Propósito para este año: ser amable

Como decía el santo jesuita Juan Berchmans seríamos más felices si HICIÉRAMOS DE MANERA EXTRAORDINARIA LO ORDINARIO. En eso consiste, en parte, la amabilidad.

El adjetivo AMABLE tiene dos acepciones o significados en el diccionario de la RAE.

La Academia nos dice que "amable" es:

La primera, (ser amados) la merecemos todos simplemente por ser personas. ¡Incluso los que no nos caen bien!

La segunda (ser agradable y afectuoso) sí tenemos que trabajarla.

Quizá pensemos que la amabilidad solo se muestra a través de las palabras, (decir "gracias", "por favor", no gritar a nadie...

Pero os invitamos a que esta cualidad vaya más allá. También con nuestra forma de estar, con nuestra postura, nuestra presencia… todas nuestras expresiones exteriores, que muestran en definitiva lo que vivimos por dentro, pueden expresar amabilidad (podemos ser amables incluso si no estamos de acuerdo con otros) o falta de ella. Lo contrario a la amabilidad sería la "bordería", la agresividad, el egoísmo. ¿A veces eres "borde"?

¿Y por qué os proponemos cultivar esta virtud? Pues porque hace la vida más agradable a quienes tenemos alrededor, ¿qué mayor gesto de generosidad? 

Además, si adquieres ese hábito, aprenderás a ver la vida de esa manera: de forma más agradable

Y quien se muestra amable, suele recibir amabilidad. Así, iremos sembrando paz en nuestro entorno y, en definitiva, nuestro mundo.

¿En qué puedo ser más amable? Cada uno pensamos una propuesta.

 ¿Cómo puedo conseguirlo?

Todo esto, Dios, lo ponemos en tus manos