Cada 31 de mayo, como mañana, se celebr el Día Mundial Sin Tabaco.

600.000.000

Árboles cortados para fabricar cigarrillos.

84.000.000

toneladas métricas de CO2 emitidas a la atmósfera que aumentan la temperatura del planeta.

22.000.000.000

litros de agua utilizados para fabricar cigarrillos.


Los efectos perjudiciales que las empresas tabacaleras causan al medio ambiente son enormes: vierten microplásticos y desechos tóxicos, contribuyen a la deforestación, etc, lo cual agrava innecesariamente la escasez de recursos y la fragilidad de los ecosistemas.

El tabaco mata cada año a más de 8 millones de personas y destruye nuestro medio ambiente, perjudicando aún más la salud de las personas debido al cultivo, la fabricación, la distribución, el consumo y la eliminación de los productos de tabaco.


Sin embargo, dejar de fumar supone disminuir el riesgo de cáncer, de enfermedades cardiovasculares (circulación sanguínea, ataques de corazón, infartos cerebrales...), pulmonares (mejor respiración), más resistencia a infecciones, ahorro de dinero, las comidas tienen un mejor sabor, el sentido del olfato vuelve a ser normal, el aliento, cabello y ropa huelen mejor, los dientes y uñas dejan de tener un color amarillento, se puede permanecer en edificios, no se verán favorecidas las arrugas prematuras, las enfermedades de las encías y pérdida de dientes.


Tanto empezar a fumar como dejar de fumar son DECISIONES que dependen de ELECCIONES que vamos tomando en nuestra vida. Vimos en el TALLER DALI (Decidir A La Ignaciana) lo importante que es saber tomar LAS MEJORES DECISIONES para nuestro presente y nuestro futuro, y el de quienes nos rodean.

Pedimos a Dios que nos ayude a DECIDIR CORRECTAMENTE, sabiendo DISCERNIR lo que más nos ayuda y favorece, aunque a veces cueste algún esfuerzo.

TODO ESTO, DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS