon del alojamiento, la vestimenta, la entrega de documentos falsos y el paso hacia el área no ocupada. 

Esta intensa actividad de la hermana Helena había despertado la atención de la Gestapo (la implacable policía Nazi). Arrestada, pasó ocho meses en prisión y fue liberada provisionalmente. Inmediatamente, reanudó su peligrosa actividad. 

En la misma situación que Sor Helena, ¿hubieras actuado de la misma manera? 

¿Qué opinas de la conducta de Sor Helena? 

En alguna ocasión, ¿te has comportado de la misma forma? 

(Podemos intervenir con turno de palabra)

Pedimos a Dios por las personas que actualmente ponen en juego su vida para trabajar por la paz en medio de conflictos armados, y nos sentimos agradecidos por su generosidad y ejemplo.

Todo esto, Dios, lo ponemos en tus manos.