Bautismo
-ad usum privatum parrochialis-
-ad usum privatum parrochialis-
4 Esd 2, 36-37
Abran el corazón con alegría,
y den gracias a Dios,
que los ha llamado
al Reino de los cielos.
Sacerdote:
Hermanos: con gozo han vivido ustedes en el seno de su familia, el nacimiento de un niño. Con gozo vienen ahora a la iglesia a dar gracias a Dios y a celebrar el nuevo y definitivo nacimiento por el bautismo.
Todos los aquí presentes nos alegramos en este momento, porque se va a acrecentar el número de los bautizados en Cristo.
Dispongámonos a participar activamente de este gozoso acontecimiento.
¿Qué nombre le puesto a su hijo?
¿Qué sacramento piden a la Iglesia para tu hijo?
Papás: EL BAUTISMO.
Ustedes, que piden el sacramento del bautismo para su hijo, deben saber que ante Dios y ante la Iglesia se comprometen a que en su hogar, este niño, crezca en medio de un ambiente humano y cristiano, donde la paz y la felicidad deben reinar. Para que esto sea siempre una realidad, deben cuidar que su hijo se nutra al ver y sentir el ejemplo de su propia vida espiritual, así cuando crezca pueda amar y servir con alegría a Dios y a los hermanos como Cristo nos enseñó.
¿Se dan cuenta de la obligación que contraen?
Papás: SI, NOS DAMOS CUENTA.
Y ustedes, padrinos, ¿Están dispuestos a ayudar a los papás de este niño a cumplir con esa obligación?
Padrinos: SI, ESTAMOS DISPUESTOS.
N. (nombre del niño), la comunidad cristiana, en el gozo del Señor resucitado te recibe con suma alegría, yo en su nombre te marco con la señal de la cruz. Y ustedes, papás y padrinos, hagan también sobre él la señal de la cruz.
El sacerdote invita a que inicie la procesión, los papás, junto con ellos los que serán bautizados, los padrinos y él con sus ministros.
Monición.
Ahora, escucharemos la Palabra de Dios que siempre ilumina la vida de todo bautizado.
ALELUYA
Tanto amó Dios a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga vida eterna.
ALELUYA
+ Del santo Evangelio según san Juan 1, 9-11
Por esos días, vino Jesús desde Nazaret de Galilea y fue bautizado por Juan en el Jordán. Al salir Jesús del agua, vio que los cielos se rasgaban y que el Espíritu, en figura de paloma, descendía sobre él. Se oyó entonces una voz del cielo que decía: “Tú eres mi Hijo amado; yo tengo en ti mis complacencias”. Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Sacerdote:
Hermanos, pidamos pues, llenos de confianza, para que este niño reciba la gracia de la redención que nos permite vivir en el gozo de haber sido escogidos para comunicar al mundo entero las maravillas del Señor.
R. ILUMÍNANOS, SEÑOR.
Oremos hermanos, para que este niño, sepultado junto con Cristo por el bautismo, resucite también con él a una vida nueva. R.
Oremos hermanos, por toda la Iglesia que el día de hoy se llena de regocijo con el nuevo nacimiento de este niño. R.
Oremos hermanos, por este niño que se dispone a recibir la gracia del bautismo. Haz que desde este primer instante, el gozo lo proteja y el día de mañana pueda servirte con alegría. R.
Oremos hermanos, por los papás y padrinos de este niño y para que alentados por la fuerza de tu Santo Espíritu, conduzcan a este bautizando a la posterior gracia de la Confirmación y, a la participación en la Mesa de la Eucaristía. R.
Oremos hermanos, por todos los bautizados que no comparten con nosotros la Eucaristía, para que fieles al mandato del Señor, de ser Uno con Él y el Padre son uno, pronto la Iglesia se vea fortalecida por la unidad plena. R.
Oremos hermanos, por todos los que aún no conocen a Jesucristo, para que pronto llegue a ellos el beneficio de esta gracia y, puedan conocer y amar a quien nos ha otorgado la vida muerte eterna. R.
Sacerdote:
Ahora, hagamos manifiesta la participación de la Iglesia Celestial en esta Celebración que es el anticipo de esa vida futura y, ya que ellos gozan de la visión perfecta de Dios, imploremos su intercesión:
Santa María, Madre de Dios. R. RUEGA POR NOSOTROS.
San Juan Bautista. R.
San José. R.
San Pedro y san Pablo. R.
San Luis Gonzaga. R.
Todos los santos y santas de Dios, testigos de su gracia. R.
Sacerdote:
Dios todopoderoso y eterno, que enviaste a tu Hijo al mundo
para que nos librara del dominio de Satanás, el espíritu del mal,
y una vez arrancados de las tinieblas, nos llevara al reino admirable de tu luz,
te pedimos que en este niño, libre ya del pecado original, habite el Espíritu Santo,
y sea así templo de tu majestad. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.
Un acólito presenta al sacerdote el óleo de los Catecúmenos
Sacerdote:
Para que el poder de Cristo Salvador los fortalezca, te ungimos con este óleo de salvación en el nombre del mismo Jesucristo, Señor nuestro, que vive y reina por los siglos de los siglos
R. Amén.
Al llegar junto a la fuente bautismal, obviamente, los que van a ser bautizados estarían en primer sitio acompañados de su padres y luego sus padrinos.
Sacerdote:
Queridos hermanos Oremos a Dios todopoderoso para que, por medio del agua y del Espíritu Santo, conceda la Vida nueva a estos niños.
- Bendito seas Dios, Padre todopoderoso, que hiciste el agua para purificarnos y darnos la vida.
R. BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR.
- Bendito seas Dios, Hijo único, Jesucristo, que hiciste brotar de tu costado sangre y agua, para que por tu Muerte y Resurrección naciera la Iglesia.
R. BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR.
- Bendito seas Dios, Espíritu Santo, que ungiste a Cristo al ser bautizado en las aguas del Jordán, para que todos fuéramos bautizados en ti.
R. BENDITO SEAS POR SIEMPRE, SEÑOR.
- Señor, escúchanos y santifica esta agua creada por ti, para que los bautizados en ella sean purificados del pecado y renazcan a la Vida de hijos adoptivos de Dios.
R. ESCÚCHANOS, SEÑOR.
- Santifica esta agua creada por ti, para que los bautizados en ella en la muerte y resurrección de Cristo, sean una fiel imagen de tu Hijo.
R. ESCÚCHANOS, SEÑOR.
- Santifica esta agua creada por ti, para que los que tu has elegido renazcan por medio del Espíritu Santo y se incorporen a tu pueblo santo.
R. ESCÚCHANOS, SEÑOR.
Dígnate ahora, bendecir + esta agua,
con la que van a ser bautizado tu hijo N. (nombre del niño),
a quien has llamado al baño espiritual,
que da la nueva vida en la fe de tu Iglesia,
para que viva eternamente. Por Cristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Sacerdote:
Es necesario ahora, que ustedes padres y padrinos, de este niño antes de que procedamos al bautismo de su hijo, públicamente manifiesten su convicción de servir a Dios mediante una vida santa y recta, fortalecida con los sacramentos, para que así puedan ante Dios y ante la Iglesia, prometer la recta educación y formación cristiana de su hijo. Por eso les pregunto:
¿Renuncian al pecado, para que puedan vivir felizmente y, enseñar a vivir a su hijo y ahijado en la liberad y el gozo que nos da ser hijos de Dios ?
Papás y Padrinos: SI, RENUNCIAMOS.
¿Renuncian a dejarse seducir por las tentaciones, que nos impiden ver la luz de la verdad de Dios y no nos permiten vivir con alegría ?
Papás y Padrinos: SI, RENUNCIAMOS.
¿Renuncian a ser aliados de Satanás, padre y autor de la muerte eterna, a fin de que su hijo y ahijado jamás sufran la infelicidad ?
Papás y Padrinos: SI, RENUNCIAMOS.
Ahora, debemos también hacer pública nuestra profesión de fe, a fin de que reconozcamos que toda gracia y bendición solamente proceden de la infinita misericordia con la que Dios nos ama. Por eso les pregunto:
¿Creen en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra?
Papás y Padrinos: R. SI, CREO.
La respuesta, aunque pública debe ser dicha en lo individual.
¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, Señor nuestro, que nació de María Virgen, padeció, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre?
Papás y Padrinos: R. SI, CREO.
¿Creen en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de los muertos y en la vida eterna?
Papás y Padrinos: R. SI, CREO.
Esta es nuestra fe, la fe que nos da vida y que nos gloriamos de profesar en Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Sacerdote:
Papás de N. (nombre del niño), ¿quieren que su hijo sea bautizado en esta fe y en este gozo de la Iglesia que juntos acabamos de proclamar?
Papás: SI, QUEREMOS.
N. (nombre del niño)
Yo, te bautizo
en el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
Ahora, el nuevo bautizado, es ungido como si fuera lo más grande de la antigüedad: sacerdote, profeta y rey; es revestido con la túnica blanca de fiesta eterna lleno de luz, para el servicio de los demás.
Sacerdote:
Dios todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo que te ha librado del pecado y te ha dado la nueva vida por el agua y el Espíritu Santo, te unja con el Crisma de la salvación, para que, incorporado a su pueblo, seas para siempre miembro de Cristo Sacerdote, de Cristo Profeta y, de Cristo Rey.
Los unge en la coronilla, sin decir nada.
Se desea que los niños(as) sean llevados al rito con la ropa habitual yque en este momento sean revestidos de la vestidura bautismal blanca (ropón).
N. (nombre del niño), has sido transformado en nueva creatura y te han revestido de Cristo. Que esta vestidura blanca sea el símbolo de tu tu nueva vida cristiana. Con la ayuda, consejos y ejemplo de tus padres y padrinos, consérvala sin mancha hasta que el Señor vuelva.
El padrino, llevando consigo una vela, se acerca al cirio pascual y la enciende,luego la lleva al grupo para que sea sostenida a la vez por los papás y los padrinos.
Sacerdote:
Reciban la luz de Cristo.
A ustedes padres y padrinos, se les confía el cuidado de esta luz, a fin de que este niño, que ha sido iluminada por Cristo, camine siempre como hijo de la luz y, que perseverando en la fe, pueda salir al encuentro del Señor, con María, la Virgen y todos los santos cuando venga al final de los tiempos.
Tocando con el pulgar los oídos y la boca del niño , dice:
Sacerdote:
El Señor Jesús, que hizo oír a los sordos y hablar a los mudos, te conceda a su tiempo escuchar su palabra y profesar la fe para alabanza y gloria de Dios Padre.
R. Amén.
Pidiéndole a los padres del niño(a) que lo sostengan un poco elevado sobre el altar,en señal de oblación, pues el niño es verdaderamente hijo de Dios por el bautismo,reconocemos esa paternidad divina diciendo:
Ahora, nosotros, en nombre de este niño con el espíritu de hijos adoptivos de Dios, que todos hemos recibidos, oremos juntos como el Señor nos ha enseñado:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad,
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros también perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
El Señor esté con ustedes.
R. y con tu Espíritu.
Que a todos los aquí presentes los bendiga Dios todopoderoso,
Padre, + Hijo y Espíritu Santo.
R. Amén.
Vayamos a ser testigos de la verdad y del amor de Dios.
R. DEMOS GRACIAS A DIOS