¿No crees que a menudo consumimos como por inercia, sin pensar lo que hay detrás de esa "maquinaria" creada por poderosas empresas internacionales (se llaman "multinacionales")?.

Esas gigantes empresas productoras de móviles, de redes sociales, de plataformas digitales, colonias, ropa, zapatillas... realizan publicidad con anuncios amables, llenos de "personas felices", mientras esconden los verdaderos costes de dichos productos: niños que trabajan en países pobres en lugar de ir a la escuela, personal que trabaja sin horarios en condiciones lamentables, desechos contaminantes de ríos, mares y atmósfera que matan animales y plantas...

En cambio, consumir bien es una de las pocas "armas" que tenemos los ciudadanos para oponernos a esos abusos. Podemos "boicotear" un producto o empresa si no estamos de acuerdo con sus actividades o principios. Por ejemplo, cuando se difundió que los balones NIKE estaban cosidos por mano de obra infantil (mira la foto de abajo), en todo Occidente la gente dejó de comprar esos balones. Inmediatamente, la empresa declaró que no permitiría que eso volviera a ocurrir. Por ello, consumir es un acto de construcción de una sociedad concreta. Hagamos que merezca la pena.

Toma lo que necesites. Ni más ni menos. Escoge lo que es verdaderamente necesario. Atento a lo que eliges, tu criterio será el estilo de la sociedad del mañana.