¡Feliz 2024!

Mira la imagen de abajo; el inicio del año es buen momento para despegar. ¿Adónde quieres llegar este año?. El comienzo de un camino largo siempre es este: el primer paso.

Y el primer paso es proponerse andar. En un minuto puedes decir a tu compañero alguno de tus propósitos (o en alto con turno de palabra, según decida tu profe) para este 2024. No tienen por qué ser solo escolares, sino de la familia, extraescolares, amigos, compañeros...

Necesitamos metas, objetivos, un horizonte hacia el que encaminar nuestros pasos.

Solo 2 de cada 10 personas realizan sus propósitos de año nuevo, según las estadísticas. Tú puedes ser una de ellas: no dudes en pedir luz, fuerza, determinación y constancia a Dios. ¡Pon tu camino en sus manos!. 

Y es que el motor de nuestras vidas son los deseos. Lo que soñamos nos acaba por invadir, nos empuja, nos da un sentido para levantarnos cada mañana. La calidad de nuestros deseos es, en gran medida, lo que define lo que hacemos con nuestra vida.

¿Soy capaz de desear "en grande"? ¿Capaz de soñarme más allá de mis pequeños intereses? ¿En mis sueños caben también los demás?

Todo esto deseo

Que mi oído esté

atento a tus susurros.

Que el ruido cotidiano

no tape tu voz.

Que te encuentre,

y te reconozca

y te siga.

Que en mi vida brille tu luz.

Que mis manos estén abiertas

para dar y proteger.

Que mi corazón tiemble

con cada hombre y mujer que padecen.

Que acierte para encontrar

un lugar en tu mundo.

Que mi vida no sea estéril.

Que deje un recuerdo cálido

en la gente que encuentre.

Que sepa hablar de paz,

imaginar la paz,

construir la paz.

Que ame, aunque a veces duela.

Que distinga en el horizonte

las señales de tu obra.

Todo esto deseo,

todo esto te pido,

todo esto te ofrezco, Padre.

Todo esto, Dios, lo ponemos en tus manos