Un Sistema Integrado de Gestión (SIG) coordina diferentes sistemas de gestión dentro de una organización, como calidad, medio ambiente y seguridad, para optimizar recursos y mejorar procesos. Al integrar la ISO 22.000 en un SIG, se asegura el cumplimiento de los requisitos de seguridad alimentaria, garantizando la inocuidad de los productos, mientras se gestionan eficientemente otros aspectos operativos. Esto permite una gestión coherente y unificada, reduciendo esfuerzos duplicados y promoviendo la mejora continua en todas las áreas.
La inocuidad se centra en asegurar las condiciones y actividades esenciales para mantener la higiene a lo largo de toda la cadena alimentaria, con el fin de garantizar que el producto terminado sea seguro para el consumo humano, libre de peligros químicos, físicos y biológicos.
Buenas Prácticas de Manufactura:
Los GMP o BPM son esenciales para garantizar condiciones higiénicas y seguras en la producción de alimentos, formando la base de todo Sistema de Inocuidad Alimentaria.
Programa de Pre- Requisitos:
Los PPR son las prácticas y condiciones necesarias previas a la implementación del plan HACCP. Estas medidas garantizan un entorno adecuado para el control de riesgos alimentarios.
Hazards Analysis Critical Control Points:
HACCP es un enfoque preventivo y sistemático que se utiliza para garantizar la inocuidad alimentaria, aplicando un proceso lógico y objetivo en cada etapa de la cadena de producción.
Programas de Pre–Requisitos Operativos:
Los PPRO son identificados en análisis de peligros como esenciales para controlar la probabilidad de introducir peligros relacionados a la inocuidad del producto.
Un indicador es una medida cuantitativa o cualitativa que permite evaluar el desempeño de un proceso o actividad dentro del sistema. Los indicadores proporcionan información clave sobre la eficacia y eficiencia de las acciones implementadas, ayudando a identificar áreas de mejora y asegurando el cumplimiento de los objetivos establecidos. Los principales indicadores utilizados son:
Aquellos indicadores que no cumplan con la meta o el objetivo propuesto son marcados con rojo, para proceder a buscar métodos de mejora continua para minimizar y óptimamente, eliminar los indicadores no cumplidos.
HACCP (Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control) es un sistema de gestión de seguridad alimentaria que se enfoca en identificar, evaluar y controlar los peligros biológicos, químicos y físicos durante todo el proceso de producción de alimentos.
Su objetivo es prevenir que estos peligros lleguen a los consumidores, garantizando que los alimentos sean seguros para el consumo. A través de la implementación de medidas de control en puntos críticos del proceso, HACCP ayuda a minimizar los riesgos de contaminación y intoxicación alimentaria.
Aseguramiento de la calidad e inocuidad de los alimentos:
Permite detectar y prevenir eficazmente riesgos de seguridad en la producción, garantizando productos seguros e inocuos para el consumo. Esto genera confianza tanto en consumidores como en organismos gubernamentales y de comercio.
2. Mejora la competitividad en el mercado:
Ofrecer alimentos seguros y de alta calidad, mejora la reputación de la marca y genera confianza en los consumidores, lo que puede resultar en un aumento de las ventas y una mayor cuota de mercado. Esto fortalece la lealtad del cliente y promueve el crecimiento sostenible del negocio.
3. Cumplimiento de requisitos legales:
Obtener la certificación HACCP, permite a las empresas cumplir con las regulaciones gubernamentales y los estándares internacionales de seguridad alimentaria, lo que facilita la comercialización de sus productos en mercados globales. Esta certificación también fortalece la confianza del consumidor y mejora la competitividad en la industria.
4. Reducción de costos de producción:
Al reducir el número de productos no conformes y el desperdicio de alimentos, las empresas disminuyen los costos asociados con la producción y manejo de estos productos defectuosos, optimizando recursos y mejorando la rentabilidad. Esto también contribuye a una mayor eficiencia operativa y a la sostenibilidad financiera a largo plazo.
5. Protección de la reputación de la empresa:
Implementar un sistema HACCP ayuda a prevenir incidentes de contaminación alimentaria, lo que protege la imagen y credibilidad de la compañía, asegurando la confianza de los consumidores y manteniendo la integridad de la marca.
Un Punto Crítico de Control, es una etapa del proceso, que luego de un análisis de riesgos, es determinada como posible foco de contaminación (físicos, químicos o biológicos):
En nuestro proceso se han determinado 2 PCC.
Ozonización, medida de control Ozono rango entre 0,4 – 1 ppm.
Sanitizado botellones; medida de control Ozono, mínimo 0,8 ppm.
* Etapa no constituye un Punto Crítico, pásese a la etapa siguiente.
Son prácticas y condiciones necesarias para la implementación del plan de HACCP y que son esenciales para la seguridad alimentaria, de acuerdo con lo que se describe en los principios generales de higiene alimentaria. Nuestro programa se encuentra dividido y organizado en 8 grandes temas, los cuales contienen procedimientos, instructivos que nos detallan el pasos a paso de la realización de cada acción a seguir y también, registros que nos ayudan a mantener constantemente monitoreada cada etapa de nuestros procesos. A continuación se detalla cada organización:
Un Programa de Prerrequisito Operativo (PPRO) son medidas de control aplicadas en diversas etapas del proceso para prevenir o reducir peligros a niveles aceptables. Incluyen prácticas como higiene, control de plagas o temperaturas adecuadas, con criterios de acción medibles u observables. Los PPRO garantizan la inocuidad alimentaria y se aplican en cualquier etapa del proceso para mantener un entorno seguro.
Control de materia extraña
Criterio de acción: Ausencia de Materia Extraña
Si hay desviación: Segregar botellón, retirar materia extraña.
Inspección olfativa de botellones
Criterio de acción: Ausencia de Aromas
Si hay desviación: Retirar botellón con desviación de aroma
Inspección visual producto terminado
Criterio de acción: Ausencia de Materia Extraña
Si hay desviación: Retirar botellón de la línea
Lavado manual de botellones
Criterio de acción: Botellón limpio, ausencia de hongos, algas u otro contaminante
Si hay desviación: Desechar botellón
El uso de Equipo de Protección Personal (EPP) y la higiene personal, son esenciales para garantizar la seguridad y la calidad del agua tratada. El EPP protege a los trabajadores de posibles riesgos, como exposición a productos químicos, contaminantes biológicos o accidentes, mientras que la higiene personal previene la contaminación cruzada. Ambas prácticas ayudan a mantener un ambiente seguro y controlado, evitando que agentes patógenos o sustancias no deseadas lleguen al agua purificada, asegurando que esta sea apta para el consumo humano.
Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por haber participado en nuestro curso. Su interés y compromiso son fundamentales para el éxito de este programa de aprendizaje. Esperamos que haya encontrado el curso informativo y valioso.
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