Ignacio Ellacuría fue un sacerdote jesuita que nació en Bilbao (España) y murió en El Salvador (Centroamérica). Hasta los 45 años, se dedicó al estudio y la teología. Sin embargo, su obispo (un sacerdote que era su "jefe"), lo mandó a trabajar entre los más pobres. Allí vio las injustas desigualdades que hacían la vida dura y terrible a los campesinos, por lo que empezó a denunciar en los medios de comunicación esas inadmisibles injusticias que padecía El Salvador. Ello molestaba mucho a los ricos y poderosos, que lo amenazaron con matarlo, pero él ya no podía callar. Su COMPROMISO con los desfavorecidos lo llevó a la muerte y lo convirtió en un símbolo universal de la defensa de los derechos humanos.

El Salvador de 1980 era un país en guerra civil y con enormes desigualdades que sufrían, principalmente, las mayoría de la población: campesinos muy pobres. Siendo rector (director) de la Universidad de la capital, Ignacio Ellacuría trabajó por cambiar la sociedad a favor de los más pobres, condenó la violencia y acusó a los gobernantes de abusar del pueblo, mientras se esforzaba en negociar y hablar para terminar con la guerra.

Pero las autoridades le odiaban y le temían por sus denuncias. Fue asesinado por  soldados del gobierno, junto a otros cinco jesuitas, además de una trabajadora doméstica y su hija.

¿Sabías que la Biblioteca de nuestro cole se llama, en su honor, "Biblioteca Ignacio Ellacuría"?