Thomas Nast, dibujante de historietas cómicas, se encontraba en una fiesta con algunos de sus amigos. Alguien le pidió que dibujase una caricatura de cada uno de los que estaban allí presentes. El accedió. Luego hizo circular bocetos entre los asistentes para que los vieran. Muchos hicieron bromas y se reían. Después sucedió algo inesperado. Mientras que todos reconocían instantáneamente a los demás, muy pocos se reconocieron a sí mismos a primera vista.

Cuando se trata de nosotros sufrimos una cierta ceguera. Es decir, no nos vemos como nos ven los demás. No reconocemos nuestras peculiaridades, nuestros puntos fuertes y nuestras debilidades.

¿Qué dos palabras escogería para describirme a mí mismo?

¿Qué dos palabras escogerían mis amigos para describirme?

¿Qué dos palabras escogería Dios para describirme?

¿Qué explicación podría dar al ver la diferencia entre ellas?

Si me viera a mí mismo

como me ven mis amigos y las demás personas,

necesitaría que me presentaran

Anónimo