Comenzamos nuestro día con un momento de oración. Nos disponemos a empezar el día haciendo un minuto de silencio para ser más conscientes de la presencia de Dios en nuestra vida. 

No estás solo/a en el mundo. Cada día estás en contacto con muchas personas: tus padres, hermanos y demás familia, tus amigos, los profes, tus vecinos, la gente que te cruzas por la calle y no conoces… Todas esas personas tienen que ver contigo, no están puestas ahí por casualidad.


¿Te has parado alguna vez a pensar cómo influyen estas personas en tu vida y cómo puedes influir tú en la de ellos? ¿Y si Dios te quiere decir algo a través de estas personas? 


Terminamos este rato de oración pidiendo al Señor que nos haga estar atentos/as a los que nos rodean, que aprendamos a valorar a los demás, a vivir con y para ellos y descubrirles como una oportunidad de sentir a Jesús caminando junto a nosotros. 

TODO ESTO DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS