En algún momento habrás rezado, o al menos escuchado, el Padrenuestro. Es la oración que Jesús nos enseñó. En palabras del Papa Francisco: "Jesús enseña esta oración a sus discípulos, es una oración breve, con siete peticiones, número que en la Biblia significa plenitud. Es también una oración audaz, porque Jesús invita a sus discípulos a dejar atrás el miedo y a acercarse a Dios con confianza de hijos, llamándolo familiarmente «Padre»".

Esta mañana te proponemos que lo reces tomando consciencia de cada palabras. Y te proponemos la versión desde Dios. Cómo Él reza con nosotros esa oración con nosotros, cobrando pleno sentido.

Padre nuestro que estás en el cielo, 

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad 

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy 

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos 

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. 

Amén. 

Hijo mío que estás en la Tierra. 

Haz que tu vida sea el mejor reflejo de mi nombre. 

Adéntrate en mi Reino en cada paso que des, en cada decisión que tomes, en cada caricia y en cada gesto. 

Construye tú por mí y tú conmigo, esa es mi voluntad en la Tierra como en el cielo.

Toma el pan de cada día, consciente de que es un privilegio y un milagro, 

perdono tus errores, tus caídas, tus abandonos, 

pero haz tú lo mismo con la fragilidad de tus hermanos. 

Lucha por seguir el camino correcto en la vida que yo estaré a tu lado 

y no tengas miedo porque el mal no ha de tener en tu vida la última palabra. 

Amén 

¿Qué me llama la atención del Padrenuestro al revés? ¿En qué me interpela más?


todo esto dios lo ponemos en tus manos