¿Alguna vez te han insultado?...

¿Cómo reaccionas cuando te insultan?... (Alguno puede contestar en alto, o bien se lo contáis en 4 segundos al compañero)

Ayer recordamos que Jesús nos dijo que "somos luz para los demás".

Una forma de ser luz es iluminar el camino de la paz y la no violencia. Fíjate en este cuento oriental.


Cuentan que hace mucho, unos discípulos meditaban junto a un sabio maestro, cuando unos hombres se acercaron a insultarle. Sin embargo, el sabio no hizo nada. Cerró los ojos y esperó, sin moverse, a que se dejaran de insultarle. Sus discípulos se enfadaron y le dijeron:

– Maestro, ¿por qué dejaste que esos hombres te insultaran sin decir nada?

El sabio entonces miró a uno de ellos y preguntó:

– Si yo tengo un caballo y te lo regalo, pero no lo aceptas, ¿de quién es el regalo?

El discípulo respondió:

– Si yo no lo acepto, seguiría siendo tuyo

– Pues lo mismo sucede con las ofensas. Tú decides si aceptas o no ese "regalo"…

Moraleja: Solo tú decides si aceptas o no las ofensas de otros’



¿Cómo evitar que se adueñe de nosotros la IRA cuando nos ofenden? entendiendo que ACEPTAR un insulto es aceptar "un regalo envenenado" por el odio o la falta de respeto del otro. 

A esos "regalos" no les debe responder el ORGULLO mal entendido.


Entendiendo que nunca vence el que ofende ni el que insulta: El que ofrece un regalo lleno de odio que nadie acepta, se queda con el odio, aunque aparentemente parezca que obtuvo una victoria. Ya sabes que "dos no discuten si uno no quiere". El que llegó con ganas de discutir, no habrá conseguido su objetivo, y tú sin embargo, te mostrarás intacto.


«El que no acepta las ofensas, muestra respeto;

el que ofende, no.»


Eso nos enseñó Jesús:

TODO ESTO, DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS