Yo, robot es una colección de relatos basados en las tres leyes de la robótica que son un compendio fijo e imprescindible de moral aplicable a supuestos robots inteligentes, con las que supuestamente nunca debería haber un conflicto si se cumplieran fielmente. Los relatos, no obstante, plantean diferentes situaciones en las que dichas "tres leyes" se cumplen, y aun así plantean problemas, paradojas e ingeniosos ejercicios intelectuales a los que tendrán que enfrentarse distintos especialistas en robótica, en definitiva el libro termina indagando sobre la situación del ser humano actual en el universo tecnológico.
La protagonista de varias de las historias es Susan Calvin, experta en robopsicología en U.S. Robots and Mechanical Men, y otros personajes frecuentes son dos técnicos (Mike Donovan y Gregory Powell) que, por ser los más eficientes de la empresa, se ven sometidos a todo tipo de desafíos tecnológicos.
La primera historia sobre robots positrónicos de Asimov fue Robbie, publicada en el número de septiembre de 1940 de la revista pulp Super Science Stories dirigida por John W. Campbell.
A esta le seguirían Razón y ¡Embustero!
Entre ambos habían ideado las tres leyes de la robótica. Estos relatos eran un experimento: ideaban situaciones en las que alguna o varias de las tres leyes eran puestas a prueba. en todos los relatos dichas leyes mostraban su eficacia a la hora de proteger a los humanos de un posible daño por parte de los robots.
Primera Ley
Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño.
Segunda Ley
Un robot debe cumplir las órdenes dadas por los seres humanos, a excepción de aquellas que entren en conflicto con la primera ley.
Tercera Ley
Un robot debe proteger su propia existencia en la medida en que esta protección no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
La «Trilogía de la Fundación» está considerada la mejor serie de la ciencia ficción universal. Como tal, fue galardonada en 1966 con un premio Hugo.
El hombre se ha dispersado por toda la galaxia. La capital del Imperio es Trántor, nido de intrigas y corrupción. Gracias a su ciencia, fundada en el estudio matemático de los hechos históricos y el comportamiento de las masas, el psicohistoriador Hari Seldon prevé la caída del Imperio y el retorno a la barbarie durante varios milenios. A fin de reducir este período de barbarie a mil años, Seldon decide crear una Fundación en un extremo de la galaxia.
El poderío de la Fundación alcanza límites insospechados, su dominio se sostiene en la energía, la religión y el comercio. Sin embargo, la aparición del Mulo, un individuo dotado de poderes paranormales, desafía todas las previsiones. Conquistando planeta tras planeta, le gana terreno a la Fundación de manera vertiginosa. La salvación de la galaxia queda en manos de una Segunda Fundación totalmente secreta y cuyo emplazamiento es desconocido incluso para los dirigentes de la Primera.
David «Lucky» Starr es un joven huérfano que trabaja como agente especial al servicio del Consejo de Ciencias que gobierna la Tierra. A lo largo de los seis títulos que abarca la serie (El ranger del espacio, 1952; Los piratas de los asteroides, 1953; Los oceános de Venus, 1954; El gran sol de Mercurio, 1956; Las lunas de Júpiter, 1957, y Los anillos de Saturno, 1958) Lucky y su colega Bigman correrán mil aventuras a lo largo y ancho del sistema solar enfrentándose a diversas amenazas, inducidas en su mayor parte por los sirianos, los grandes rivales de la Tierra.
Estas novelas suponen una curiosidad dentro de la trayectoria de Isaac Asimov. Fueron publicadas en su momento bajo pseudónimo, como Paul French; tienen un caracter didáctico y están orientadas hacia un público más joven del habitual.