8/6/22

Nos encontramos en la recta final de curso, aunque esto ya lo habrás escuchado muchas veces en las últimas semanas o incluso meses, porque a veces los profes somos muy pesados, es verdad.  

La imagen nos muestra una contradicción que casi seguro nos surge a todos en estos momentos:

¿STOP or KEEP MOVING? ¿Cómo te encuentras tú ahora mismo? 

Es momento de echar la vista atrás, de ver en qué punto del camino me encuentro y elegir: 

¿PARARME? o ¿SEGUIR  MOVIÉNDOME? 

Puedo elegir PARARME, porque ya lo tengo todo hecho, poco importa si estos días vengo o no al cole, poco importa si estos días hago la tarea o preparo una prueba, total ¡si ya he aprobado! O puedo elegir SEGUIR MOVIÉNDOME, seguir aprendiendo, tratar de superarme un poquito más, intentar afianzar en aquella materia que he llevado un poco más floja, disfrutar de los últimos días con alegría, conseguir superar una barrera que veía imposible, afrontar ese reto que durante el curso me ha costado un poco más... 

Puedo elegir PARARME también porque lo vea todo muy perdido, con pocas posibilidades... porque no sepa ni por dónde empezar, o porque me de miedo siquiera caminar, no vaya a ser que siga saliendo todo mal. Este es el miedo que me inmoviliza, que me hace temer el fracaso. Es mejor no intentarlo a luego decepcionarme por no haberlo conseguido. O puedo elegir SEGUIR MOVIÉNDOME, tratar de cambiar cosas y buscar nuevos resultados, buscar recuperar aquellas materias en las que no me esforcé lo suficiente o tratar de sacar más partido a las clases si no lo hice durante el curso.

Puedo elegir PARARME y mirar hacia otro lado en clase, porque ya lo tengo perdido o porque ya lo tengo todo ganado. Yo ya lo he conseguido, los demás que hagan lo que quieran. Yo ya lo tengo todo perdido, los demás que hagan lo que quieran. No es mi responsabilidad, no tiene nada que ver conmigo. O puedo elegir SEGUIR MOVIÉNDOME y buscar a mi alrededor dónde puedo echar una mano a un compañero, a quién puedo prestarle mis apuntes, a quién le puedo dedicar un ratito en clase o por la tarde para explicarle esa materia que a mi se me dio mejor.  Puedo también elegir seguir moviéndome y mirar alrededor, seguro que tengo personas al lado dispuestas a echarme una mano, solo tengo que preguntar y moverme. 


Y tú, ¿qué eliges? ¿eliges PARARTE o SEGUIR MOVIÉNDOTE? 

¿Con qué actitud afrontas estos días? ¿Qué crees que puedes hacer por ti mismo? ¿Y por los demás? 

TODO ESTO DIOS, LO PONEMOS EN TUS MANOS