Se comenzó a edificar en 1441 bajo la dirección del MESTRE BEIAM acabándose tres años después. De planta casi cuadrada, tenía dos cuerpos y estaba integrada en la muralla medieval, En 1548, Sebastià Alcaràs convirtió el conjunto torre-lonja en un palacio renacentista, gracias a la prolongación de la sala del Consell sobre la lonja y a la elevación de la torre, coronada con una galería abierta con arcos de medio punto. En 1645 se produce la última y definitiva ampliación, construyéndose el ala de levante; así, la torre queda situada en el centro mismo del edificio. La estructura de la lonja también fue modificada, reduciendo una altura la planta baja para ganar una planta intermedia (la actual zona de alcaldía) y reconvirtiendo los antiguos arcos ojivales en arcos de medio punto. Hoy es una sala de exposiciones.