Escucha a tu corazón y sigue tu intuición

Imagina a alguien atrapado en un remolino de dudas, enfrentando una decisión crucial que no puede posponer. Cada vez que intenta resolverlo, más inseguro se siente. La elección podría afectar profundamente su vida: iniciar una relación, apostar por un matrimonio en crisis, tomar decisiones laborales o financieras significativas. En medio de esta incertidumbre, busca orientación de un consejero, ya sea un psicólogo, un mentor espiritual o un amigo cercano.

El consejero, con la solemnidad de quien revela una verdad universal, declara: "Escucha a tu corazón y sigue tu intuición". Es una frase familiar, que hemos escuchado en películas, series de televisión, canciones y poesía. El corazón como brújula, los sentimientos como juicio de autenticidad, el instinto como guía.

Sin embargo, a veces, seguir este consejo puede ser desastroso. No solo suena a un cliché vacío, sino que también puede ser imprudente por varias razones prácticas. Escuchar al corazón puede llevar a decisiones lamentables en momentos de confusión o malestar. La razón también tiene su lugar; "haz lo que sientes" debería equilibrarse con un "piénsalo bien". Centrarse demasiado en los sentimientos puede convertirnos en esclavos de la emoción, ya que esta es voluble y puede cambiar rápidamente.

Por ejemplo, comprometerse con un voluntariado puede parecer una excelente idea cuando uno está lleno de entusiasmo, pero ¿qué pasa cuando el entusiasmo disminuye con el tiempo? ¿Debemos abandonar el compromiso porque ya no sentimos lo mismo? No necesariamente.

En un mundo que valora la pasión y el entusiasmo, celebro los impulsos y la emoción. Pero también valoro la calma del análisis, la serenidad del pensamiento y la prudencia en la toma de decisiones. La sabiduría viene de aprender a equilibrar ambos aspectos, reconociendo que tanto el corazón como la mente tienen un papel importante en nuestras vidas.

¿Soy más "emocional" o cerebral? ¿Soy consciente de cuándo me dejo llevar por las emociones o cuándo le doy demasiadas vueltas a mis decisiones?

TODO ESTO DIOS LO PONEMOS EN TUS MANOS