[Vídeo de la instalación realizado por Bea, Dpto. de Francés]
Soy lo que me dijeron que NO pensara, que NO dijera, NO soñara, NO me atreviera, soy lo que me dijeron que NO fuera".
- JOUMANA HADAD
Joumana Hadad es poeta, traductora y editora que, desde hace muchos años lleva las páginas del diario Al Nahar, siendo éste el más leído de Líbano, su país natal. Saltó a la fama como escritora con su libro de poesía "Yo maté a Sherezade" del que se ha extraído el fragmento de poema que da nombre y justificación a esta instalación , siendo la metáfora del asesinato de la famosa protagonista de los relatos del clásico de la literatura oriental "Las mil y una Noches" un alegato contra el estereotipo occidental generalizado de la mujer árabe, sumisa e invisible, recreando la realidad de la diferencia de mujeres en los países árabes, así como el a veces contraproducente paternalismo occidental ejercidos sobre la figura de la mujer oriental, pero también de forma más general , un claro rechazo a cualquier forma de violencia patriarcal o institucional en cualquier parte del mundo ejercida sobre mujeres y niñas solo por el mero hecho de ser -o intentar ser- lo que son, mujeres o niñas; formas de violencia muchas veces amparadas no ya en el ámbito doméstico o familiar sino en el ámbito social por el poder absoluto que se otorgan algunos regímenes políticos y/o religiosos.
Los ladrillos pintados de azul sirven de soporte a cada una de las 24 palabras del poema de Joumana Hadad y funcionan igualmente como burkas metafóricos de una buena parte de las vejaciones y privaciones a las que han sido -y son aún- sometidas miles de mujeres en algunos países de los 5 continentes y que bajo ningún concepto deben identificarse con credos o religiones concretas, pues no debemos olvidar que en determinadas épocas de nuestra historia y bajo el poder soberano (patriarcal siempre) que se otorgaban bien poderosos estamentos religiosos (tanto occidentales como orientales), bien regímenes políticos o militares, muchas mujeres fueron sistemáticamente esclavizadas, tomada como botín de guerra, lapidadas, violadas, recluidas, excluidas, invisibilizadas, mutiladas, quemadas en hogueras o sometidas a castigos y vejaciones inimaginables que sería largo y doloroso enumerar. Estos miles de mujeres están también metafóricamente representadas en el círculo de pequeñas piedrecitas blancas de la instalación.
Los hilos de colores que tiran de los ladrillos son una nota de esperanza y lucha en el sentido que serán los que, con el empoderamiento femenino, tiren o derriben todos esos muros de vergüenza que ocultan muchas formas de violencia hacia las mujeres. El miedo a perder los avances en igualdad bien es cierto que ha hecho a muchas huir, pero también ha impulsado a otras a salir a enfrentarse a quienes pretenden coartar sus libertades tan duramente ganadas en estas últimas décadas. Los hilos simbolizan esa fuerza capaz de derribar los más altos muros de intolerancia y violencia, porque en el fondo no solo son violencia de género pura y dura sino fundamentalmente, una violación de los derechos humanos más elementales. Y no solo referido al régimen talibán, un poco más cerca, en nuestras culturas occidentales, las mujeres igualmente están sometidas a distintas y sofisticadas formas de sumisión a través de la publicidad, los medios de comunicación, las redes sociales y los roles de belleza corporal o reclamo sexual que en ocasiones se les adjudica, basta prestar atención a ciertas letras de reggaetón, por ejemplo . No hace falta llevar velo o burka para verlo.
“Soy lo que me dijeron que…” es un proyecto realizado y supervisado en la asignatura de Educación Plástica, Visual y Audiovisual con el que nuestro Departamento de Dibujo quiere aportar su granito de arena tanto a los actos conmemorativos del 25 de Noviembre respecto al Día Internacional de la Eliminación de la violencia hacia las Mujeres como el Día Internacional de los Derechos Humanos que se conmemora en proximidad el 10 de diciembre y en el que han colaborado los siguientes alumnos y alumnas de 3º ESO C:
Alejandro Algarín, Cristian González, Lucía Jiménez, Lucía López, Daniel Martín, Alejandra y Elena Núñez, Pablo Oliva, Ariadna y Elena Osinaga, Vanessa Rivero e Ignacio Tejedor.
Reportaje sobre la elaboración y montaje de la instalación