Comenzamos el curso 22-23 con el propósito de realizar una gamificación de forma interdisciplinar en el grupo de 1º ESO I.
Nos encontramos ante un grupo con alumnos con dificultades de aprendizaje y, en algunos casos, con cierta desmotivación ante el estudio. Por esta razón, consideramos que aplicar esta metodología puede ser beneficioso ya que los alumnos entenderán el aprendizaje como un juego y tendrán la oportunidad de concebir el centro como un espacio en el que no solo adquieren conocimientos, sino que también se divierten.
Cuando hablamos de gamificación nos referimos a una metodología que implica utilizar las mecánicas y los funcionamientos de los juegos en un ambiente educativo. Con esta metodología esperamos obtener un compromiso por parte de los alumnos al aceptar las reglas del juego y una motivación tanto intrínseca (conseguir superar los retos y niveles, así como resolver el desafío) como extrínseca (obtener las recompensas externas como pueden ser las insignias).
Mediante el desarrollo de este proyecto gamificado intentaremos mantener en todo momento el flujo, entendido este como el momento en el que el alumno está implicado completamente en la actividad. Para ello, recurriemos también al aprendizaje basado en juegos, metodología que comparte con la anterior el juego como eje central, pero que difiere en el desarrollo. Con aprendizaje basado en juegos nos referimos a la metodología que utiliza el juego como herramienta de apoyo al aprendizaje, la utilización de juegos como material y tareas integradas que imbricaremos en el marco global de nuestra gamificación. Cuando hablamos de integrar juegos en nuestra labor educativa aludimos a los denominados serious games o juegos educativos cuyo objetivo siempre es el aprendizaje de contenidos o la práctica de habilidades.
Apostamos por un nueva metodología de enseñanza que convierta a nuestros estudiantes en protagonistas de su propio proceso de aprendizaje y que fomente su actitud crítica.