El riesgo de incendio está presente prácticamente en todos los lugares de trabajo, debido a las características de los procesos industriales, maquinarias, herramientas, sistemas de energía, materiales y a la presencia del hombre. Incluso este riesgo lo tenemos en nuestras propias casas, representado por artefactos electrodomésticos, tales como: estufas, cocinas, etc.
Los daños materiales a raíz de un incendio industrial generalmente son importantes, pero son de incalculable valor cuando afecta la integridad física de algún trabajador. Los incendios obedecen a múltiples causas, las que se pueden prevenir adoptando una serie de medidas, orientadas a proteger al trabajador y a los bienes materiales de la empresa.
Conjunto de partículas o moléculas incandescentes de materia combustible, capaces de emitir calor y luz visible.
Según la materia combustible y otras características, las llamas pueden ser observadas en colores distintos.
Es un fuego incipiente, descubierto y controlado oportunamente.
En este tipo de fuego se utiliza como primera intervención extintores, con el fin de frenar la reacción libre en cadena.
Un incendio es un fuego descontrolado que se propaga de manera incontrolada, poniendo en riesgo la vida humana, la naturaleza y los bienes materiales. Para su control, es necesaria la intervención de bomberos, quienes, con su equipo especializado, trabajan para extinguirlo y prevenir mayores daños.
COMBUSTIBLE
Elemento principal de la combustión, puede encontrarse en estado sólido, líquido o gaseoso.
CALOR
Energía necesaria para iniciar la combustión.
Puede ser una chispa, una fuente de calor, una corriente eléctrica, etc.
COMBURENTE
El comburente principal en la mayoría de los casos es el oxígeno.
REACCIÓN EN CADENA
Son los fuegos que surgen en materiales combustibles ordinarios o materiales fibrosos, cuya combustión presenta la formación de brasas como: madera, papel, derivado de celulosa, telas, fibras, hule, gomas y plásticos similares.
Son los fuegos que surgen en materiales combustibles derivados de los hidrocarburos, líquidos y gases inflamables como son: aceites, grasas, gasolina, pinturas, ceras, lacas, alquitrán, propano e hidrógeno, entre otros.
Son los fuegos que surgen en equipos eléctricos energizados, como son: computadoras, interruptores, caja de fusibles, aparatos electrodomésticos, entre otros.
Son los tipos de fuego que se declaran en los metales combustibles tales como magnesio, titanio, zirconio, sodio, potasio, etc. A este tipo de incendio no debe arrojarse agua, ya que provoca explosiones.
Son los tipos de fuego de aceites vegetales o grasas animales, requieren extintores especiales para fuegos Clase K. Contienen una solución acuosa de acetato de potasio que enfría y aísla el combustible del oxígeno.
Consiste en un recipiente metálico (cilindro de acero) que contiene un agente extintor de fuego a presión, de modo que al presionar la válvula el agente sale expulsado a través de la manguera de descarga que debe dirigirse hacia la base del fuego.
Generalmente tiene un dispositivo de habilitación (precinto y pasador) que se debe de retirar para poder activar el extintor. El extintor está presurizado con un gas impulsor, este gas suele ser Nitrógeno o CO2.
Para verificar el estado de presión interna del gas impulsor el extintor posee un manómetro que permite visualizar a simple vista. Los extintores de CO2 no llevan este manómetro.
Características técnicas.
•Naturaleza del agente de extinción.
•Clases de fuego.
•Simbología correspondiente.
•Descripción gráfica y literal de la forma de operar el extintor.
•Etiqueta y anillo de mantención
•Nombre o Razón social del fabricante o importador.
•Certificación y año de certificación.
Extintor de polvo químico seco
La ubicación de los extintores debe estar siempre señalada.
Las señales deben ser legibles al interior y exterior a 5 metros. y 15 metros. respectivamente.
En lugares oscuros las señales de los extintores se debe reforzar con iluminación directa o con materiales fosforescentes o reflectantes.
Aquí se intenta bajar la temperatura de los materiales combustibles para que no ardan. En este método se utiliza agua.
Con este método se pretende eliminar el oxígeno que alimenta el fuego. Para este fin se utilizan mantas, tierra, entre otros.
Este método impide la propagación del fuego, poniendo barreras para que este no llegue a más materiales combustibles.
Con este método se intenta cortar la reacción en cadena que mantiene activo al fuego, utilizando sustancias químicas.
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