Grupo de Biblia

El espíritu humano que trasciende al individuo, pide ser cultivado, y cuando es cultivado a la luz de la Sagrada Escritura, a la luz del Evangelio, en el estilo de Jesús, se crea una espiritualidad cristiana. A través de la contemplación del misterio de la Encarnación del Verbo, herencia espiritual de la V.M. Jeanne Chézard de Matel, ha permitido a la Congregación generar la filosofía educativa basada en valores que identifican el humanismo cristiano

Espiritualidad Mateliana:

Jeanne de Matel es el sujeto histórico inspirado para fundar la Orden del Verbo Encarnado para vivir la Espiritualidad de la Encarnación, ella lo vive de modo único y peculiar, por lo que a su experiencia se le llama Espiritualidad Mateliana, esta gracia le fue concedida a la Madre de Matel como Fundadora y ella la hereda a su Instituto para el servicio de la Iglesia.


A través de los escritos de la Venerable Madre Jeanne de Matel, se descubre la vivencia de una gran docilidad al Espíritu Santo en su interior, la cual le fue permitiendo el Don de vivir a profundidad los rasgos que caracterizan su espiritualidad:

Bíblica:

A la M. de Matel, a los 19 años, se le concedió el don de entender el latín en el que, en su tiempo, estaba escrita la Sagrada Escritura; así como comprender el sentido espiritual de algunos pasajes de la misma. Fue una gracia pedagógica dada por el Espíritu que va a ejercer una importancia decisiva en vida espiritual. Desde ese momento el latín de la liturgia y de la Biblia se convierten en una segunda lengua para ella. Desde ese momento debió darse asiduamente a la lectura de la Sagrada Escritura ya que sus escritos están llenas citas expresas. La Biblia la fue alimentando e iluminando; esto revela una gran familiaridad con ella.

La Escritura es su “señal”; es su clave para comunicarse con Dios. En ella encuentra su alimento diario: la irradiación bíblica se prolonga en reflexiones casi sin fin; cada palabra de la Escritura era para ella una fuente donde bebía ávidamente el agua vivificante. En cada palabra sabía que podía y debía encontrar la palabra del Verbo Encarnado. Muy especialmente encontraba en la Escritura el medio para conocer la voluntad de Dios.


La M. de Matel pide a sus religiosas volver continuamente la mirada al Evangelio. Pone el fundamento evangélico de la espiritualidad de sus religiosas en forma especialísima, en las Bienaventuranzas; ella afirmó expresamente: “…nuestro Instituto tiene por fundamento el primer sermón que el amable Maestro hizo en el monte, cuando proclamó las Bienaventuranzas”.

“Jeanne habla de los votos como una forma de vivirlas. Jeanne las considera núcleo central del espíritu y regla de su comunidad. Con ello da muestra clara de que contempla al Verbo Encarnado más que en sus acciones, en su doctrina”.44

De esta manera se promueven los diferentes grupos. Otro de ellos es el grupo de Biblia que promueve el conocimiento de la Palabra, para una mejor vivencia de la misma y de la persona de Jesús, Verbo Encarnado.