Como cada mañana, comenzamos el día poniéndonos en presencia de Dios y ofreciéndole el día que tenemos por delante. Hoy comenzamos con un sencillo vídeo...

Parece sencillo así visto, entre niños. Quizás porque despierta toda la ternura y nos toca la fibra más sensible. Los títulos finales, en alemán, dicen: «Nada hace más feliz que ayudar a los demás». 

Pero la realidad es que no es tan sencillo (aunque debería serlo). Quizás porque no tenemos tiempo para ver, o no tenemos ocasión para poner nombre a las personas que pueden necesitarnos. Quizás porque nos hemos vuelto prematuramente escépticos. O quizás porque la vida nos empuja a acumular y ganar, en lugar de compartir y ser. El caso es que, ante cualquier impulso que nos recuerde el amor primero, la fraternidad, la capacidad de hacernos pequeños con los más pequeños, ojalá sepamos dejarnos llevar por ello...

En el día de hoy le pedimos a Dios que nos ayude a renovar nuestra mirada para ser capaces de reconocer aquellas situaciones en las que podemos ayudar y transmitir esperanza.

TODO ESTO DIOS LO PONEMOS EN TUS MANOS